HERMOSILLO.- Araceli gritaba desesperadamente el nombre de su esposo Marco Antonio. Él yacía en el piso, con cuatro heridas de bala y ella intentaba reanimarlo, mientras su vestido de novia se llenaba de sangre. El sábado 22 de octubre, justo después de darse el sí, un sicario disparó contra su amado cuando salían de la iglesia, en el municipio de Caborca, en Sonora.
En las últimas semanas, Sonora ha sido escenario de hechos violentos de alto impacto. La inseguridad en esta entidad norteña es el pan de cada día en municipios como Caborca, en el norte de la entidad, pero también en el sur.
En las localidades como Guaymas, Empalme y Cajeme la historia es la misma: autos incendiados, asesinatos con armas de grueso calibre a plena luz del día, enfrentamientos armados y “levantones”.
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En Empalme vimos los videos en los que los estudiantes de una primaria se escondieron bajo sus mesabancos mientras se escuchaban las balas de los “cuernos de chivo” a solo unos metros de la escuela.
Kilómetros más al sur, en Ciudad Obregón, la segunda ciudad más peligrosa del mundo, la madrugada del pasado sábado fue abandonado el cuerpo despedazado de un hombre en la vía pública; sobre los restos estaba un mensaje en una cartulina, de esos que se mandan los cárteles de la droga con amenazas para sus rivales.
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Además de este "mensaje", un video circuló en redes sociales donde se puede observar a al menos ocho hombres encapuchados, armados con rifles de asalto, quienes sostienen a un hombre con el torso desnudo y la cara cubierta. En este video advierten a sus rivales que "la plaza ya tiene dueño".
Bajo este escenario gobierna el morenista Alfonso Durazo Montaño, quien llevó las riendas de la Secretaría de Seguridad Pública al inicio del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador; su gestión como encargado de la seguridad de los mexicanos también estuvo marcada por la violencia.
Uno de los crímenes más crueles en la historia reciente ocurrió bajo su supervisión: la masacre en Bavispe (su municipio natal). En noviembre del 2019, presuntos sicarios de La Línea, brazo armado del Cártel de Juárez, acribillaron a balazos a nueve miembros de las familias Langford y LeBarón. Las víctimas más jóvenes, los gemelos Titus y Tiana tenían solo 8 meses de edad.
Otro de los acontecimientos que marcaron la gestión de Alfonso Durazo como secretario de seguridad fue el llamado “culiacanazo”. En octubre de 2019, tras una serie de narcobloqueos y enfrentamientos armados en Culiacán, Sinaloa, se optó por que las fuerzas armadas dejaran libre a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, a quien ya tenían en custodia.
Sin duda, este suceso ha sido de los más cuestionados en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y al entonces titular de Seguridad Pública, Alfonso Durazo Montaño, hoy gobernador de Sonora.
SONORA, PLAZA CLAVE PARA LOS CÁRTELES DE LA DROGA
Para Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de Política y Gobierno en la Universidad de George Mason y autora de libros como Los Zeta Inc., y La guerra improvisada: Los años de Calderón y sus consecuencias (Violencia y paz), el desierto hace de Sonora una zona estratégica para los cárteles de la droga.
En entrevista con La Silla Rota, la escritora y académica explicó que la zona del desierto da vía libre a los grupos criminales para el cruce de drogas y personas a Estados Unidos, así como de armamento para sus sicarios, provenientes del otro lado de la frontera.
Específicamente Caborca, el epicentro de la guerra entre el Cártel de Caborca y de Sinaloa, tiene zonas desérticas que hacen fácil a los criminales ocultarse para llevar a cabo actos ilícitos y transitar la mercancía sin ser vistos por autoridades.
“Es un estado clave por el tema de las drogas, de los migrantes, y de las armas que van para abajo; las personas y las drogas van para el norte y las armas para abajo. Lo que hace importante en Sonora también tiene que ver con las zonas desérticas, con el desierto y los grupos indígenas que viven por la zona y conocen el desierto”, dijo vía telefónica.
Sobre el tema del tráfico de personas, Guadalupe Correa-Cabrera detalló que los cárteles utilizan personas para cruzar droga a Estados Unidos, ya sean mulas, o bien, migrantes que “pagan”- por así decirlo- el viaje transportando estupefacientes.
Sin embargo, los grupos criminales también cuentan con el apoyo de algunos indígenas, como miembros de los Tohono O’odham (pápagos), quienes cruzan libremente de Estados Unidos a México y viceversa, porque en su territorio no hay muro ni cercos.
“Los grupos indígenas que viven en el otro lado de la frontera, los Tohono O’odham, parece ser que por esa zona, porque hay menos control, el desierto mismo, hacen de eso una actividad que no todo el mundo se puede dedicar, por eso encontramos a los grupos de droga con migrantes, tienen la infraestructura y conocen el desierto”, mencionó.
La escritora y profesora de la Universidad de George Mason detalló que Sonora es estratégico para los cárteles de la droga por los puertos, como el de Guaymas y Sonoyta, en el Golfo de California, por donde hacen llegar cargamento de estupefacientes vía marítima. Por esa razón, la violencia se ha incrementado en Guaymas y Empalme, por los grupos que buscan el control de las rutas.
En cuanto a las acciones de los gobiernos, Guadalupe Correa-Cabrera mencionó que Estados Unidos únicamente tiene interés en decomisar drogas y migrantes, por lo que la estrategia de capturar líderes de los cárteles no ha sido efectiva, ya que la infraestructura de los grupos delictivos queda intacta y continúan sus operaciones de manera normal.
Respecto a la estrategia del gobierno mexicano, la especialista en temas del narcotráfico expuso que solo se habla de reducir la violencia de manera teórica, pero no empírica, ya que no se cuenta con una política antinarcóticos que resuelvan el problema.
“Básicamente a Estados Unidos le importa a atrapar capos, su ‘kingpin strategy’, la información se utiliza para presionar al gobierno, pero pasa hacer justicia no. Por otro lado, en México no hay una política antinarcóticos que resuelva el problema de la violencia, este gobierno lo ha tratado a nivel teórico, pero no empírico. No se ha investigado que drogas se quedan cuales causan la violencia en México”, agregó.
CABORCA Y EMPALME, MUNICIPIOS PEQUEÑOS CON MÁS HOMICIDIOS
Esta localidad ubicada en el desierto de Sonora, escenario del asesinato de Marco Antonio el día de su boda, el sábado 22 de octubre, es uno de los municipios con menos de 100 mil habitantes que ha tenido más incremento en homicidio doloso.
Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública registran un aumento del 37.71% de carpetas de investigación por este delito, de enero a agosto del 2022, en comparación con el mismo periodo del 2021.
El año pasado, durante los primeros ocho meses del año se habían contabilizado 82 asesinatos; este año van 108.
En segundo lugar, se ubica Empalme, vecino de Guaymas, con un total de 60 homicidios en lo que va del año; aunque las cifras marcan un decremento del 25%, el número de asesinatos es exorbitante para un pueblo de 54 mil personas.
En cuanto a los municipios de más de 100 mil habitantes, Cajeme sigue a la cabeza con 326 homicidios; le siguen San Luis Río Colorado, con 99 asesinatos; y después Hermosillo y Guaymas con 97, de enero a agosto de este año.
CÁRTELES QUE OPERAN EN SONORA Y LAS PUGNAS ENTRE RIVALES
La académica Guadalupe Correa-Cabrera dio detalles sobre los grupos criminales que se disputan Sonora, los cuales han provocado los enfrentamientos armados que han dejado una ola de violencia a su paso: las fracciones y grupos que se desprenden de dos principales cárteles, el de Caborca y Sinaloa.
La agrupación también conocida como Cártel del Pacífico, liderada hace unos años por Joaquín “El Chapo” Guzmán, se dividió en varias fracciones desde la detención de éste. Por un lado, están Los Chapitos, con sus hijos al frente, que tienen a Los Salazar como brazo armado en Sonora, y otra división es la de Ismael “El Mayo” Zambada, con sus propias agrupaciones locales.
Por el otro lado, por el Cártel de Caborca, creado por Rafael Caro Quintero al salir de la cárcel, se habría asociado con la célula de Fausto “Chapo” Isidro Meza, quien controla el remanente de lo que fue el Cártel de los Beltrán Leyva.
“Células de los Beltrán Leyva, Los Chapitos, toda la fragmentación del Cártel de Sinaloa, Los Salazar, varios grupos de sicarios que operan para el cártel de Sinaloa y los distintos grupos, ahorita se están peleando la plaza, inclusive el Chapo Isidro, que es líder de una de las células de lo que fue el cártel de los Beltrán Leyva”, detalló la escritora de Los Zetas Inc.
“Los Trinis” sería otra agrupación derivada de la organización Beltrán Leyva, quienes se disputan la plaza en la zona de Guaymas y Empalme.
Esta información coincide con la dada a conocer por la organización Insight Crime, que señala que también se “pelean por la plaza” de Sonora algunas células del Cártel de Juárez, como La Línea, en la zona serrana que colinda con Chihuahua.
Mientras estos delictivos se enfrentan entre sí, los sonorenses se han quedado en fuego cruzado y escuchan a diario las balas de las armas largas, las balaceras a fachadas de las casas y lo más delicado, es que quedan entre las “confusiones” de los sicarios, como lo que le sucedió a Marco Antonio, el ingeniero que apenas comenzaría su nueva vida con su esposa, Araceli.
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