Ante el revuelo que la reforma electoral propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador ha generado entre la población civil, pero principalmente entre los opositores al actual gobierno, una de las repuestas más contundentes que el presidente ha dado para intentar acallar las críticas, es que él no pretende reelegirse ni perpetuarse en el poder.
Sin embargo, esa resolución descrita por el presidente de México en referencia a Francisco I. Madero, y su célebre frase “sufragio efectivo, no reelección”, parece carecer de valides para los funcionarios públicos del estado de Guerrero, gobernadores y legisladores, de su partido, quienes parasen encasilladlos en perpetuar toda una especie de Oligarquía en el estado.
En una investigación realizada y publicada por Amapola, periodismo transgresor, se ha revelado el nombre de algunos linajes de políticos guerrerenses que valiéndose de la reforma electoral de 2014, han instaurado en el poder no únicamente a su persona, sino también a otros miembros de su familia: esposas, hermanos e hijos, quienes valiéndose de sus conexiones familiares ocupan cargos de elección popular.
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De acuerdo con la investigación de Amapola, periodismo transgresor, la escena pública y política del estado de Guerrero está dominada por algunos nombres y apellidos, quienes desde hace aproximadamente 30 años ocupan los cargos de poder, ya sea por múltiples periodos de reelección, o por la sucesión de cargos a hijos o conyugues.
Entre los señalados en la investigación, se encuentran políticos pertenecientes al PRI, PRD y Morena, principalmente miembros del Congreso local, donde la mayoría de los siguientes nombres se han mantenido constantes a lo largo de los 30 años que contempla la investigación.
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Héctor Astudillo Flores (PRI), fue ex gobernador del estado de 2015 a 2021, y legislador local en los periodos de 1994-1996, 1999 al 2000, 2012 a 2015.
Su hijo Ricardo Astudillo Calvo apareció en la boleta electoral como candidato a diputado local por el distrito siete con sede en Acapulco en 2021, y terminara su cargo en 2024, si no se reelige, con lo que el nombre Astudillo suma 12 años en el Congreso local, más el tiempo que ocuparon en otros cargos públicos.
La familia Mora Eguiluz (ex PRD, ahora Morena) también se ha mantenido ocupando puestos en el congreso local entre otros cargos. En 1994, Guadalupe Eguiluz Bautista, esposa del perredista Martín Mora Aguirre, fue diputada local.
Su esposo Martín Mora ocupo el cargo como diputado federal en el periodo 1997-2000, y de 2005 a 2008 fue diputado local.
Guadalupe Eguiluz Bautista fue alcaldesa de Tlalchapa de 2015-2018, y al terminar le transfirieron el cargo a su hija Amalia Mora Eguiluz, y en para el siguiente periodo le llegó el turno de Martín Mora Aguirre, mientras que otra de sus hijas, Celeste Mora Eguiluz, fue diputada local.
Otros nombres que continúan la tradición de perpetuarse en el congreso local son: Héctor Apreza Patrón, Alicia Zamora Villalba, y Flor Añorve Ocampo del PRI.
Del PRD: Bernardo Ortega Jiménez, Carlos Reyes Torres, Raymundo García Gutiérrez, Elzy Camacho Pineda, y Evodio Velázquez Aguirre.
De Morena tenemos los nombres de los legisladores: Yoloczin Domínguez Serna, Alfredo Sánchez Esquivel, Antonio Helguera Jiménez, y Carlos Cruz López.
VGB