TUXTLA GUTIÉRREZ.- Con el brazo izquierdo destrozado, con una aparente herida hecha, al parecer, por una arma blanca a la altura de la garganta y con su uniforme escolar ensangrentado, así fue hallado muerto, en un terreno baldío de la colonia Pozo de Jacob, en San Cristóbal de Las Casas, Joshua Hugo “G”, de 15 años de edad.
Sin embargo, un día antes de ese hecho, el 23 de noviembre pasado, el adolescente había acudido a su escuela, el plantel 20 del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecyt), pero como a las 10 de la noche ya nadie supo más de él.
Verónica, madre del pequeño, dijo en ese entonces que como a las 8 de la noche de esa fecha habló por última vez con él, vía mensaje de Whatsapp, hasta que no respondió.
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Al día siguiente, comenzó la búsqueda por hospitales y otros sitios de este Pueblo Mágico. Pero fueron varias alertas en redes sociales las que generaron más incertidumbre en ella: conocidos le advirtieron que, por las características, podría tratarse de Joshua quien estaba tirado en un lote baldío.
En ese entonces, algunos de sus familiares recordaron a Joshua como un niño tranquilo que no tenía vicios. Al parecer, Joshua fue torturado.
Sobre este caso, circularon una serie de versiones, como el que el brazo de Joshua fue arrancado por el ataque de un león, “mascota” propiedad de un presunto narcotraficante de San Juan Chamula.
Para el 8 de diciembre, la Fiscalía General del Estado (FGE) dio a conocer, a través de un comunicado, sobre la aprehensión de Anita Miguel “N” como probable responsable del homicidio calificado de Joshua.
Pese a que esa instancia reveló que contaba con pruebas suficientes, esta versión fue cuestionada por la sociedad civil, pues no creían que esa mujer hubiera estado involucrada en el crimen.
CIFRAS QUE LO DEJARÁN “FRÍO”
De acuerdo con datos proporcionados por la Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias (Redias), Chiapas se colocó en el cuarto sitio a nivel nacional por muertes de niños, niñas y adolescentes (NNA), con un total de 2,309 casos, es decir 6.3 sucesos diarios.
Afecciones perinatales, malformaciones congénitas, diarrea, neumonía, leucemia, hechos de tránsito en vehículos motorizados, suicidio, agresiones, muerte súbita infantil y homicidios fueron las principales causas de esos eventos.
Del total de fallecimientos de forma violenta, 18, 24 y 22 de cada centenar ocurrieron por homicidio, hechos viales y por suicidio, respectivamente.
A finales de octubre, La Silla Rota también difundió el caso de Dilan Ángel “N”, de 10 meses de nacido, quien dormía junto a su madre en una colonia de la zona alta de Tapachula, cuando un sujeto entró a su vivienda y se lo llevó a la fuerza.
El mismo día del hecho, el pasado viernes 28 de octubre pero por la noche, el pequeño fue encontrado sin vida cerca de un arroyo, envuelto en una sábana. Pese a ello, la Fiscalía General del Estado (FGE) nunca informó sobre el caso.
NIÑA DA A LUZ EN LA BANQUETA; SU BEBÉ MURIÓ
Otra tragedia se registró en el Hospital General de Tapachula, el 12 de noviembre de 2022: Aracely, una niña de 14 años de edad, parió a su bebé en la banqueta porque el personal de ese nosocomio le negó la atención.
Este hecho quedó grabado en videos y fotografías, en los cuales se observa que la joven madre es apoyada por otras mujeres para que dé a luz sobre un cartón.
La indignación fue mayúscula debido a que, aparte de que Aracely, oriunda de Ciudad Hidalgo, en la misma región del Soconusco, no recibió el apoyo de personal médico o de enfermería de ese nosocomio, su recién nacido perdió la vida.
Ella acudió de urgencia al Hospital General una noche antes, pero no la quisieron revisar. Incluso, en uno de los videos, una enfermera, de manera prepotente, exige que nadie grabe.
Horas después, la Secretaría de Salud del estado aseguró que investigaría este hecho y se tomarían cartas en el asunto; sin embargo, hasta la fecha no se sabe si esa dependencia procedió en contra del personal que incurrió en negligencia.
Pero los datos de Redias son crudos: en 2021, el primer mes de vida representó la etapa de mayor ocurrencia de decesos; además, los bebés varones fueron los más afectados.
Es decir, de las poco más de 2,300 muertes infantiles, el 55.8 por ciento correspondieron a bebés menores de un año; de 1 a 5 años absorbieron el 20.4%, mientras que el 16.1% correspondió a quienes tenían entre 12 y 17 y el resto (7.8%) a los de 6 a 11.
Solo de afecciones perinatales se contabilizaron 642 casos y malformaciones congénitas fueron 652.
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