TUXTLA GUTIÉRREZ.- Desde su infancia, Fernando Ruiz se dedicó a cuidar de un rancho y, desde luego, de las vacas y otros animales. Así creció como comerciante ganadero en su tierra natal, Acala; luego, la situación se enrareció: su padre y un hermano fueron asesinados hace tiempo en distintos lugares y momentos en Chiapas.
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Ante ello, don Fernando, hoy de 71 años de edad, vendió lo que le heredaron y se mudó desde hace más de un lustro a otro municipio, La Concordia, donde “empezó de nuevo”. Sin embargo, el pasado 9 de noviembre hombres armados, en un par de camionetas, lo levantaron en la Unión Ganadera Ejidal de este último poblado y, desde esa fecha, no se sabe nada de él.
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De acuerdo con Fernando Ruiz Gómez, es increíble cómo a plena luz del día (10 de la mañana) su papá fuera secuestrado, a pesar, también, de que cerca de donde los malhechores lo interceptaron existe un destacamento de la Guardia Nacional.
Advierte que, desde hace tiempo, trabaja en los Estados Unidos, pero tuvo que viajar a Chiapas para acompañar a su familia e iniciar una búsqueda. No obstante, puntualiza que no ha llegado a La Concordia, pues le han advertido que a él también lo pueden desaparecer.
FORO ROJO
Esta localidad, ubicada en la región Frailesca, se ha convertido en un “foco rojo” del crimen organizado; en los últimos años, incluso, se han desatado balaceras entre bandas que, al parecer, se disputan el territorio.
Está tan mal, dice Fernando, que ni el presidente municipal opera en su zona, “mucho menos que haya policías; no hay nada, impera la inseguridad”.
Advierte que su papá era un hombre activo que, desde temprano, llegaba a las instalaciones de “La Ganadera”, se tomaba el café con sus amigos, y ahí mismo compraba y vendía ganado.
Según él, no había recibido amenazas de muerte, ni mucho menos le habían exigido el “cobro de piso”. Fernando insiste en que es una persona muy conocida, y saben de su calidad humana.
“Le dije a mi padre en una ocasión que se fuera para allá conmigo (a los Estados Unidos), pero no quería, y me decía que en La Concordia lo conocían todos, que se sentía bien, confiaba en la solidaridad de las personas de allá”.
SÚPLICAS A LOS GOBIERNOS
A las afueras del Palacio de Gobierno, Adriana Ruiz, hija de Fernando, explica que quienes se llevaron a su padre saben que él no tiene nada qué ver en acciones ilícitas, “somos gente de trabajo”. De hecho, exhorta al gobernador del estado, Rutilio Escandón Cadenas, a voltear a ver este caso.
“Él tiene el poder, tienen al Ejército, tiene a las fuerzas federales… que lo busquen, porque no somos delincuentes, han roto una familia entera”, externa, entre lágrimas, la mujer, quien lamenta que México se haya convertido en uno de los países más violentos del mundo.
Aclara que su papá es un hombre justo, pero está enfermo, por lo que requiere de su tratamiento, “que investiguen a mi padre, somos honestos, que lo investiguen, quiero de vuelta a mi padre, vivo o muerto, pero que me lo entreguen”.
Antes de “quebrarse” en llanto, Adriana Ruiz se dirige al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador:
“Señor, usted que dice que Chiapas está tranquilo?? ¡venga a ver cómo estamos sufriendo, investigue a mi padre, hágalo, lo reto!; no tenemos nada qué ver (con la delincuencia)”.
De nueva cuenta, Fernando Ruiz Gómez da a conocer que, el mismo 9 de noviembre, sus hermanas recibieron una llamada telefónica, para pedirles dinero, sin embargo, recuerda que los plagiadores mencionaron otro nombre que, según él, no tiene nada qué ver con ellos, ni con don Fernando.
A partir de ahí, dice, todos los días recibe hasta 30 llamadas telefónicas para extorsionarlos. “Pero hasta el sábado pasado recibimos la última, donde nos pedían una cantidad estratosférica, la cual no tiene mi padre, ni nosotros”.
CLIMA HOSTIL EN CHIAPAS
Aunque las cifras oficiales no demuestran lo que sucede en realidad en el territorio chiapaneco, todos los días circula información sobre desaparecidos. El pasado 16 de noviembre, una decena de comerciantes guatemaltecos, entre ellos un menor de 17 años, salió de su país para dirigirse a Frontera Comalapa, Chicomuselo y Siltepec, como de costumbre, para vender aves de traspatio.
Sin embargo, todos desaparecieron, según los datos obtenidos, sobre el tramo carretero Chicomuselo-Siltepec; al menos es lo que dijeron sus familiares a varios medios de comunicación.
Mediante un comunicado emitido el pasado 24 de noviembre, el Ministerio de Relaciones Exteriores del gobierno “chapín” aseguró que se emitió una alerta internacional, la “Alba-Keneth”, y giró oficios a la Fiscalía de Migrantes, del Ministerio Público de Frontera Comalapa, y del Distrito Fronterizo Sierra de Comitán de Domínguez.
“Es importante señalar que, hasta el momento, no se ha logrado precisar el lugar de la presunta desaparición, debido a que los connacionales tenían una ruta establecida de venta de pollo que abarca varios municipios de la zona fronteriza, en el estado mexicano de Chiapas…”
El pasado 22 de este mes, tres hombres (Irving Alexander Ruiz, Luis Crispino Cantoral y Neptalí de Jesús Recinos) salieron de San Cristóbal de Las Casas con dirección a Venustiano Carranza y, desde esa fecha, no se sabe de su paradero.
DJC