Artesana y joven madre de 19 años, Leti Martínez tiene que emigrar del poblado de Amealco hacía el centro de Querétaro con su pequeña hija para poder lograr vender algunos de sus productos artesanales de forma ambulante en el Jardín de la Corregidora; Leti pertenece a uno de los 98 mil artesanos en condición de informalidad laboral que trabajan en el estado de Querétaro, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
En entrevista para el diario Chiapas Paralelo, la artesana afirma que los mismos locatarios del Centro Histórico no los quieren ver vendiendo sus productos por ahí, pues estos argumentan que ellos si pagan impuestos.
Incluso, comenta Leti juntaron firmas en 2021 para que el gobierno los sacara de los principales andadores del Centro Histórico de Querétaro en junio del mismo año; sin embargo no solo los locatarios están en contra de los artesanos ambulantes, sino también el gobierno comenta Leti.
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Dicha acusación la sostiene luego de asegurar que el municipio nunca les ha dado una solución para poder vender formalmente, aún siendo originarios del mismo estado Querétaro.
“No nos dan ni un permiso, ni una tolerancia. Nosotros nos atenemos y tenemos esa valentía porque somos originarios de aquí. Nadie nos puede sacar de nuestro Estado”.
Vale la pena señalar que la Ley de Fomento a la Actividad Artesanal en el Estado de Querétaro a buscado la vinculación de los artesanos a las dependencias estatales del sector de desarrollo económico y social del Estado.
Una de estas dependencias es, la Casa Queretana de las Artesanías de la cual Alejandro Botello, es el supervisor de comercialización, el cual explica que los artesanos proveen a la institución con su mercancía y cuando tienen la demanda de algún producto que la gente está buscando, ellos se acercan al artesano que lo produce y lo invitan a formar parte de la Casa.
Asimismo menciona que al hacerles la invitación a la formalidad a los artesanos, se les solicita una identificación oficial y un comprobante de domicilio en el que demuestren vivir en el Estado.
“Tienen que ser artesanos que residen en Querétaro, aunque no hayan nacido aquí. No podemos, por una cuestión administrativa, trabajar con un foráneo”, aclara.
Además, se les solicita tramitar una cuenta bancaria para que haya transparencia con el dinero y estar dados de alta en el SAT.
La Casa Queretana de las Artesanías cuenta únicamente con 70 artesanos registrados, quienes les proveen regularmente. No obstante, el supervisor afirma que la mayoría trabajan en grupos, es decir, con personas que no están dadas de alta. De forma que hay un representante que trae las piezas de varios.