APATZINGÁN.- Emilia Núñez Valencia es una niña de 14 años de edad que sueña con ser militar. Todos los días luchaba para superarse hasta que tres criminales le frenaron su anhelo de pertenecer a las filas del Ejército.
El pasado 5 de septiembre, los secuestradores arrebataron a Emi de las manos de su mamá, en Apatzingán, Michoacán. Eran las 06:52 de la mañana cuando María del Carmen Valencia Álvarez fue interceptada por sujetos armados, sobre la calle Libertad, de la colonia Ferrocarril.
“Yo la llevaba a la escuela en la camioneta y unos tipos me cerraron el paso, uno con su pistola estrelló el vidrio del lado del copiloto, abrió las puertas y se llevaron a mi hija”.
Te podría interesar
María del Carmen recuerda que los delincuentes no dijeron nada y simplemente se llevaron a Emi.
Cuenta que a pesar de que intentó arrebatarles a la niña y convencerlos de que no se la llevaran, los criminales finalmente lograron su cometido.
Te podría interesar
“Uno de ellos me golpea la espalda, me azota en el camellón, me tira del estómago y ahí pensé que mi vida se acababa, pensé que el chavo me iba a disparar”, narra.
Cuenta que cuando los sujetos empezaron a romper el cristal de su vehículo, su hija, aterrada, la abrazaba y gritaba “¡NO!” a los criminales.
Después, ya en manos de los delincuentes, lloraba y gritaba y “ya cuando la suben a la camioneta, no supe más”, platica María del Carmen Valencia.
La madre de Emi cuenta que su primera reacción fue pedir auxilio a los vecinos y conseguir un teléfono celular para comunicarse con las autoridades y sus familiares.
EL RESCATE
Relata que los secuestradores le pedían una enorme cantidad de dinero a cambio de regresarle a su hija, pero decidió dejar todo en manos de las autoridades.
María del Carmen presentó una denuncia ante la fiscalía de Michoacán, donde se inició la Carpeta de Investigación y donde ya identificaron a los presuntos responsables.
Se trata de Leobardo Vieyra Mercado, Daniel Villanueva Cabrera, así como Ramón Humberto Galván Chacón y/o Ramón Humberto Valencia Chacón, de 38, 25 y 29 años de edad, respectivamente. Los tres originarios de ese municipio de Tierra Caliente.
La fiscalía publicó acuerdos en los que ofrece 100 mil pesos de recompensa a quien proporcione información que la lleve a los responsables del secuestro agravado.
A pesar de ello, han pasado más de tres meses desde que Emi fue secuestrada y nada se sabe de ella, por lo que este lunes 5 de diciembre los familiares se manifestaron.
Los padres de la víctima, amigos y seres queridos salieron en caravana de las afueras de la presidencia municipal hacia el monumento a Lázaro Cárdenas.
Exigieron apoyo de las autoridades locales y estatales, de quienes se dijeron ignorados. “¿Será porque están coludidos?”, se cuestionó María del Carmen.
Un día antes de la manifestación, los padres de la niña recibieron al menos cinco llamadas telefónicas de extorsión, con las que intentaron sorprenderlos.
Todo derivó porque padres y familiares de la menor decidieron, por primera ocasión, salir a las calles y hacer públicas sus exigencias.
Pero, insistió, todo se trató de llamadas de extorsión y no de los secuestradores de su hija, a quienes les piden que se la regresen.
UNA NIÑA CON MUCHOS SUEÑOS
Emi es estudiante del tercer año de secundaria en el Instituto Valladolid; es descrita por su mamá como una niña “encantadora y con un futuro brillante”.
Sostiene que su hija es una niña con muchos sueños por cumplir, que tenía no más de tres meses que empezaba a entrenar básquetbol y que nunca fue problemática.
“Nunca me ha dado problemas ni en la escuela ni con sus compañeros ni en la casa. Ama a su familia, el básquetbol y su escuela”, destaca María del Carmen.
Nacida el 5 de abril de 2008, Emilia gusta de escuchar música en inglés, clásicos de los 80´s y tenía una fascinación por dibujar. Sus colores favoritos son el negro y el morado.
ESTOY MUERTA EN VIDA
Para la familia, el secuestro de Emi ha sido un verdadero infierno. Su vida cambió por completo y su mamá, María del Carmen, explica el daño que causan los criminales.
“Imagínate cómo es mi vida, es mi hija, más de tres meses secuestrada, no he estado bien. Es lo peor. Estoy muerta en vida. Me falta mi hija”.
Relata que desde que los delincuentes privaron de la libertad a su hija, le daba miedo salir a la calle, hasta el pasado 5 de diciembre que decidió salir a protestar.
“No tiene mucho que pude regresar a mi casa, a donde estaba mi niña, a donde están sus cosas, porque todo me recuerda a ella”, revela.
Patica que le lastima mucho la ausencia de su hija y que a cada segundo se le viene con mayor énfasis cómo convivía con su hija, cómo le hablaba, cómo la abrazaba.
“Ya quisiera verla, que vuelva a asomarse a verme en el cuarto… o sea, todo, todo, todo lo que hacía mi niña”, expresó, María del Carmen Valencia.
Ahora, los familiares de la niña solo piden a los gobiernos, municipal, estatal y federal “que se pongan en nuestros zapatos y hagan algo, muevan todo, para recuperar a mi hija”, reitera la madre de la víctima.
LOS DATOS
Emilia Núñez Valencia es una de las 36 víctimas de secuestro que registra Michoacán en lo que va del año y una de las tres que se han reportado en Apatzingán.
El municipio michoacano con más secuestros es Morelia, con 14 delitos perpetrados, seguido de Uruapan con 13. Jiquilpan tiene tres, Lázaro Cárdenas, dos y Zitácuaro, uno.
rst