Hasta su muerte, Heriberto Lazcano Lazcano, era conocido por su brutalidad a la hora de asesinar a sus rivales. Sin embargo, para la iglesia es únicamente una oveja descarriada e, incluso, está muy agradecida con él. “El Lazca” construyó una iglesia en el barrio donde creció, en Pachuca, Hidalgo. Y la iglesia no tuvo empacho en colocar una placa metálica en reconocimiento a uno de los capos del narcotráfico más sanguinarios.
“El Lazca” nació en 1974 y falleció en 2012, luego de enfrentarse con marinos a las afueras de un campo de béisbol en Coahuila. Sin embargo, desde que nació, su vida fue un misterio. Siempre oculto, fueron pocas las fotografías que circularon de él.
Mientras algunas versiones indican que Heriberto Lazcano había nacido en 1974 en Aclatán, Coahuila, otras dicen que nació en 1975 en Apán, Hidalgo. De hecho, la DEA y la Marina difieren incluso en la estatura de Z3. Mientras los estadounidenses dicen que es 1.76 metros, los mexicanos afirman que es de menor estatura, de 1.60 metros.
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En lo que todos coinciden es que, en 1991 Lazcano se enlistó en la infantería del ejército mexicano, donde llegó a formar parte un cuerpo de élite. Tenía 17 años. En marzo de 1998 solicitó su baja para unirse casi de inmediato a Los Zetas, el recién creado brazo armado del Cartel del Golfo.
Los Zetas fueron creados por Osiel Cárdenas Guillén, entonces líder de ese Cartel, y servía como su guardia personal. Sin embargo, en 2010 se produjo una ruptura y desde ese momento Los Zetas se tornaron en el cartel de más rápido crecimiento en México, debido a su entrenamiento militar, tácticas de guerra de guerrillas y a su extrema crueldad.
Los Zetas contrataron a Kaibiles, soldados de élite de Guatemala, y desde entonces introdujeron el decapitamiento como práctica corriente.
LA IGLESIA DE “EL LAZCA”
A pesar de su agitada vida en el crimen organizado, Heriberto Lazcano tenía tiempo para la espiritualidad. En 2010, Lazcano mandó a construir la Iglesia de Nuestra Señora de los Lagos, en la colonia Tezontle, en Pachuca, ciudad donde se le sigue venerando como si fuera un santo, como Jesús Malverde en Sinaloa.
El templo religioso tiene grandes ventanales y paredes anaranjadas, donde descansa una placa que rinde homenaje a su benefactor: “Centro de Evangelización Catequesis Juan Pablo II, donada por Heriberto Lazcano Lazcano”. Debajo, el Salmo 143 de la Biblia: “Señor, escucha mi oración, atiende mis plegarias, respóndeme, tú que eres fiel y justo”, se lee.
Desde 2010, Los Zetas financiaban las obras de edificación de la iglesia cada año hasta que cuando le hacían alguna remodelación. Los grandes ventanales y paredes pintadas con color naranja, caracterizaron al recinto, según reportó en su momento la extinta PGR.
Tras su muerte, en 2012 en Coahuila, Los Zetas mandaron a construir un lujoso sepulcro en el panteón ejidal de San Francisco, donde supuestamente descansan sus restos. El cadáver de Heriberto Lazcano fue “robado” de una funeraria en Coahuila.
Cada año, durante las fiestas patronales y en específico en el Día de la Candelaria, se escucha el corrido Los más buscados que fuera popularizado por el grupo Invasores de Nuevo León, el cual fue dedicado a Los Zetas.
SU MUERTE
Su muerte fue tan violenta como su existencia. “El Lazca” murió durante un enfrentamiento con elementos de la Secretaría de Marina, en Progreso, Coahuila, el 7 de octubre de 2012. Pero aun circulan rumores sobre si está vivo, luego de que su cadáver fue robado de la funeraria, por un grupo armado en Sabinas, Coahuila, según informaron las autoridades federales en su momento.
Según la procuraduría general de Coahuila, los hechos se presentaron aquel domingo por la tarde, cerca de un campo de béisbol del municipio El Progreso.
Avisados por la ciudadanía de la presencia de hombres armados, integrantes de la Marina intentaron detener un vehículo sospechoso. Los dos ocupantes de la unidad no sólo se negaron a detenerse, sino que dispararon contra los marinos.
En el carro murió el conductor, identificado como Alberto Rodríguez, de 44 años. A 300 metros del vehículo quedó el cuerpo sin vida de un hombre que no llevaba documentos de identidad. A su lado, un rifle R15 adaptado para lanzar granadas.
Al día siguiente, luego de cotejar las huellas digitales con los archivos criminales nacionales, se confirmó que este individuo indocumentado era Heriberto Lazcano Lazcano, máximo líder de Los Zetas, y en ese entonces el segundo hombre más buscado en el país, tras Joaquín "El Chapo" Guzmán, preso hoy en Estados Unidos.
Para entonces ya era demasiado tarde para presentar su cuerpo ante los medios: la madrugada del lunes 8 de octubre, un comando lo robó de la Funeraria García.