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Universidad patito de Oaxaca: de la oferta de una licenciatura a la estafa

Bajo el nombre de Instituto Maktub, y más recientemente Centro de Idiomas Maktub, ofrecían las carreras de pedagogía y puericultura, pero no contaba con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) de la Secretaría de Educación Pública (SEP), así se constató en una consulta

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Afuera del edificio un letrero enorme afirmaba que el lugar era una universidad con dos carreras y un centro de idiomas. Por la escuela, que en más de tres ocasiones cambió de ubicación, pasaron decenas de estudiantes con la meta de ser profesionistas. Todos fueron estafados. 

Bajo el nombre de Instituto Maktub, y más recientemente Centro de Idiomas Maktub, ofrecían las carreras de pedagogía y puericultura, pero no contaba con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) de la Secretaría de Educación Pública (SEP), así los constató La Silla Rota en una consulta realizada en la plataforma de la SEP.

Quienes se inscribieron nunca imaginaron que tras haber cursado dos y hasta tres años, no tendrían un documento que avalara los estudios. Pese a lo anterior, el lugar sigue ofertando servicios educativos ahora como una extensión del Colegio Universitario Kairós, ubicado en la agencia de Cinco Señores en la capital de Oaxaca. De acuerdo con víctimas de este fraude, cuando iniciaron la carrera de puericultura eran 14 las estudiantes, al cabo de unos meses la mitad desertó debido a que la “institución” nunca mostró el RVOE que presuntamente se encontraba en trámite en la Ciudad de México.

Decenas de alumnas y alumnos fueron estafados
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Las que continuaron lo hicieron bajo la promesa y confianza en la palabra del director Omar Amador. Así, la escuela se mudó del municipio de Santa Cruz Xoxocotlán hacia la agencia de Cinco Señores en la capital del estado. Más adelante se mudaron hacia la agencia de Santa Rosa y luego a un edificio cercano a la sede del PRI estatal ya que, aún sin contar con validez oficial, seguían inscribiendo a estudiantes con falsas promesas. 

El negocio resultaba jugoso ya que de inicio quienes ingresaban tenían que pagar inscripción, mensualidad, uniforme, material didáctico que consistía en fotocopias de libros, así como un curso de profesionalismo en donde les enseñaban a maquillarse y a vestir. Un gasto de más de 7 mil pesos.

Coincidentemente, cada cambio de sede se daba tras una baja importante de estudiantes. Estando en un nuevo edificio la matrícula volvía a subir. Asentados en el inmueble ubicado a un lado del PRI, se registró una deserción numerosa en el grupo de primer semestre y fueron fusionadas con las de cuarto semestre. Aquello implicó que las estudiantes tuvieran que pagar lo equivalente al segundo y tercer semestre para estar a la par de las de cuarto.

“Para el grupo es frustrante que, tras varios años de pagar para conseguir una licenciatura, de hacer sacrificios económicos dentro de la familia y poner tu mayor esfuerzo, al final no tengamos ningún documento que avale nuestros conocimientos”, señaló una de las estudiantes afectadas. 

Ahora, además de negarse a reembolsar el dinero invertido por el estudiantado, los dueños de la escuela se rehúsan a devolverles los documentos oficiales, así como extenderles una boleta sellada, foleada y con validez para revalidar materias en otra escuela.
Las víctimas recurrieron desde septiembre pasado ante la Comisión Estatal para la Planeación de la Educación Superior (Coepes), quien se declaró incompetente para resolver del tema.

DJC