Los cuatro militares procesados en el fuero militar por la muerte de cinco jóvenes en Nuevo Laredo, Tamaulipas, fueron ingresados la madrugada de este viernes a la prisión del Campo Militar 1-A, aledaño a la sede de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). De acuerdo con reportes, podrían pasar hasta dos años de prisión por los hechos.
Los dos cabos y dos soldados arribaron vía aérea a las instalaciones militares procedentes de Tamaulipas, y de acuerdo con versiones ya pasaron lista.
De acuerdo con El Universal, se investiga a más militares que participaron en los hechos, por lo que no se descartan más militares detenidos.
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Militares detenidos, vinculados a proceso
Ayer se dio a conocer que los cuatro militares implicados en la persecución y muerte de cinco jóvenes, y uno más herido de gravedad, fueron vinculados a proceso por el delito de “desobediencia”. Autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informaron que los cuatro soldados habrían disparado sus armas contra la camioneta donde viajaban los jóvenes en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Este proceso que lleva la Sedena es independiente a las investigaciones que lleva a cabo la fiscalía de Tamaulipas y la FGR, confirmaron a Latinus fuentes de la Sedena. Las fuentes señalaron que a más tardar este viernes deberían estar en la prisión Número 1.
De acuerdo con el Código de Justicia Militar, se comete el delito de desobediencia “cuando el que no ejecuta o respeta una orden del superior, la modifica de propia autoridad o se extralimita al ejecutarla”. Según el código militar, la desobediencia en actos del servicio será castigada con un año de prisión y “cuando ocasione un mal grave que se castigará con dos años de prisión”.
Este jueves, la Sedena reconoció que la madrugada del domingo 26 de febrero militares dispararon contra una camioneta blanca en la que viajaban siete jóvenes en la colonia Manuel Cavazos Lerma, en Nuevo Laredo, dejando a cinco muertos, un herido de gravedad y un ileso.
Según la versión de los soldados, confundieron el ruido de un choque con la detonación de armas de fuego y en ese momento vieron la camioneta, la cual iba a exceso de velocidad y con las luces apagadas.
“Al observar la presencia de las tropas, (los jóvenes) aceleraron la velocidad de manera intempestiva y evasiva, deteniendo su marcha al impactarse después con un vehículo que estaba estacionado”, señaló la Sedena en un comunicado.
“De esta situación, al escuchar un estruendo, el personal militar accionó sus armas de fuego”, reconoció.
Sin embargo, esta versión oficial contrasta con la del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, quien documentó que, según los familiares de las víctimas, quienes habrían sido testigos de los hechos, los jóvenes no viajaban armados aquella madrugada del domingo.
De acuerdo con la carpeta de investigación, esa noche, los jóvenes se dirigían a sus domicilios abordo de una camioneta tipo pickup tras salir de un bar, cuando militares les dispararon en más de 20 ocasiones.
Además, horas después de la ejecución extrajudicial, los familiares de las víctimas se enfrentaron con los militares, quienes accionaron sus armas para dispersar la población. Algunos vecinos resultados heridos.
Por los hechos, la Fiscalía General de la República (FGR) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) también iniciaron una investigación, además de la que desarrolla la fiscalía de Tamaulipas.