TUXTLA GUTIÉRREZ.- Tras dejar su carro descompuesto en un taller mecánico, Leider Martínez tuvo que acudir a su trabajo, en la Secretaría de Turismo ubicada en la Torre Chiapas, de esta capital, en un transporte colectivo como lo hacía de costumbre.
Ese mismo día (9 de octubre), Matilde Morales Girón hizo lo propio, pues acudiría a su empleo en ese mismo edificio, pero en otra dependencia.
Entre otra docena de personas, también hizo la parada don Juan José Castillejos Urbina, quien regresaba de hacer un trabajo de albañilería y se dirigía a su casa a descansar. Todos los involucrados no se conocían, pero se subieron a la ruta 91-05 para llegar a sus diferentes destinos.
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Lo que no imaginaban es que, minutos después, la combi chocaría con un auto compacto marca Vento que se les atravesó sobre el carril de baja, de poniente a oriente, del Libramiento Norte, a la altura de la colonia Los Manguitos, y luego se estamparían en un poste de concreto.
Luego del golpe, Juan José pereció al instante, mientras que Leider fue llevado de urgencia a un hospital público, pero no resistió y en el camino falleció.
Sin embargo, la lista de heridos de gravedad era robusta: al menos una docena, entre ellas un infante. El “viacrucis” se prolongó y cobró más vidas, como las de Matilde (16 de octubre) y de don José Castillejos, y días después dos personas más.
Incluso, Rosalba Morales, hermana de Matilde, advierte que, en la lista de lesionados, no aparecían todos los que viajaban en el colectivo, cuyo chofer también resultó con lesiones de importancia.
“Todo sigue igual, no hay nada por parte de las autoridades, menos de las aseguradoras, no sabemos qué hacen, o por qué no han actuado, o por qué no hay detenidos”, se cuestiona.
Hasta el momento, coinciden todos los familiares de las víctimas mortales, no hay responsables detenidos, ni pago de los daños. Incluso, señalan a dependencias como la Secretaría de Movilidad y de Transportes como displicentes, al no buscar una solución.
“NO HEMOS PODIDO TENER UN DUELO POR MI PADRE”
Este jueves, Juan José Martínez acudió al lugar donde ocurrió el accidente para exigirles a las instancias competentes hacer justicia y que este caso no quede impune, “porque, desde hace un mes, no hemos podido tener un duelo por mi padre (Leider)”, quien estaba a punto de jubilarse y disfrutar, con sus hijos, de más tiempo juntos.
Desde el 9 de octubre, han pasado muchas situaciones, e incluso ya se cumplieron tres audiencias con los involucrados de este caso, pero todo continúa igual: sin avances.
Por ello, Juan José se siente molesto, pues su padre era el pilar, su soporte, “se siente ese vacío”. Un día antes del hecho, recuerda que con él fueron a una misa porque acababa de fallecer su abuelo, “y quién sabía que al otro día le tocaba a mi papá”.
También ha visto cómo las autoridades “se quieren lavar” las manos, pues los citan a reuniones, pero no ven nada claro. “Ya estamos cansados, fatigados; lo increíble es que el chofer ya quedó absuelto, está descansando en su casa”.
Luego de la tragedia, comenzaron a circular diferentes versiones de uno de los responsables del choque: el conductor de un vehículo compacto color gris, a quien se le relacionó como cuñado del secretario general del Sindicato de la Sección 50 de Salud en Chiapas, Jorge Luis Díaz Selvas, por lo que se temía de que en este caso hubiera tráfico de influencias, pues los rumores se hicieron realidad.
Por su parte, familiares de Matilde también se unieron a una protesta en el sitio del percance, igual como lo hicieron el pasado 30 de octubre: con un bloqueo de la vía terrestre y con consignas como: “Justicia” y “No al carpetazo”.
Pese a que no hay una respuesta positiva, Rosalba Morales externa que no descansarán hasta que se haga justicia no solo por su hermana (madre de tres hijos menores de edad), sino por todas las víctimas y quienes aún convalecen en un hospital “y seguiremos evidenciando a las autoridades, porque no les duele cómo nos arrebataron a nuestros familiares”.