La alarmante, sorpresiva y destructiva intensificación que experimentó el huracán Otis horas antes de azotar Guerrero y el puerto de Acapulco, es vista por especialistas como un reflejo de la crisis climática causada por el ser humano, una circunstancia que se manifiesta con mayor recurrencia esto de acuerdo a expertos consultados por CNN.
Según registros y lo investigado por CNN, la velocidad máxima del viento de Otis se incrementó en 185 kilómetros por hora en tan solo 24 horas. Este fenómeno, conocido como “intensificación rápida”, es cuando los vientos de una tormenta se fortalecen velozmente en un corto periodo. La definición científica estipula un aumento de velocidad del viento de al menos 56 kilómetros en un lapso de 24 horas o menos, lo que generalmente demanda significativo calor oceánico.
Brian McNoldy, científico atmosférico de la Universidad de Miami entrevistado por CNN, señaló que Otis se benefició de una sección cálida del océano con temperaturas aproximadas de 31 grados Celsius, suficiente para alimentar una tormenta de gran magnitud. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica indica que más del 90% del calentamiento global en los últimos 50 años ha ocurrido en los océanos. Adicionalmente, se detecta un crecimiento del fenómeno de El Niño en el Pacífico este año, elevando aún más las temperaturas oceánicas.
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Históricamente, es inusual que tormentas de intensidad considerable toquen tierra en de esa manera en todas las costas del país, de hecho se menciona que solo un huracán, el Max de Categoría 1 en 2017, ha impactado a unos cuantos kilómetros de Acapulco, según datos de NOAA analizados por CNN.
Sin embargo, este comportamiento se ve afectado por dos factores: un año de El Niño, que activa más el Pacífico norte oriental, y el cambio climático antropogénico, mencionó Suzana Camargo también entrevistada por CNN y experta en huracanes así como profesora de la Universidad de Columbia.
¿Pudo saberse que Otis iba a intensificar así?
De acuerdo con CNN, estudios recientes han evidenciado que los huracanes del Atlántico ahora tienen más del doble de probabilidad de intensificarse de una Categoría 1 débil a una Categoría 3 mayor en un periodo de 24 horas, en comparación con lo observado entre 1970 y 1990. Otro estudio de 2019 reveló que, entre los años 80 y principios de los 2000, los huracanes del Atlántico presentaron un aumento “altamente inusual” en su intensificación rápida.
Los expertos mencionan que estas intensificaciones han sido históricamente difíciles de predecir. No obstante, con el calentamiento oceánico propiciado por el cambio climático, se espera que estas manifestaciones sean más frecuentes.
DJC