TUXTLA GUTIÉRREZ. - Si se ha complicado combatir la tala ilegal en algunos territorios de Chiapas es porque existen grupos armados que complican la situación, reveló Inés Arredondo Hernández, funcionario de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en el estado.
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En su participación como panelista de la VI Sesión del Congreso Estatal “El Manejo Forestal y Desarrollo Rural ante el Cambio Climático”, que se celebra en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), mencionó que hay sitios como Betania, municipio de Teopisca, donde es complicado actuar, “(porque) ni la Guardia Nacional entra allí”.
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Lo que se ha buscado en este tipo de regiones, refirió, no es sancionar o castigar, sino llegar para invitar a esa gente a que se regularice, “Profepa les dice: ‘Cubre el daño y regularízate’”.
De hecho, confirmó que la regularización en materia ambiental cayó a la tercera parte, cuando, opinó, debería ser al revés, “estamos un poquito cojos, entonces tenemos que trabajar en ese sentido”.
A pesar de que se ha dicho que las autoridades no tienen voluntad para detener y hacer justicia contra quienes talan árboles de forma ilegal, aseveró que sí la hay. Por eso, agregó, se hacen operativos de forma permanente.
“En este momento, te puedo decir que hay un operativo en Cintalapa, donde nos acompaña la Guardia Nacional, la Fiscalía Ambiental, la Fiscalía General del Estado, entre otras corporaciones”, ejemplificó.
Además de Betania, Teopisca, detalló que hay otras zonas complejas para el combate de ese “flagelo” como San Cristóbal de Las Casas, Comitán, Las Margaritas, Ocosingo, San Andrés Larráinzar y Altamirano, “en este último municipio hay una autopista: (conformada con) dos carriles de cemento y dos de aserrín (sic)”.
"Todos se suben al barco del grupo armado 'legal'"
A todo esto se le suma la localidad de Chanal, dijo, donde no se tiene un método autorizado “y sale más madera que en Las Margaritas. Ahí tenemos un problema fuerte, porque hay un grupo armado ‘legal’, y al amparo de ese grupo armado ‘legal’, se suben todos al barco, y como no sabemos quiénes son, pues no se puede hacer nada”.
Otro de los problemas por los cuales no podrían incurrir en un operativo más “agresivo”, confesó, es porque si eso ocurre, “tendríamos encima a todas las organizaciones internacionales (defensoras de derechos humanos) en menos de 24 horas. Esa es la dificultad”.
Como parte de su disertación sobre el tema “Situación actual y perspectiva de la estrategia de atención a la tala y tráfico de productos forestales”, advirtió que, mientras no se cambie la política de subsidio hacia el manejo forestal, sin duda “no va a suceder nada”.
El día que la sociedad atienda los bosques de forma adecuada, refirió, se tendrá cierta tranquilidad por el cambio climático, “ahorita nos metemos en la madera, pero es el agua, y este recurso es de uso colectivo, de uso de la sociedad, es la captura de carbono lo que disminuye los problemas de temperatura; hablamos del convertidor número uno del clima que quita lo malo que es el carbono y lo regresa como oxígeno”.
Cuando no se entienda todo lo antes expuesto, insistió, no habrá forma de entender la importancia del bosque, “pero cuando le entendamos, ese día estaremos más tranquilos todos”.
(djh)