ZITÁCUARO.- La ola de violencia en el vértice de Michoacán, Guerrero y Estado de México, registrada en lo que va del año, se debe en gran parte al rompimiento de dos lugartenientes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en la zona oriente de la entidad michoacana. Esta nueva disputa entre grupos internos del CJNG también alcanzó una parte de la región de Morelia, donde inició la diferencia entre ambos brazos de esa organización criminal.
Se trata de José o Alan Martínez Durán, “El Primo” o “El Comandante X”, y su exsubordinado William Edwin Rivera Padilla, “El Barbas” o “El Águila”.
Esta es la segunda escisión más significativa que ha registrado el CJNG en menos de un año.
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Desde hace meses, Conrado Corral Leyva, comisario de la SSP en la región Oriente, puso en marcha operativos en la región de Zitácuaro, donde trabaja en conjunto con la Fiscalía de Michoacán, el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, con la finalidad de contener la violencia y los ataques contra la población.
LA GUERRA
“El Primo” era identificado por las autoridades de seguridad, como el principal operador de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, en la región oriente de Michoacán. También era el principal objetivo de sus entonces rivales de La Familia Michoacana (LFM), durante el ataque perpetrado en un palenque, el 28 de marzo del 2021, en Zinapécuaro.
Ese hecho dejó 20 personas muertas a manos del grupo delincuencial “Los Correa”, que operaba en alianza con Eduardo Hernández Vera, “Lalo Mantecas”. De ese hecho hubo 5 detenidos, involucrados en el ataque, que aceptaron pertenecer a “Los Correa” y que revelaron datos de la movilidad de las organizaciones criminales en la región.
“Lalo Mantecas” era entonces el tercero al mando en la estructura de LFM, solo debajo de los hermanos Johnny, “El Pez”, y José Alfredo, “El Fresa”, Hurtado Olascoaga. Ese día, “El Primo” y su brazo derecho no estaban en el lugar, por lo que fueron asesinados varios de sus subordinados, incluido el dueño del palenque clandestino.
Martínez Durán encabeza el “Grupo X” y tenía bajo su mando a William Edwin Rivera Padilla, lugarteniente en varios municipios del oriente michoacano. Su sede principal es el municipio de Zinapécuaro, desde donde desplegaba sus tropas a otros municipios para buscar arrebatarle territorios a LFM de “El Mantecas”.
El ataque al palenque en Zinapécuaro, dirigido en su contra, detonó que, las cúpulas del CJNG establecieran una alianza con los líderes de LFM: “El Pez y “El Fresa”. A pesar de que por años y todavía semanas antes eran antagónicos y sus ofensivas de un grupo contra otro dejaron varios muertos, el CJNG y LFM hicieron una alianza.
Los informes de las áreas de inteligencia refieren que la condición del CJNG a LFM para que consumaran esa tregua fue el asesinato de “Lalo Mantecas”… y así ocurrió.
El 30 de mayo de 2022, Eduardo Hernández fue convocado a una reunión con sus socios, los hermanos Hurtado Olascoaga, en una casa de seguridad en Michoacán. Sujetos detenidos en operativos de fuerzas federales y estatales revelaron que ese día, “Lalo Mantecas” fue asesinado por “El Pez” y “El Fresa” frente a la cúpula de La Familia Michoacana.
El cuerpo de Hernández Medrano fue encontrado tres días después en un predio del Estado de México. Presentaba varios disparos en el cuerpo. Los aliados de “Lalo Mantecas” (“Los Correa”) siguieron su cruenta lucha contra los grupos criminales que dirigen “El Primo” y su todavía subordinado “El Barbas”, del CJNG.
El 24 de agosto del año pasado y a meses del asesinato de su entonces socio, esa alianza hizo su primera aparición pública. Un grupo armado irrumpió en Tuzantla. La ofensiva criminal ordenada por “El Pez” y “El Fresa”, apoyados por un ejército del CJNG, dejó 8 personas asesinadas a tiros en la cabecera municipal.
El comando también atacó la presidencia municipal, la comandancia policial, viviendas comercios y vehículos, además de que ingresó a varias propiedades. El objetivo principal era Joel Sánchez Jaimes, “El Chaparro”, exjefe de plaza de La Familia Michoacana y gente de confianza de Eduardo Hernández Vera.
Seis meses después, el pasado 2 de febrero, “El Chaparro” regresó a recuperar ese municipio que controló por varios años y perpetró un nuevo ataque. Parte del saldo fueron vehículos incendiados, una vivienda quemada, así como ataques a tiros a la comandancia policial y a vehículos oficiales. Terror en todo Tuzantla.
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El ingreso del comando se registró cerca de las 2:45 de la mañana, en la cabecera de ese municipio ubicado en la Tierra Caliente, colindante con Guerrero y Estado de México.
Los atentados se los adjudicó en un video Joel Sánchez Jaimes, quien le declaró por segunda ocasión la guerra a sus exjefes de La Familia Michoacana.
A partir de ese momento, la tensión creció en esa zona de la entidad, donde han sido ya visibles las caravanas con gente armada, de ambos grupos criminales antagónicos.
Datos de los informes de seguridad establecen que “El Chaparro” hizo una tregua y alianza con Cárteles Unidos, otra organización criminal michoacana. Ello, para recuperar ese y otros municipios que le habían arrebatado los hermanos Hurtado Olascoaga, con ayuda del CJNG.
Sin embargo, el panorama criminal cambió luego de que apenas hace más de un mes, se evidenciara el rompimiento de José o Alan Martínez Durán, “El Primo” o “El Comandante X”, y su exsubordinado William Edwin Rivera Padilla, “El Barbas” o “El Águila”. Además de que el grupo criminal de “Los Correa” se alió con “El Barbas”, con quienes sostuvieron casi tres años de guerra, ataques y asesinatos.
Entre los homicidios que dejó ese antagonismo está el del hermano menor de la familia Correa, originaria del municipio de Ciudad Hidalgo, al que decapitaron. Fuentes de seguridad consultadas responsabilizan al grupo criminal de William Edwin Rivera Padilla de los ataques contra la población y contra las autoridades.
El 22 de marzo pasado, personal de Ejército Mexicano, personal de la Guardia Civil (GC), de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), del Ejército, y de la Guardia Nacional (GN) fueron emboscados por el grupo criminal de “El Barbas”, en el municipio de Zitácuaro.
En el lugar resultó lesionado un elemento de la GC y otro más de la GN, pero al responder la agresión, las autoridades abatieron a dos criminales y aseguraron armamento.
Días después, en la localidad de Copándaro, del mismo municipio, la policía municipal, Guardia Civil y la Guardia Nacional fueron nuevamente emboscadas. Ahora, fueron los integrantes del cártel de La Familia Michoacana, quienes perpetraron el ataque, que dejó 2 policías heridos.
Todo eso ocurre en los municipios donde converge Michoacán con el Estado de México y Guerrero. En tanto, en la colindancia de las regiones Morelia y Oriente ha arreciado la afrenta entre los grupos internos del CJNG, encabezados por “El Primo” y por “El Barbas”.
Los informes señalan que mientras “El Primo” hizo una alianza con Cárteles Unidos (Viagras, Caballeros Templarios y otras células independientes), “El Barbas” sigue apoyado por “Los Correa”, lo cual ha hecho más cruento el campo de batalla.
LOS OPERATIVOS
Las ofensivas criminales se habían extendido hacia los lugares más poblados de los municipios de esas regiones. Para contener las agresiones contra ciudadanos y comercios, fuerzas estatales (GC) y fuerzas federales (Ejército Mexicano y GN), han desplegado operativos conjuntos.
Apenas el pasado 24 de abril, autoridades de los tres niveles de gobierno abatieron a 6 integrantes de una célula del CJNG, que estaba bajo las órdenes de “El Barbas”. Dos criminales murieron arriba de sus camionetas, dos más en un pórtico y dos más sobre la terracería del estacionamiento de una propiedad privada.
Personal del Ejército Mexicano circulaba en una localidad ubicada en los límites de los municipios de Ciudad Hidalgo y Maravatío cuando fueron emboscados. El grupo armado se había apoderado de un rancho, donde se atrincheraron y en el que también fueron capturados 6 delincuentes más.
Los militares, apoyados por policías estatales y de algunos municipios de la región, también aseguraron armamento y vehículos. Un elemento de la Sedena murió en la ofensiva criminal, que duró varios minutos.
Para las autoridades consultadas, los operativos van dirigidos principalmente a cuidar de los habitantes de los diferentes municipios y, en su caso, capturar a los delincuentes.
LA PRIMERA ESCISIÓN DEL CJNG EN MICHOACÁN
En mayo de 2022, La Silla Rota dio a conocer el primer rompimiento entre lugartenientes del CJNG. Esa guerra intestina, al otro lado de la entidad, que hizo también que la violencia se apoderara de los municipios, pero en esa ocasión del llamado “Corredor de la Muerte”, el cual atraviesa los municipios de Cotija, Jiquilpan, Sahuayo, Marcos Castellanos, Villamar, Venustiano Carranza, Briseñas, Pajacuarán, Vista Hermosa, Chavinda, Tangamandapio, Jacona y Zamora.
En esa región de Michoacán (Lerma-Chapala), la violencia aumentó hace poco más de un año debido a que dos células internas del Cártel Jalisco Nueva Generación pelean entre sí.
Áreas de inteligencia explicaron que la escisión del CJNG y la pelea a su vez de uno de estos grupos con sus antagónicos de Cárteles Unidos han disparado los delitos.
La disputa en esa zona de Michoacán es entre la célula criminal que comanda Heraclio Guerrero Martínez, “Tío Laco”, contra el bloque llamado “Pájaros Sierra”.
“Tío Laco” es identificado por las autoridades federales como una de las personas más cercanas a “El Mencho”, líder fundador del CJNG. “Pájaros Sierra” es una célula que abandonó las filas de esa organización criminal y que entre sus líderes está Abel Alcántar Vallejo, “El Toro”, “El Viejón” o “El Sierra 8”.
Ernesto Mascorro Martínez, “El Chaparro”, también forma parte de ese bloque Pájaros Sierra, el principal operador en gran parte del corredor de la muerte.
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Ese rompimiento en las filas del CJNG se trasladó a algunos municipios de Jalisco, entre ellos Mazamitla, donde se enfrentaron en varias ocasiones a tiros. Ante el pánico que generó esa violencia en la población y cientos de turistas, el alcalde de Mazamitla, Jorge Magaña Valencia, ha pedido resguardarse y no salir a la calle.
Mazamitla, Jalisco, se encuentra a tan solo 10 kilómetros de distancia de San José de Gracia, Michoacán, lo que significa unos 9 minutos en automóvil.
En ese entonces, fuentes de seguridad consultadas explicaron que con esta división del CJNG los papeles se habían invertido en ese mapa de movilidad criminal. Sostuvieron que la ofensiva criminal sale de Michoacán y se perpetra del lado de Jalisco, donde se registra un mayor despliegue del bloque disidente del CJNG.
Las autoridades señalaron que, a través de los centros de inteligencia, detectaron que, inclusive, “Pájaros Sierra” iniciaron una alianza con quienes eran sus acérrimos enemigos, Cárteles Unidos.
EL RECUENTO
El 27 de febrero del año pasado, uno de esos grupos fue sacado de un velorio y asesinado a tiros. La cifra oficial de la fiscalía es que hallaron perfiles genéticos de 11 personas diferentes; sin embargo, en los videos se ven cerca de una veintena. Los fusilaron.
Un día después de la masacre perpetrada por “Pájaros Sierra” en San José de Gracia, el fiscal de Michoacán, Adrián López Solís, señaló que se trató de un ajuste de cuentas entre grupos del crimen organizado.
Además, indicó que los cuerpos siguen sin aparecer y que presumiblemente se los llevó el grupo armado que irrumpió en el velorio, por lo que no tienen número de víctimas.
Ante medios de comunicación, el titular de la FGE mencionó que el personal a su cargo no localizó a las víctimas; sin embargo, detectó que el piso estaba recién lavado.
“Además se localizó una bolsa que contenía restos de masa encefálica que se embaló para su análisis y otra más, que contenía envases de productos de limpieza”.
Reiteró que la Fiscalía recolectó una centena de cartuchos percutidos de armas de fuego de los calibres .9 mm, 7.62, 5.56 y 45 mm. López Solís expuso que en ese lugar era velada la señora Elisa B., madre de Alejandro G., “El Pelón”, ahí presente. Reveló que, de acuerdo con entrevistas recabadas, “El Pelón”, desde muy temprana edad era considerado como parte de una célula delincuencial que opera en esa zona del estado.
“Posteriormente se pasó a un grupo criminal asentado en el estado de Jalisco, realizando, hasta estos últimos días, presumiblemente, actividades delictivas en Colima”.
Mencionó que la fiscalía obtuvo también información que Alejandro G., y otro sujeto, mantenían rencillas por la desaparición y homicidio de familiares, lo que se atribuían de manera recíproca.
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Explicó que al velorio arribó el sujeto, acompañado de varias personas armadas, quienes asesinaron a Alejandro G., así como, posiblemente, a algunos de sus acompañantes, cuyo número e identidad no ha sido posible confirmar.
Dijo que segundos después, familiares de Elisa B., quienes participaban en el acto fúnebre, fueron obligados a ingresar a un domicilio.
Señaló que esos momentos fueron aprovechados por los adversarios de Alejandro G., para limpiar el lugar y depositar los cuerpos de las víctimas en camionetas en las que los trasladaron al retirarse del lugar.
Hasta el mes pasado, esa ruptura era un hecho, al grado que Pájaros Sierra, había consolidado su alianza con Cárteles Unidos.
Las fuentes consultadas refirieron que hay indicios de que “El Chaparro” y Los Pájaros Sierra regresaron a las filas del CJNG, lo cual ya investigan.