TIJUANA.- A Deyker Rodríguez, un ex marino venezolano, casi se le acaban las fuerzas luego de múltiples intentos por ingresar a Estados Unidos, tanto por la vía legal como buscando una forma de cruzar el cerco internacional por Baja California para entregarse a la patrulla fronteriza. Hace 4 años que dejó su país para evitar represalias por no comulgar con la ideología chavista, vivió 3 años en Perú, uno más en Colombia, y hoy está en Tijuana, como miles de migrantes más, esperando saber qué será de su futuro con el fin del Título 42.
“Vine de Tapachula a Mexicali, en Mexicali tampoco logré entrar y de ahí me vine para acá, a ver si por aquí tenía más facilidad y lo mismo. Yo creo que hasta más difícil”, platica de pie en las inmediaciones de la garita El Chaparral.
A esa misma hora, cientos de migrantes que habían burlado uno de los dos cercos fronterizos seguían acampando en espera de ser procesados por agentes norteamericanos que apenas se daban abasto, y otros eran regresados por el cruce internacional donde estaba Deyker, pese a haber llegado con una cita conseguida mediante la aplicación CBP One.
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Ese escenario, en el que no parece haber posibilidades de éxito, es el que desanima al venezolano mientras espera junto a dos connacionales suyos que molestos siguen intentando conseguir una cita a través de la saturada aplicación digital lanzada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), para recibir a quienes deseen solicitar refugio.
“He tenido conocidos que ya han logrado la cita, que han podido entrar, lo otro es que hay unos que han recibido cita y cuando están allá los echan para atrás. Pasan a dos y regresan a uno y no son delincuentes ni tienen antecedentes penales”, mencionó Elías Carrillo, uno de los dos venezolanos que seguían peleando con la aplicación en su teléfono celular.
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El ex marino venezolano quería cruzar la frontera antes de que terminara el Título 42 este jueves 11 de mayo, porque eso significaba que de ser rechazado muy probablemente lo retornarían a Tijuana, desde donde sería más fácil seguir intentando.
Y aunque sabe que ahora con el Título 8 cruzar ilegalmente a territorio norteamericano le puede traer un castigo de 5 años sin ingresar a ese país, la posibilidad de que lo deporten a su país no lo desanima del todo, porque está maltrecho.
“La única esperanza es que voy a volver a estar con mis hijas, que es lo que más extraño. Pero lo demás ya es tiempo perdido, dinero perdido, salud mental perdida, salud física perdida. Porque mira cómo estoy: delgado, estoy quemado”, dice Deyker señalando su piel marcada por el sol.
Cuenta que lo peor del camino, además de atravesar la selva y ver cómo muchas personas morían o se lesionaban sin poder seguir adelante, fue haberse encontrado con los agentes de migración.
“Por lo menos migración mexicana es mala, no apoya en nada. La de Guatemala es otra, lo que hacen es quitarle plata a uno (...) esta travesía no se la recomiendo a nadie. Si me pusieran a elegir ahorita y retroceder el tiempo, yo me quedaba y no hubiese intentado esto”, asegura.
Pero ahora está en Tijuana y, como muchos migrantes más que siguen llegando a la ciudad, no tiene donde pasar la noche porque los albergues de la sociedad civil están saturados y las autoridades no han habilitado nuevos refugios.
Eso sí, aunque no tengan a dónde ir, los mexicanos y los extranjeros que son rechazados pese a haber conseguido una cita con CBP One son inmediatamente retirados por la policía de Tijuana y la Guardia Nacional de la explanada de la garita El Chaparral, el mismo sitio donde centroamericanos que buscaban asilo instalaron un campamento por más de un año.
FAMILIAS E HIJOS CRUZAN DE MANERA ILEGAL DESDE MATAMOROS
Un centenar de personas en el municipio de Matamoros, Tamaulipas, comenzaron a cruzar de manera irregular hacia Estados Unidos por el Río Bravo.
De acuerdo con reportes locales, en las orillas del embalse hay centenas de personas con hijos y familias, preparadas para adentrarse al río y comenzar su travesía. Las personas suben a sus hombros a sus hijos y con mochilas en la espalda, atraviesan, aprovechando que se encuentra en bajos niveles.
Los migrantes hacen una fila para apoyarse en caso de que alguno se caiga y quienes no llevan a menores, levantan los bultos o bolsas que traen consigo. “Atención, es ilegal ir a Estados Unidos, si cruzan van a ser deportados, quédense en México”, se escucha en altavoces de la Patrulla Fronteriza.
Además, un helicóptero comenzó a realizar sobrevuelos por la zona para detectar a la gente que alcance a burlar la seguridad.
Del lado mexicano, agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), piden a la gente no arriesgarse y quedarse en México mientras realizan su registro oficial en las páginas dispuestas para asilo en ese país.
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En Matamoros, hay agentes de la Patrulla Fronteriza esperando que crucen, pero no los están deteniendo, sino tratando de persuadirlos para que regresen y dejen de cruzar, debido a que por el momento no tienen la orden de detenciones, de acuerdo a reportes locales.
¿QUÉ FUE EL TÍTULO 42 Y QUÉ ES EL TÍTULO 8?
Tras la eliminación del Título 42, prevista para este 11 de mayo, el gobierno de Estados Unidos aplicará el Título 8 para continuar reduciendo el pase de migrantes indocumentados a su país.
El Título 42 entró en vigor en marzo de 2022 y permitió a las autoridades estadounidenses devolver a los migrantes a México sin presentar sus casos migratorios, argumentando que era por medidas preventivas por la covid-19. Desde entonces, la política se ha aplicado a más de 2.8 millones de migrantes, según información de autoridades de EU.
El Título 8 conlleva otras medidas drásticas para quienes quieran ingresar al país norteamericano sin el debido proceso legal.
“Cuando la orden del Título 42 se levante a las 11:59 p.m. del 11 de mayo, Estados Unidos volverá el Título 8 para procesar y expulsar rápidamente a las personas que llegan ilegalmente a la frontera de los Estados Unidos”, informó el Departamento de Seguridad Nacional.
A diferencia del Título 42, que ordenaba que los migrantes debían ser expulsados de inmediato a México por seguridad sanitaria, el Título 8 permite que las personas sean detenidas temporalmente hasta ser deportadas a sus países.
“Las leyes de asilo no proveen protección bajo argumentos de violencia o razones económicas”, aclaró Washington.
EU enfatizó que la entrada ilegal a Estados Unidos “conllevaría graves consecuencias”, como prohibir el reingreso en al menos cinco años, y un posible enjuiciamiento penal por repetidos intentos de ingresar ilegalmente”.
Asimismo, las personas que cruzan por la frontera con México sin autorización o habiendo utilizado un camino ilegal, y sin haber programado una hora para llegar a un puerto de entrada, se presumirían inelegibles para el asilo.
EU REPITE Y REPITE: LA FRONTERA NO ESTÁ ABIERTA
En tanto, el gobierno de Estados Unidos repitió este jueves lo que se ha convertido en su mantra en las últimas semanas: "la frontera sur no está abierta", y no lo va a estar tras el levantamiento esta noche del Título 42.
Para reforzar este mensaje, el secretario de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), Alejandro Mayorkas, expresó un mensaje que daba idea de la urgencia a la que se enfrentan las autoridades estadounidenses en la frontera ante el aumento del flujo de migrantes que intenta cruzar desde México.
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El responsable recordó que a partir de esta medianoche "la gente que llegue a la frontera sur" estará sujeta al Título 8, la norma que históricamente ha regido el proceso de emigración y que reemplazará al Título 42.
"Esto significa que si alguien llega a nuestra frontera sur después de la próxima medianoche presumiblemente no será apto para asilo y estará sujeto a consecuencias más graves por entrar ilegalmente, lo que incluye una prohibición de un mínimo de cinco años y un enjuiciamiento criminal potencial", subrayó.
Afirmó que han reforzado el número de efectivos en la zona y que llevan preparándose para este momento desde hace dos años: "Estamos aumentando a 24,000 los agentes de la Patrulla Fronteriza, 4,000 soldados, miles de contratistas y 1,000 funcionarios y jueces de asilo", enumeró.
Insistió en que esperan grandes cifras de detenciones de migrantes irregulares en el límite con México y que, de hecho, ya están viendo grandes números en ciertos sectores.
Mayorkas mencionó las medidas que el Ejecutivo del presidente Joe Biden ha adoptado en las últimas semanas para lidiar con la que se anticipa como una gran crisis migratoria y aseguró que su país está aplicando consecuencias más duras contra quien entra irregularmente en EU.
"Durante la primera mitad de este año fiscal hemos expulsado a más de 665,000 personas, estamos llevando a cabo docenas de vuelos de deportación cada semana y seguimos aumentándolos -apuntó-. Justo ayer (miércoles) trabajamos con el gobierno de México para expulsar a cerca de 1,000 venezolanos que no usaron las vías legales disponibles para entrar en EU".
LA URGENCIA POR SALIR DE LA FRONTERA SUR DE MÉXICO
La urgencia de los migrantes por salir de la frontera sur de México y cruzar el país se elevó el último día de vigencia del Título 42 en Estados Unidos, un hecho que perciben como su oportunidad para llegar hasta ese país.
Migrantes exigieron un permiso para transitar por México este jueves en Tapachula, en el límite con Guatemala, adonde los últimos días han arribado decenas de miles con la expectativa de llegar a Estados Unidos sin padecer una deportación inmediata.
Tan solo la madrugada de este jueves arribaron unos 4,000 migrantes más a la ciudad, donde en medio de empujones y gritos se disputan un lugar en las filas para que las autoridades mexicanas los atiendan y empiecen un primer viaje de unos 1,000 kilómetros a la capital del país.
“Todos van a pasar, en orden, no se empujen, a todos los vamos atender”, prometen los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) con un altavoz.
Martín Santos es un migrante hondureño que trabaja en la construcción y viaja con un amigo en esta travesía que él considera que se ha convertido en un infierno para muchos centroamericanos.
“Sí, muchos estamos yendo a la frontera por el cambio del Título 42 porque actualmente con el Título 42 nos mandaban para México, y ya, al parecer, ese cambio se pone duro, bueno y malo para otros, pero ahí vamos a tratar de poder llegar allá", dijo Santos.
EL FRUSTRADO SUEÑO DE MIGRANTES
Aunque el Título 42 expira la noche de este jueves, EU aplicará ahora el Título 8, la norma que históricamente ha regido la migración y, además, el gobierno de Joe Biden ha anunciado nuevas medidas que restringen el acceso a pedir asilo en la frontera con México. Pero migrantes como Martín creen que el cambio mejora sus posibilidades.
"Por una parte, sería bueno, como que hay oportunidades para nosotros los migrantes para poder entrar”, expresó.
En cambio, otros migrantes ven que se cierra una oportunidad para migrar con el fin del Título 42. Para muchos, significa mayor riesgo de sufrir una deportación a sus países de origen, aunque este temor no les quita la idea de avanzar.
“Lo que he escuchado es que nos dejan expulsados totalmente, pero tenemos fe en Dios que, si no llegamos pronto, haya otro artículo que nos deje entrar. Hay esperanzas, lo último que se pierde es la fe en Dios", expresó el venezolano Luis Agüero.
ADVIERTEN CRISIS MÁS PROFUNDA
A los migrantes que lleguen a la frontera entre Estados Unidos y México sin buscar primero la protección en un país por el que pasaron, o sin solicitar su cita en línea, se les negará el asilo al entrar en vigor la nueva orden de inmigración.
La regla, anunciada por primera vez en febrero, incluye medidas para frenar los cruces fronterizos ilegales, al tiempo que abre nuevas vías legales para los migrantes.
Las medidas fueron rápidamente criticadas y denunciadas por grupos de defensa de los migrantes.
“Lo que quiere la autoridad son razones para rechazar a los solicitantes de asilo en la frontera”, dijo Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, mientras su organización instalaba un puesto de información de “conozca sus derechos” afuera de la Iglesia del Sagrado Corazón en Sur de El Paso el jueves.
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Comparó la regla de la administración Biden con la prohibición de tránsito del expresidente Trump: “Eso significa que, si no solicitó asilo en México, lo vamos a rechazar automáticamente, lo cual es una violación del derecho internacional, y también una violación de nuestras propias leyes estadounidenses, del debido proceso”.
CUMPLIMIENTO DIRIGIDO
Alrededor del Sagrado Corazón el miércoles había menos de 200 migrantes, en contraste, con los 1,200 que abarrotaban el área el martes antes de que muchos se entregaran a los agentes fronterizos como parte de una “operación de control” federal contra aquellos que están en EU sin la documentación adecuada.
La situación era casi la misma en el Centro de Oportunidades para Personas sin Hogar de El Paso, donde menos de 50 migrantes permanecían en el callejón que había visto a 225 personas el día anterior y hasta 800 durante el fin de semana.
“Ayer me dijeron que me entregara, pero no quise porque tenía miedo”, dijo Isaías, un migrante venezolano que descansaba sobre frazadas en el callejón contiguo al Sagrado Corazón. Lo hizo de todos modos, fue procesado y puesto en libertad más tarde. Regresó a los terrenos de la iglesia.
“No sé a dónde ir, pero quiero irme”, dijo, y agregó que no tiene el dinero que necesita para viajar a Chicago, donde conoce gente y espera encontrar trabajo, según publica El Paso Matters.
LO QUE ESTÁ POR VENIR
Dylan Corbett, director ejecutivo del Hope Border Institute en El Paso, calificó las nuevas medidas como un “golpe” al asilo. “No cometer errores. Si bien la nueva política fronteriza de Biden está vestida con el lenguaje neutral de incentivos y desencentivos, es un gran golpe para el compromiso de Estados Unidos con el asilo, un error no forzado de una administración demócrata que será difícil de reparar y resultará en dolor y muerte” publicó Corbett en Twitter.
En una entrevista con El Paso Matters, Corbett calificó la política de regresiva y dijo que el resultado será “una verdadera necesidad humana del otro lado de la frontera”, es decir, del lado mexicano.
“Desafortunadamente, la carga recaerá sobre las comunidades fronterizas y directamente sobre los hombros de los migrantes”, dijo.
Eso se debe a que muchos no serán elegibles para el asilo bajo las nuevas reglas, y otros que sean atrapados cruzando ilegalmente podrían ser deportados bajo el Título 8 y enfrentar consecuencias más duras, incluida una prohibición de reingreso de cinco años y procesamiento penal.
Muchos migrantes quedarán atrapados en México, un país en el que García, de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, dijo que pocos quieren quedarse, especialmente después del mortal incendio en la estación migratoria de Ciudad Juárez, donde murieron 40 migrantes.
“Lo que creo que va a pasar es que estas medidas van a profundizar la crisis humanitaria allí”, dijo, y agregó que habrá campamentos de personas más grandes que los que se vieron en los últimos meses mientras la gente esperaba que expirara el Título 42.
TRAFICANTES APROVECHAN
El presidente Andrés Manuel López Obrador denunció este jueves que los traficantes de migrantes o "polleros" cobran en la frontera sur de México hasta 10,000 dólares con la promesa de llevarlos a Estados Unidos.
Por ello, afirmó que ha desplegado funcionarios del gobierno mexicano para evitar que los migrantes se arriesguen y "seguir insistiendo en que hay vías legales para ingresar a Estados Unidos".
"Hay muchos 'polleros', más que de costumbre, muchos traficantes de personas, que están ofreciendo llevar por 8,000 o 10,000 dólares a migrantes a la frontera hablando de que a partir de hoy ya pueden entrar libremente y es una mentira, una manipulación", expuso en su conferencia matutina.
JORGE HUYÓ DE LOS “MAREROS”; PIDE REFUGIO EN MÉXICO
A finales de 2021, Jorge Estrada comenzó un negocio de zapatos en su tierra de origen, Guatemala; sin embargo, en octubre pasado recibió una visita que lo obligó a huir de su país: pandilleros de la Mara Salvatrucha le exigieron una cuota de mil quetzales diarios, o si no él o alguien de su familia moriría.
El padre de dos niñas no quería correr con la misma “suerte” como su cuñado, quien en 2019 fue asesinado a balazos por los mareros. “Querían reclutarlo, pero como él se negó a dar la ‘vuelta’ (asesinar a un ciudadano o cobrar extorsión o llevar mensaje de hostigamiento), lo amenazaron, hasta que acabaron con su vida”.
Sentado a las afueras de una parroquia en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en donde le ofrecen un plato de comida y un vaso de agua fresca por 5 pesos, advierte que, para dejar su nación, tuvo que rematar los artículos de su establecimiento, “me costó mucho ser dueño del mismo, pero no me quedó más que salirme”.
Antes de emprender el viaje el pasado 6 de mayo, Jorge acomodó a su familia en otra región guatemalteca menos peligrosa, pues tampoco quería que ellas se fueran con él debido a que en el trayecto hacia México, o en este mismo país, podrían ser violadas.
A diferencia de otros migrantes, salió solo, avanzó hacia Chiapas por La Mesilla, y, poco a poco “y con la ayuda de Dios”, ha tomado el transporte para avanzar; por el momento, dice, ya comenzó a tramitar su estadía ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), pero tendrá que esperar, primero, 10 días hábiles para una respuesta, y si todo sale bien, otro mes y medio más de espera para obtener el “papel”, con el que podrá conseguir trabajo en territorio mexicano.
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Por el momento, confiesa el varón de 30 años de edad con bachillerato trunco, su meta es llegar a la Ciudad de México, donde desea radicar un tiempo y trabajar, y si hay una oportunidad, “brincar” hacia los Estados Unidos, donde en breve entrará en vigor el llamado Título 8, en sustitución del Título 42, cuyo origen se registró en la pandemia por la covid-19 precisamente para evitar la entrada de indocumentados a ese país.
Su paso por Chiapas ha sido tranquilo, sin embargo, como no cuenta con documentos oficiales que avalen su legal estancia, no puede conseguir un empleo, el cual ha buscado en lavados de autos, taquerías, tiendas, entre otros.
“A la gente le da miedo emplear a un migrante porque piensan que se meterán en problemas”, afirma Jorge, quien advierte que, en su cartera, le quedan pocos quetzales para subsistir, y por ello desea obtener un trabajo; “mi esposa no sabe que ya no tengo plata, ahora me preocuparé dónde pasaré la noche”.
Pese a que entrará en vigor el Título 8, Jorge confía en que, por la situación de violencia que vivió en su país, no tendrá problemas para que los EU le otorguen la visa de asilo político.