Horas después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador asegurara que los guerrerenses y oaxaqueños están felices, acapulqueños entrevistados por La Silla Rota refutan el dicho del mandatario. Entrevistados en diferentes puntos de puerto, hombres y mujeres coinciden en que los estragos del huracán Otis y la falta de apoyo no les permite estar contentos.
"Eso es burla, ni eso perdona el señor. No estamos contentos, sí han venido los militares y nos han dado despensas, no puedo decir que no, pero nos faltan más cosas. En mi casa no hay refrigerador ni estufa", dijo Juan Carlos, mecánico.
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La señora Isabel, vecina de la colonia Renacimiento, una de las más afectadas por el huracán reprocha incluso que el mandatario no haya visitado las zonas dañadas del puerto de Acapulco, a más de un mes del impacto del huracán. "Es que él no se ha metido hacia las colonias, por acá donde no hay luz, la mañanera la hizo nada más en la base naval", se queja.
"¡Qué va estar contenta (la gente)! Bueno, la gente que está recibiendo sí, la que anda atrás de los tráileres recibiendo. Yo no puedo andar atrás de ellos, correteando", opina la señora Gloria, ama de casa y costurera.
Jonathan, taxista del puerto reaccionó así: "No, contentos no ¿Cómo vamos a estar contentos? Si nos fue mal con el huracán, que no es culpa de nadie, pero es pronto para decir que estamos felices", dice.
¿Qué dijo el presidente sobre los guerrerenses a un mes del paso de Otis?
La mañana de este lunes, durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que, en sus giras por estados como Oaxaca y Guerrero, la gente lo recibe con gusto.
"Voy ahora a la gira a Guerrero y Oaxaca, y está la gente feliz. La mayoría de la gente", expresó el primer mandatario al explicar que la gente lo recibe con gusto y que sale a verlo de manera voluntaria, porque gobierna obedeciendo al pueblo.
Las expresiones del presidente fueron comentadas por La Silla Rota con damnificados por el huracán Otis, en colonias populares de Acapulco como Frontera y Renacimiento, en donde la remoción de escombros avanza lento o incluso no ha comenzado.
"Hasta la fecha yo no lo he visto aquí presente. A nosotros hasta ahorita no nos ha dado ningún apoyo, o no sé si más adelante nos vayan a apoyar", dice Maricruz una de las vecinas de las colonias más golpeadas por Otis, en la zona suburbana de Acapulco.
En tanto el señor Luis Manuel, chófer jubilado expresa: "Yo no diría que estamos felices porque la ayuda ha sido muy poca, a cuentagotas, pero por su simpatía se confía el señor". A su vez Abraham, taxista acapulqueño dice: " Mejor que ponga a su gente a trabajar, lo que necesitamos es trabajo. Yo ahorita voy saliendo del taller que se me descompuso el carro y me entero de esto ¡Quién va estar feliz!".
“Estoy contenta… porque estoy viva”
La señora Perfecta Abarca espera que alguna autoridad la ayude con la remoción de dos árboles, que a la mañana de este lunes, continúan derribados sobre su casa de lámina y madera, en la colonia Renacimiento. La mujer de 70 años tiene problemas para caminar y no ha podido limpiar su casa desde que Otis la destrozó, hace más de un mes.
La mujer y sus familiares han sobrevivido estos días con la ayuda de vecinos y conocidos. Su edad y discapacidad le dificultan poder salir y ganar una despensa de las que reparte el Ejército y la Marina.
Por otro lado, la familia de la señora Cresenciana Campos pasa las noches en un solo colchón. Los cinco integrantes comparten lo que quedó de las camas.
"Todo se nos perdió: colchones no tenemos, estamos con uno, así dormimos las cinco personas. Vinieron a dar colchonetas, vinieron a dar camas, no me dieron a mí, porque soy discapacitada, no puedo caminar rápido", dice.
La vecina de la colonia Renacimiento asegura que por su discapacidad sólo ha podido obtener tres despensas en este tiempo que el Gobierno las ha repartido. A pesar de usar un bastón para caminar por las calles enlodadas, doña Cresenciana sigue saliendo a vender pan para sobrevivir.
Sobre los dichos del presidente, la vendedora se dice contenta, pero por haber salvado la vida luego del huracán Otis que golpeó Acapulco con categoría 5.
"Sí, yo sí estoy contenta porque gracias a Dios que estamos vivos y contamos con nuestras vidas, y que tenemos un Gobierno y gente que nos apoya, lo agradezco y que Dios me los bendiga", dice la mujer damnificada.