El Grupo de Puebla terminó el IX Encuentro del Grupo Puebla con un llamado a la integración social y económica de región, a acabar con las sanciones económicas impuestas a Venezuela y Cuba, que violan la Carta Internacional de Derechos Humanos, así como a asumir una agenda progresista, exigir un cese temporal en la guerra Rusia y Ucrania, y a impulsar la desdolarización de América Latina.
La presentación de las conclusiones tuvo lugar en el Museo Internacional del Barroco, donde el fin de semana se realizaron sesiones plenarias para hacer frente a una derecha de la que, Ernesto Samper Pizano, ex presidente de Colombia, dijo: “¿Tenemos miedo a la derecha? No. Le tememos a la neo derecha que promueve la cultura del conflicto y la ideología de una falsa libertad como violencia que no es compatible con la igualdad ni con la solidaridad”.
La derecha, se lee en Más integración para un nuevo multilateralismo documento que engloba la propuesta internacional del Grupo Puebla para América Latina y el Caribe, “trabaja con los temores de la gente. Su estrategia es movilizar a la gente votando contra un enemigo para protegerse. El progresismo, por el contrario, plantea esperanzas y salidas. La gente puede entonces escoger entre el miedo a la oscuridad que ofrece la derecha o la luz de la esperanza del progresismo”.
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Esa misma derecha, afirmó el grupo, "suele utilizar a los medios de comunicación para criminalizar a los líderes de izquierda y esto es responsabilidad de la ultraderecha".
Y aunque a las conclusiones se presupone que los integrantes del Grupo Puebla habían llegado por consenso, la intervención de Silvina Romano, historiadora argentina con doctora en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Córdoba, dejó claro que aún en el seno del grupo hay desacuerdos.
Romano afirmó que la propuesta de los expresidentes latinoamericanos incluye la desdolarización de la economía de la región que, en sus propias palabras, significa crear una moneda única para la región.
La dolarización mundial, de acuerdo con Ernesto Samper, ex presidente de Colombia, “es el arma hegemónica empleada para que la globalización sea un juego de perdedores y ganadores (…) y sólo si logramos avanzar en una desdolarización podremos hablar de que se ha creado un espacio para un entendimiento global”.
Lo expuesto por Silvina Romano en cuanto a crear una moneda única tuvo que ser aclarado por el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, quien dijo que el Grupo Puebla propone un tipo de cambio diferente al dólar, no crear una moneda única, sino tener opciones que se puedan usar de forma alterna a la moneda de cada país.
El grupo también planteó en sus conclusiones la defensa de la autonomía, la dignidad y la seguridad material de América Latina y el Caribe, reactivar la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), reforzar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), condenar las sanciones el bloqueo económico a Cuba y Venezuela.
En las conclusiones se instó a los gobiernos de América Latina a aplicar el Acuerdo de Escazú que protege derechos humanos de los defensores del medio ambiente y se hizo un llamado a las potencias hegemónicas para ratificar los acuerdos en materia medioambiental.
Karol Cariola Oliva, diputada chilena, consideró que uno de los resultados más importantes del grupo es apostar por la integración de las mujeres en los procesos democráticos y el llamado a la unificación de Latinoamérica para hacer frente al embate de naciones poderosas.
En la lectura de las conclusiones participaron también Olivia Salomón Vivaldo, aspirante de Morena a gobernar Puebla; Marco Enríquez-Ominami, uno de los fundadores del grupo; Karol Cariola Oliva, diputada chilena; y Ernesto Samper.