MEXICALI.- Leonel es un ingeniero agrónomo que dejó Haití buscando oportunidades para salir adelante en Estados Unidos y hoy está en Tijuana casi por azar. Cuenta que cuando por fin llegó a Ciudad de México tras dejar Tapachula, Chiapas, su meta era el estado de Tamaulipas. Pero en la estación de autobuses solo encontró boletos para Tijuana, y como tiene un amigo aquí, tomó el viaje.
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“Yo no sé dónde Dios me va a mandar”, responde luego de recorrer varias mesas que ofrecen vacantes en una feria del empleo para migrantes a la que acudió con un grupo de primos, el mismo con el que dejó su país.
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En la ciudad se instaló una feria la cual es una colaboración entre asociaciones civiles, empresariales y organismos internacionales que pretende ayudar a las personas en movilidad para sostenerse económicamente mientras deciden, como pasa con Leonel, si se quedarán en México o seguirán su camino al norte.
Como sea, él y sus primos también están en la zona fronteriza donde el número de personas que se aventuran para cruzar ilegalmente a Estados Unidos repuntó en los últimos tres meses.
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Los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), y del Instituto Nacional de Migración (INM), en Baja California, dicen que el aumento incluye a mexicanos y extranjeros, pero son estos últimos los que encabezan la lista.
INM detecta hasta 150 nacionalidades de migrantes
David Pérez Tejada Padilla, delegado del INM en Baja California, dice que diariamente cruzan a Estados Unidos unas 900 personas solo entre la zona urbana de Tijuana que colinda con el muro internacional, y el área montañosa de Tecate donde hay espacios sin cerco.
“Los enganchan desde el aeropuerto, las centrales camioneras, etcétera. Les quieren cobrar llevándolos a algunos puntos de la frontera. Se están aprovechando de la obra de Playas de Tijuana (reposición del muro), se aprovechan de la canalización (del Río Tijuana). Cortan el muro, quitan algún barrote y se meten. Esa es la forma en que están operando”, comentó en entrevista.
A la par, el instituto informó que en un lapso de apenas tres semanas “rescató” en el estado a 300 migrantes de 36 nacionalidades distintas, incluidos 60 menores de edad y 83 mujeres.
“Se reforzaron los patrullajes de reconocimiento con los tres niveles de gobierno en puntos vulnerables para los migrantes, donde operan grupos delictivos”, informó el INM en un comunicado de prensa.
Esa autoridad migratoria ha identificado migrantes de Colombia, Ecuador, Guinea, India, Mauritania, Irán, Bangladesh, Nigeria, Burkina Faso, Rusia, Turquía, Jamaica y varios países más.
El INM dice que tiene informes de 150 nacionalidades distintas pisando Baja California en su camino a Estados Unidos, pero eso no significa que su paso esté documentado oficialmente
“Nosotros únicamente tenemos detectados 116 nacionalidades en el aeropuerto, quiere decir que 34 (nacionalidades) más están llegando de alguna manera que no la podemos detectar”, reconoció el delegado David Pérez.
La llegada de extranjeros a BC
Leonel y sus primeros salieron de Haití el 20 de septiembre y a principios de octubre ya estaban en Tijuana. Fue una ruta que incluyó Nicaragua, Honduras, Guatemala, Tapachula y Ciudad de México.
“Puedo decir que se puede venir, pero un poco de cuidado” (sic), dice Leonel como advertencia a cualquiera que quiera atravesar el país para llegar a Estados Unidos.
Lo que sí asegura es que sus trámites migratorios en México avanzan, pero no sabe si encontrar empleo en su profesión lo convencería de vivir en este país.
Aunque no sería extraño que se quedara en Baja California, considerando que hasta el 60% del total de solicitudes de refugio atendidas en el estado este año fueron de población haitiana, de acuerdo con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
“El año pasado fueron alrededor de 3 mil 400, ahorita llevamos 3 mil 700 solicitudes”, destacó a principios de octubre el titular de la Oficina de Representación de la Comar en Baja California, Efrén González Pola.
Pero la cantidad de extranjeros que cruzan irregularmente por Tijuana y Tecate, Baja California, para llegar a San Diego, California, es muy superior a la estadística de quienes optan por quedarse en suelo mexicano.
Aduanas y Protección Fronteriza informó que los “encuentros” entre sus agentes y migrantes en esa área crecieron 31% en el último año fiscal que comenzó en octubre de 2022 y terminó en septiembre de este año.
Pasó de 176 mil 290 migrantes asegurados el año pasado, a 230 mil 941 en 2023. Hubo particularmente tres meses de incremento desde que el 12 de mayo de este año terminó el Título 42 (que permitía la expulsión inmediata de migrantes a México con motivo de la emergencia sanitaria), y entró en vigor el Título 8 que trajo de regresó las deportaciones y endureció las sanciones a los cruces ilegales.
Sin embargo, el temor de esas nuevas sanciones que incluyen desde una prohibición de reingreso por al menos cinco años, hasta cargos penales por regresar una vez deportado, solo detuvo los flujos temporalmente. En junio los cruces irregulares cayeron a 12,901 tras los más de 22 mil que hubo un mes atrás, y de allí crecieron de nuevo. Fueron 15 mil 032 en julio, 18 mil 985 en agosto y 26 mil 609 en septiembre.
Un total de 96,385 cruces ilegales entre mayo y septiembre de este año: 71 mil 221 de ellos de países distintos a México y Centroamérica, que están en segundo y tercer lugar de ese registro, respectivamente.
David Pérez Tejada Padilla dice que una parte de quienes están cruzando ilegalmente siguen siendo personas cansadas de no obtener una cita en la aplicación CBP One para solicitar asilo.
Pero otro tanto viene enganchado por traficantes de personas y en ocasiones se trata de extranjeros con documentos en regla que incluso entraron como turistas a México
“Nosotros como autoridad de buena fe otorgamos una tarjeta o una condición de visitante de turista (...) No están usando la residencia permanente para vivir y trabajar en Tijuana, la están usando para aprovechar la estancia y poder cruzar de manera irregular. Ahora sí que nos utilizan como autoridad”, afirma.
Uno de los cruces masivos más recientes fue de africanos y ocurrió el pasado 5 de octubre por la canalización del Río Tijuana.
“Ya tenemos detectado quiénes son los traficantes que los están llevando, ya tenemos detectado en qué punto se están reuniendo, entonces estamos actuando”, afirmó el delegado del INM en Baja California sobre la migración africana.
Mientras tanto, Leonel y sus primos siguen buscando trabajo e intentan conseguir una cita para asilo mediante CBP One, pero no han tenido éxito. “Tiene problemas de internet”, explica Leonel sobre el más nuevo inconveniente de uno de sus primos con la aplicación que lleva en su teléfono celular.