MÉRIDA.- Airam tiene 4 años y perdió el recuerdo más valioso que le dejó su fallecido papá: “Peo”, su perrito de peluche. Lo extravió en el área de juegos del centro comercial La Gran Plaza en Mérida, en Yucatán. Su familia pidió el apoyo de la ciudadanía para encontrarlo. La pequeña recibió al perrito de peluche “Peo” en su primer cumpleaños y cada vez que salía con su papá lo llevaba. Los tres jugaban siempre con él.
“Le dieron a Peo cuando tenía un año, fue un regalo de su primer cumpleaños y ya tiene cuatro años. El apego con el peluche es muy grande. Lo relaciona con su papá porque con ese peluche jugaban y a donde quiera que iban juntos lo llevaba. Se la pasaban con el peluche”, detalló su mamá Rebeca López.
La familia acudió a objetos perdidos del centro comercial, pero no hallaron a “Peo”. Sin embargo, insistirán para que la administración de La Gran Plaza les permita ver las cámaras de videovigilancia de ese día y ubicar a la persona que lo resguardó.
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“Es un hecho duro para mi hija, no duerme bien, se la pasa pidiendo el perrito, dice que su fue con su papá a la luna. Nos urge encontrarlo porque el apego que tiene con el peluche es sentimental. Mi hija es chica y le cuesta entender que su papá no está con nosotros en este mundo, es duro para ella que su papá no esté y más que uno de sus recuerdos tampoco”, comentó su madre.
Dagoberto Vargas, papá de Ariam, murió en mayo de 2022. Se intoxicó con una fuga de gas en el departamento que rentaba en Nuevo Casas Grandes, Chihuahua. Su madre Rebeca también resultó afectada y tiene secuelas.
“Yo quedé grave, me ingresaron y tengo un coágulo en el cerebro por el gas que respiré, estuve en terapia y ya más o menos estoy bien. Me dieron de alta con la cartilla abierta por si recaigo”, platicó Rebeca en entrevista.
El papá de Airam era un conocido pitcher. En Yucatán jugó con el equipo de béisbol Azulejos y Diablos de la Bojórquez. Antes fue parte del equipo Toros de Tijuana. Al momento de su muerte pertenecía a los Faraones de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua. Airam solo tiene recuerdos de esto y uno de los más preciados es “Peo”, su perro de peluche.