CHILPANCINGO. – A través de redes sociales grupos en defensa de los animales han mostrado enojo por la crueldad animal que ejercen sobre Manuelín, un burro de la Isla Roqueta en Acapulco, al que le dan cerveza y lo usan para tomarse fotos y montarlo por turistas.
Este caso comenzó a hacerse viral porque la cuenta Gente por la Defensa Animal (GEPDA) publicó un Tweet donde le pedían a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado que hiciera el rescate del asno Manuelín.
Esta misma cuenta publicó un video desde el 9 de mayo, en dichas imágenes se puede ver cuando un grupo de hombres obligan al burro a entrar en una estructura para embarcarlo hacia la Isla de la Roqueta, en Acapulco, Guerrero.
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“Al equino anterior se le obligaba a ingerir bebidas alcohólicas, los visitantes lo montaban y se fotografiaban con él. Guerrero debe respetar la Ley 491 de Bienestar Animal” escribió la organización en lucha de los animales.
Este hecho provocó la molestia de varios internautas en redes sociales, en los comentarios así opinaron:
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“Los animales no son objetos de diversión ni atracción turística”; “Se solicita el apoyo para rescatar al burrito que fue llevado a la fuerza a la Isla de la Roqueta, piden ayuda a la Gobernadora cuando por causas de turismo alguien de su gabinete debió dar esa orden”; “También tienen tortugas y cocodrilos bebés amarrados para tomar fotografías pobres animales, eso lo vi en playa Majagua”.
El Burro de la Roqueta
Durante los años 60, 70, 80 y 90 “El Burro de la Roqueta” era un atractivo turístico más de la región, de hecho, su objetivo nunca fue ser un animal para ser explotado por los turistas.
Según los habitantes cuentan que en un principio, hace muchos años, un burro fue llevado a la Isla de la Roqueta tenía como tarea el transporte de diésel cuyo combustible alimentaba el motor que encendía durante la noche el faro del lugar.
De hecho, el burro era un bien de la Nación ya que fue adquirido por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), sin embargo, con el tiempo las cosas fueron modernizándose por lo que ya no se solicitaron los servicios del burro, pero este se quedó en ese lugar, se suponía que sería cuidado por la gente para darle agua y comida, pero nadie lo atendió y por eso se le pudo ver en varias partes de la isla pidiendo comida.
Nadie sabe en qué momento alguien le dio una cerveza al burro, esto provocó que el jumento tomara gusto por la cerveza y así fue como comenzó a ingerir alcohol que los mismos turistas y habitantes le dan en cada. Es importante destacar que han pasado varias décadas, por lo que no ha sido el mismo burro y, es por ello que, organizaciones de animales piden sea rescatado y que ya no vuelva a haber otro animal para ese tipo de prácticas. Algunos han dicho que los demás asnos anteriores murieron por la injerencia de alcohol.