TUXTLA GUTIÉRREZ.- La última vez que a Cristian de Jesús Hernández Jiménez se le vio “sano y salvo” fue cuando el pasado 17 de marzo, por la tarde, salía de su casa en una colonia de esta ciudad capital; sin embargo, hasta la fecha, no hay rastro ni seña de dónde pudiera localizarse.
De acuerdo con sus familiares, el padre de familia de 28 años de edad se comunicó con ellos ese mismo viernes, pero como a las 7:40 de la tarde-noche; luego de ese momento, perdieron la comunicación con él, pues su teléfono celular mandaba las llamadas a buzón.
Anahí Victoria Pérez Montejo, su esposa, cuenta que, por uno de sus amigos, se enteró de que a Cristian lo habían detenido y llevado, el sábado en la madrugada, al Centro de Reclusión por Faltas Administrativas “La Popular”, de esta misma capital, supuestamente por escandalizar en vía pública.
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Gabriela Hernández, madre del desaparecido, recordó que ella llegó horas después a ese lugar, donde le permitieron la entrada, pero su hijo no estaba; sin embargo, mencionó que cuando ya había salido del sitio, la llamó un policía para confirmarle que Cristian sí estuvo ahí.
“En ese momento llegó una mujer que también buscaba a su esposo, quien de igual manera estaba desaparecido”, refirió la declarante, quien agregó que, de acuerdo con la información oficial proporcionada, ambos fueron aprehendidos el mismo sábado a la 1 de la madrugada e ingresados como dos horas después a “La Popular”.
“De hecho, sobre mi hijo, me dieron dos versiones sobre su detención, pues primero me dijeron lo de escandalizar en vía pública, y la segunda que lo habían agarrado porque no pasó la prueba del ‘Alcoholímetro’, ya que él llevaba su motocicleta”.
Asimismo, explicó que un juez le detalló que una persona pagó la fianza de ambos detenidos-desaparecidos y se los llevó; sin embargo, lamentó que el servidor público le negó la información, con el argumento de que carecía de un registro.
CRECIENTE ANGUSTIA
La incertidumbre continuó en los siguientes días, debido a que la respuesta para ellas era la misma: no había datos de quien se llevó a su familiar. Por ello, Gabriela y Anahí se vieron obligadas a meter un documento para que les explicaran la situación.
Según la madre de Cristian, cuyo oficio es el de peón de albañil y en los últimos tiempos se dedicaba a repartir mercancía en motocicleta de clientes que le solicitaban su servicio, el juez de “La Popular” siempre se portó hostil y hermético con ella.
En uno de esos días, Gabriela y Anahí se toparon con la mujer del otro desaparecido, quien les confirmó que sí había visto a Cristian encerrado junto a su esposo.
De acuerdo con Anahí, su marido era una persona alegre, responsable y que no se metía en problemas de ningún tipo; por ello, afirmó que le extraña que no sepan nada de él.
Incluso, dijo, han recorrido decenas de cuadras de la ciudad para repartir volantes o pegar hojas con el rostro y nombre de Cristian; además, han visitado hospitales, “anexos”, la morgue y hasta en el Centro Estatal de Reinserción Social para Sentenciados (CERSS) número 14, “El Amate”, en el municipio de Cintalapa.
Algo que les pareció extraño, reveló de nueva cuenta Gabriela, es que en “La Popular” les argumentaron que no tenían registros en sus cámaras de seguridad, debido a que sólo grababan en tiempo real, “algo muy ilógico; tampoco nos apoyaron con los videos del C5”.
LA DENUNCIA FORMAL
Como tenían las esperanzas de hallarlo, no habían acudido ante la Fiscalía General del Estado (FGE), a donde acudieron casi ocho días después para interponer su denuncia por desaparición. Esa instancia abrió un registro de atención con el número 0015.
Pese haber llegado ante esa instancia, desde el 25 de abril no recibían información; por ello, este jueves por la tarde acudieron a “La Popular” para manifestarse, presionar y que les dijeran la verdad.
“Si no nos manifestamos, no nos hacen caso; porque en la protesta responsabilizamos al juez y a todos los que estén inmersos en el tema; y ya fue que nos llamaron de la Fiscalía, nos ofrecieron disculpas, y que según seguirían con la investigación”, mencionó Anahí.
Para las declarantes, es lamentable que policías municipales de “La Popular” se burlaran de ellas durante la protesta. “Nos dio mucha impotencia”, advirtió Gabriela, quien descartó que su hijo haya recibido antes algún tipo de amenaza o haya vivido alguna situación rara que pusiera en peligro su vida o la de sus seres queridos.
Sin embargo, recordó que, en una ocasión, cuando pegaba un cartel con la información de su hijo en una tortillería de la colonia Bienestar Social, un hombre se le acercó y le dijo que no continuarán con la búsqueda, porque “no sabíamos dónde nos metíamos, que era gente mala, que se irían contra mí, y se fue”.
Ante este incierto panorama, madre y nuera ya acudieron ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), donde se comprometieron apoyarlas. Mientras tanto, su desesperación crece, pues Cristian era el sustento de su hogar y su pequeña hija lo necesita.
“Tendré que buscar un empleo, porque me dedicaba al hogar, y mi esposo es que el que provee, pero ahora que no ha estado, se nos ha complicado todo”.
Al término de la entrevista, Gabriela mostró un documento que le otorgaron en la Fiscalía contra la Desaparición Forzada de Personas y la Cometida contra Particulares (carpeta de investigación 0022-101-3003-2023), luego de que le extrajeran sangre a su nieta, hija de Cristian, para una eventual prueba de ADN que se requiriera.