CIUDAD JUÁREZ.- El reloj marcaba las 21:00 horas de este lunes 27 de marzo. En la estación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua, se respiraba un aire denso. Había tensión, miedo y enojo. Una versión señala que el infierno se desató debido a los maltratos a los que son sometidos los extranjeros, pero otra indica que fue una protesta para evitar una deportación masiva. Media hora después, el lugar estaba en llamas y lleno de humo tóxico. El saldo fue de por lo menos 38 muertos y 28 heridos, de acuerdo con la versión oficial.
Esta estación migratoria también registraba hacinamiento. Fue inaugurada en 1995 y tiene capacidad para 60 migrantes; sin embargo, el día de la tragedia había en su interior 68 hombres, 15 mujeres y 7 empleados, es decir, un total de 90 personas.
Los migrantes murieron intoxicados por inhalación de humo. Sus cuerpos fueron colocados en el estacionamiento de la sede del INM, cubiertos con colchas térmicas de aluminio, de donde fueron levantados por personal del Servicio Médico Forense.
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Los informes preliminares indican que el incendio se generó en el área de alojamiento destinada a personas migrantes del sexo masculino mayores de edad, por ello es que niños y mujeres pudieron salvar su vida.
Esta estación migratoria se localiza junto al puente internacional Lerdo-Stanton, frente a la presidencia municipal de Ciudad Juárez y a unos metros del río Bravo, lo que separa a los migrantes de alcanzar el “sueño americano”.
Según los testigos, esa área de alojamiento siempre se encontraba cerrada bajo llave. En este lugar había 68 migrantes hombres originarios de Centro y Sudamérica. Muchos de ellos retornados por Estados Unidos a México bajo el Título 42, mecanismo de salud pública que permite al gobierno de Estados Unidos expulsar de inmediato a migrantes a México hasta que se resuelva su situación migratoria.
Aunque también se habla de un grupo de migrantes que fue asegurado el mismo lunes por agentes del INM en un operativo especial en Ciudad Juárez para retirarlos de cruceros viales, donde limpian vidrios, venden dulces o piden dinero.
Desde finales de 2018, Ciudad Juárez registra una concentración masiva de migrantes que se han quedado varados en espera de cruzar la frontera o que han sido expulsados a México por acciones de control fronterizo del gobierno de Estados Unidos.
“LA CULPA ES DE MIGRACIÓN”
De acuerdo con testigos, alrededor de las 21:00 horas los migrantes se empezaron a inconformar porque durante todo el día no les habían dado agua para beber y tenían sed.
A las 21:30 horas, las quejas subieron de tono y los extranjeros decidieron prender fuego a algunas colchonetas del lugar, con la esperanza de que les abrieran la puerta. Sin embargo, fueron abandonados, nadie los auxilio. Se comenzaron a quemar, a intoxicar y a morir.
“La culpa la tiene migración, esto que está pasando es culpa de ellos”, acusó Vianey Infante, migrante venezolana, cuyo esposo fue uno de los sobrevivientes del incendio.
La mujer narró que acudió a las instalaciones del INM porque le informaron que iban a liberar a su marido, quien había sido detenido en un operativo. Pasadas las 21:30 horas, Vianey escuchó gritos y vio salir mucho humo del centro migratorio. Las únicas personas que salieron fueron las mujeres y los empleados, pero ningún migrante hombre.
“Me asomé y me puse a llorar… dejaron a los hombres encerrados en las celdas, nunca los sacaron… son unos inhumanos”.
Poco después, Vianey se enteró que a su esposo lo trasladaron a un hospital con síntomas de intoxicación, pero que estaba vivo.
En el lugar, peritos de la fiscalía de Chihuahua y personal del Servicio Médico Forense (Semefo) trabajaron hasta casi las 5 de la mañana de este martes en el levantamiento de los cuerpos. El lugar se mantiene resguardado por militares y elementos de la Guardia Nacional, así como policías estatales y municipales.
De los rescatados con vida, 29 migrantes fueron traslados con lesiones o intoxicados a cuatro instituciones de salud en la ciudad, entre ellas al Hospital General de Zona número 6 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Cruz Roja, el Hospital General y al Hospital de la Familia, éste último localizado a unas cuadras de las oficinas del INM.
Se reportó que por lo menos 3 de las víctimas fallecieron mientras recibían atención médica, en tanto que 37 murieron en el interior de la estancia migratoria.
DESPUÉS DEL NIÑO AHOGADO
El INM lamentó el fallecimiento de los migrantes en lo que consideró una tragedia, al tiempo que dio a conocer que interpuso una denuncia ante las autoridades correspondientes para que se investigue lo sucedido. En un principio, reportó de manera oficial solo 39 fallecidos. El gobierno después corrigió la cifra a 40.
En un comunicado emitido la madrugada de este martes, la dependencia informó también que se estableció comunicación y coordinación con autoridades consulares de diferentes países para implementar las acciones que permitan la identificación plena de las víctimas.
“El INM expresa su disposición para coadyuvar en las investigaciones de ley, a fin de que se esclarezcan estos hechos y aseguró que dará seguimiento a la evolución del estado de salud de quienes se encuentran hospitalizados y brindará todo el apoyo a los familiares de las víctimas”.
De igual forma dio a conocer que se dio vista a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que intervenga en las diligencias de ley y de salvaguarda de las personas extranjeras.