Hasta antes de la detención de Rafael Caro Quintero, la zona norte de Sonora era el campo de batalla de los Cárteles de Caborca y Sinaloa, grupos delictivos que se disputaban la plaza, por su cercanía con la frontera de Estados Unidos que la hace estratégica para el tráfico de drogas, armas, dinero y personas. Los enfrentamientos y ataques armados han dejado una esquela de muertes a su paso en estos municipios.
De acuerdo con el último informe del Observatorio Sonora por la Seguridad, basado en cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública, se puede cotejar un incremento de homicidios dolosos en Caborca y San Luis Río Colorado, dos de las principales ciudades en esta zona de la entidad.
Contrario a lo que se puede observar en localidades como Hermosillo, Cajeme y Guaymas, donde se presentó una disminución de asesinatos en este primer semestre del año; en San Luis Río Colorado y Caborca incrementaron hasta en un 32.21 y en un 8.82%, respectivamente.
San Luis Río Colorado, la frontera sangrienta
La lucha por el control de la plaza entre grupos delictivos inició casi a la par en varios municipios del norte de Sonora, la ciudad fronteriza de San Luis Río Colorado no fue la excepción. Desde el 2020, al igual que en Magdalena y Caborca, esta localidad ha sido sede de enfrentamientos armados, balaceras, “levantones”, ataques e incendios.
Las cifras oficiales señalan que en 2020 se habían contabilizado 62 homicidios dolosos, mientras que para 2021, la cifra se duplicó a 174. En los primeros seis meses de este año, las carpetas de investigación ya superaron a las del año pasado a la misma fecha, con un total de 79 contra 58; es decir, un aumento del 32.21%.
La comparación más drástica fue de enero del 2021 a enero de este año, debido a que el año pasado sólo se contabilizó un homicidio y este año se elevó a 21, en el mismo mes y ha sido el más violento de estos seis meses.
Los hechos más recientes fue el abandono de cuatro cuerpos, en un mismo día, por todo el municipio: algunos maniatados, otros mutilados y otros más dentro de bolsas negras; incluso, uno de ellos estaba cerca de una escuela.
Además, también se han registrado ataques a elementos de la Policía Municipal. En el mes de abril, hombres armados dispararon contra la patrulla donde viajaban los oficiales Víctor Martínez y Gilberto Acosta, quienes murieron en el lugar por los impactos de bala.
En cuanto a personas desaparecidas, el Observatorio Sonora de Seguridad informó que se interpusieron denuncias por cinco hombres.
Caborca, el epicentro de la violencia
El municipio de Caborca, ubicado en pleno desierto de Sonora, conocida como la “Perla del Desierto”, es el lugar donde se habría asentado el capo Rafael Caro Quintero, quien presuntamente crearía su propia agrupación para disputar el territorio con los hijos de Joaquín Guzmán Loera, conocidos como “Los Chapitos”, una división del fragmentado Cártel de Sinaloa.
Es en este pequeño municipio de 60 mil habitantes está el epicentro de la violencia en el norte de Sonora: de noche y día se registran “levantones”, enfrentamientos armados y persecuciones, tanto de sicarios de las bandas contrarias, como con elementos de la Guardia Nacional y el Ejército, que han mantenido presencia en el lugar.
Este reporte del Observatorio Sonora por la Seguridad destaca que los homicidios incrementaron en Caborca hasta en un 8.82%, al pasar de 68 a 74 homicidios en el mismo periodo, de enero a junio.
En esta ciudad, el aumento de ejecuciones se disparó de 2019 a 2020, año en el que la cifras se triplicaron. Ese año, las autoridades habían registrado únicamente 32, pero en 2020 se elevó a 127; al año siguiente, en 2021, los números llegaron a 101.
Sin embargo, en el comparativo de enero a junio, el número de homicidios pasó de 68 a 74 en el mismo periodo de tiempo.
Tan solo 24 horas antes de la detención de Rafael Caro Quintero, Caborca fue escena de ataques armados. El 13 de julio, hombres armados dispararon contra elementos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) y se desató una persecución que terminó con un sicario herido, que fue detenido más tarde cuando se encontraba en un hospital.
Después de la detención del “narco de narcos” en Choix, Sinaloa, el viernes 15 de julio, ese fin de semana se presentaron más ejecuciones: cuatro hombres fueron asesinados a balazos. Incluso, dos de ellos fueron baleados a plena luz del día, en las principales calles de la ciudad.
Un transeúnte que fue testigo de la escena comenzó a grabar el vehículo, en el que se apreciaban los orificios causados por las balas.
El horror continuó. El pasado lunes 25 de julio, el colectivo Rastreadoras de Caborca localizaron tres cuerpos enterrados, en lo que pareciera ser un sitio de exterminio. Dos estaban calcinados y uno era osamenta; el hallazgo ocurrió en la zona cercana de otro lugar detectado el 7 de julio, donde había seis cadáveres calcinados.
En las imágenes compartidas por la agrupación, se puede apreciar una cobija ensangrentada, que comúnmente utilizan los criminales para envolver los cuerpos de sus víctimas.
Se reforzará la seguridad en Sonora: Alfonso Durazo
Ante los hechos criminales que persisten en Sonora, más aún con la detención de Rafael Caro Quintero, el gobernador Alfonso Durazo dio a conocer que reforzarán la seguridad con mayor número de elementos, tanto de policías estatales, como de la Guardia Nacional y la Sedena.
“Estamos reforzando todos los espacios donde tuvo una participación criminal más activa, la zona de Caborca, esa región en particular, pero estos nunca descansan, tenemos presencia en todo el estado; estamos sobre estos criminales”, expresó.
En conferencia con medios de comunicación, durante la visita de la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Martínez y responsables de la seguridad del resto de los estados que son frontera con Estados Unidos, dieron a conocer que trabajarán en conjunto para compartir entre las corporaciones información relevante que pueda ayudar con la detención de líderes criminales.
“Obviamente estas detenciones nos obligan a fortalecer la presencia de los cuerpos de seguridad y a alertar su desempeño ante eventuales reacciones, no solo por el caso o la detención de Rafael Caro Quintero, si no por la movilidad que ha tenido la incidencia criminal en algunas regiones”, agregó Durazo.
De acuerdo con analistas de seguridad, se augura un incremento de hechos delictivo, por el vacío de poder que habría dejado la detención de Rafael Caro Quintero, en medio de una lucha por la plaza más codiciada para el tráfico de drogas, armas, dinero y personas hacia Estados Unidos.