OAXACA.- Las personas trans “existimos y resistimos”. Aref, activista y fundador de Oaxatrans, organización dedicada a la defensa de los derechos humanos, lo dice con la convicción de saberse visible y luchando en una sociedad que violenta y discrimina a quienes desafían la heteronormatividad socialmente impuesta.
Aref Azrael de 32 años de edad es transmasculino, psicólogo con perspectiva de género con interés en atención a disidencias, fotógrafo, defensor de los derechos humanos de la comunidad trans y fundador en 2019 de Oaxatrans.
“Cuando yo empecé a cuestionar mi género tuve que ir a la Ciudad de México para conocer al primer hombre trans. A partir de ahí cuestiono mi género y toda la información que recibí fue a través de redes sociales, mensajes directos de otras personas trans de otros estados que me dieron el acompañamiento que yo necesitaba en ese momento. Empiezas a ver más personas que tenían esta necesidad de respuesta y así surgió, como una organización colaborativa y participativa, de escucha y acompañamiento en todos los procesos de transición porque no solo es uno, son varios: familiar, social, médico”, relata sobre los inicios y motivos de su activismo.
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A pesar de que el 22 de septiembre de 2021 Oaxaca volvió a hacer historia al aprobar la reforma al artículo 137 del Código Civil que permite a las personas trans mayores de 12 años, poder elegir libremente su identidad de género, en la realidad esto sigue siendo complicado
“El registro civil hasta la fecha no ha mostrado un protocolo de atención claro que esté homologado en las 142 oficialías que existen en el estado. Por las experiencias que hemos escuchado es que esta información varía, tanto en documentos como en costo. Al día de hoy no sabemos cuánto cuesta el cambio de identidad porque el registro civil no ha publicado esto, tampoco ha habido alguna campaña visible en sus redes sociales o instalaciones que mencione este trámite, parece que no existe”, explica.
Por otro lado, las personas trans también se han enfrentado al trato violento de los servidores públicos, a la burocracia y omisiones institucionales.
De manera personal, a Aref le tomó diez meses poder concretar su cambio de identidad, un tanto por las limitantes de la pandemia por la Covid-19 y por otro lado la resistencia del funcionariado. El trámite se finalizó empujado por una queja en la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) presentada por un grupo de personas trans. Para Aref el haberlo logrado fue un volver a nacer.
Aref explica que hay personas trans que no desean realizar ese trámite y eso es válido, “pero hay personas que sí queremos ser nombradas o llamadas como nos percibimos para poder tener acceso a un trabajo, presentarnos, hacer trámites a nivel escuela, eso disminuye las ansiedades sociales que vivimos, porque la sociedad, el sistema no está hecho para nuestras corporalidades e identidades”.
Desde su experiencia -explica- tener una identidad de género y nombre con el cual sentirse cómodo permite ir derribando todos aquellos sentimientos depresivos que los invade.
“No existen estadísticas, pero con la escucha activa hemos detectado que existen altos índices depresivos justamente por el rechazo social, familiar y escolar”.
La Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) 2021, programa estadístico del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), detalla que la población Transgénero, Transexual o de otra identidad de género que no coincida con el sexo asignado al nacer es de 909 mil: 0.9 por ciento de las personas de 15 años y más.
El Estado de México concentra la mayor cantidad de población LGBTI+ con 490 mil personas, seguido de la Ciudad de México, con 311 mil personas y Veracruz, con 308 mil. Mientras que Colima cuenta con el mayor porcentaje de población LGBTI+, con 8.7%, seguido de Yucatán y Querétaro, con 8.3 y 8.2 %, respectivamente.
Según el INEGI en Oaxaca hay 211 mil 547 personas de 15 años y más LGBTTIQ+, es decir el 6.9 por ciento de la población.