CD. VICTORIA.- Los 4 estadounidenses viajaban en una furgoneta blanca con placas de Carolina del Sur. Cruzaron la frontera con México para que uno de ellos se sometiera a una cirugía estética; sin embargo, en Matamoros, Tamaulipas, fueron atacados y secuestrados por un comando. Este martes se informó que dos murieron en el ataque, uno está herido y uno más está ileso.
Cadenas de televisión, como ABC y CBS identificaron a los 4 ciudadanos estadounidenses como Latavia “Tay” McGee, Shaeed Woodard, Zindell Brown y Eric James Williams.
En entrevista con ABC, Barbara Burgess, de 54 años y madre de Latavia “Tay” McGee, narró que su hija viajó a Matamoros, desde Carolina del Sur, acompañada de su primo Shaeed Woodard para someterse a un “procedimiento médico cosmético” (abdominoplastia). Los otros dos secuestrados serían amigos de la mujer.
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Burgess aseguró que ella le pidió a su hija que no viajara a México debido a la inseguridad. “Mamá, estaré bien”, le respondió Latavia, antes de partir.
También dijo que su hija se comunicó el viernes con ella, poco antes del ataque, y le comentó que estaba a unos 15 minutos del consultorio médico. Sin embargo, cuando la madre intentó comunicarse con ella más tarde, no pudo localizarla. “Su teléfono me mandaba directo a buzón”.
Según las investigaciones, poco después de ingresar a México, el viernes pasado, los 4 ciudadanos estadounidenses quedaron atrapados en el fuego cruzado de un enfrentamiento entre grupos de cárteles rivales.
Un video revela el momento en que hombres armados cargaban a los estadounidenses, malheridos, en la parte trasera de una camioneta. Además, se puede observar a quien sería Latavia “Tay” McGee quien, aparentemente ilesa, en el momento en que es subida a la camioneta de los criminales.
En tanto, se supo que una licencia perteneciente a Williams, quien conducía la furgoneta donde viajaban los estadounidenses, fue encontrada en la escena del ataque.
“UN MAL SUEÑO”
Por su parte, Zalandria Brown de Florence, dijo que después de enterarse que su hermano menor, Zindell Brown, era una de las 4 víctimas del ataque en Matamoros, se puso en contacto con el FBI y funcionarios de Carolina del Sur.
“Esto es como un mal sueño del que desearías poder despertar”, dijo en una entrevista telefónica. “Ver a un miembro de tu familia tirado en la parte trasera de un camión y arrastrado, es simplemente increíble”.
Zalandria Brown confirmó que su hermano, que vive en Myrtle Beach, y otros dos amigos habían acompañado a un tercero a México para una cirugía estética de abdomen.
Brown dijo que el grupo estaba muy unido y que todos hicieron el viaje en parte para ayudar a dividir las tareas de conducción. Estaban al tanto de los peligros en México, agregó, y su hermano había expresado algunas dudas.
“Zindell seguía diciendo, 'No deberíamos bajar'”, dijo Brown.
EL VIDEO
Un video publicado en redes sociales el viernes revela a hombres con rifles de asalto y chalecos antibalas color canela cargando a las cuatro personas en la parte trasera de la caja de una camioneta blanca a plena luz del día, en Matamoros, Tamaulipas.
Al parecer, Latavia “Tay” McGee estaba viva y sentado, pero los otros parecían muertos o heridos. Al menos una persona pareció levantar la cabeza del pavimento antes de ser arrastrada hacia el camión.
La escena ilustra el terror que ha reinado durante años en Matamoros, una ciudad dominada por facciones del poderoso Cártel del Golfo que a menudo se pelean entre sí. En medio de la violencia, miles de mexicanos han desaparecido solo en Tamaulipas.
Desde el mismo viernes, el fiscal de Tamaulipas, Irving Barrios, dijo que una mujer mexicana murió en los tiroteos. No especificó si ella murió en el mismo tiroteo donde ocurrió el secuestro.
Una mujer que conducía en Matamoros, que pidió no ser identificada por temor a represalias, dijo que fue testigo de lo que parecía ser el tiroteo y el secuestro.
La minivan blanca fue embestida por otro vehículo cerca de una intersección, luego se escucharon disparos, dijo la mujer. Llegó otra camioneta con varios hombres armados.
“De repente, ellos (los pistoleros) estaban frente a nosotros”, dijo. “Entré en estado de shock, nadie tocaba la bocina. Nadie se movió. Todos deben haber estado pensando lo mismo: 'Si nos movemos, nos verán o nos dispararán'”.
Dijo que los hombres armados obligaron a una mujer, que podía caminar, a subirse a la parte trasera de una camioneta. Otra persona fue llevada al camión, pero aún podía mover la cabeza.
“Los otros dos los arrastraron por el pavimento, no sabemos si estaban vivos o muertos”, dijo.
Los tiroteos en Matamoros fueron tan graves el viernes que el Consulado de los Estados Unidos emitió una alerta sobre el peligro y las autoridades locales advirtieron a las personas que se refugiaran en el lugar.