CHILPANCINGO.- En las últimas semanas, la violencia en Acapulco, Guerrero, se ha agudizado. Dos grupos se disputan el control de una zona de playas, lo que ha detonado balaceras y ataques a balazos. Las playas en disputa son la Condesa, Icacos y Calinda.
A pesar de la violencia, generada por bandas del crimen organizado, dedicadas al cobro de piso, extorsiones y venta de droga, oficialmente para la autoridad se trata de grupos delictivos, es decir, en Acapulco no hay cárteles de la droga.
Familias que viven alrededor de las playas Condesa, Icacos y Calinda viven una situación de violencia y desplazamiento forzado, además de que el crimen organizado goza de impunidad, debido a que la policía ni de la fiscalía actúan.
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Incluso, ni la presencia del Ejército mexicano, Marina y Policía estatal ha inhibido la violencia en las playas e incluso en el mar.
Tan solo entre el 11 y 16 de noviembre se suscitaron diversos hechos de violencia en las playas Calinda e Icacos, con un saldo de cuatro hombres asesinados, entre ellos un salvavidas, un personaje ampliamente conocido y querido por la gente, que fue una víctima colateral de la violencia.
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Debido a la violencia, al concluir el puente vacacional pasado, la playa Icacos luce casi vacía de turistas y no hay presencia de las fuerzas del orden. Aunque algunos vendedores ambulantes ofrecen fruta, joyería de imitación y copas con ceviche.
De acuerdo con una nota de Amapola, en la zona se siente un ambiente tenso, aunque algunos turistas disfrutan su estadía.
La gente que vive en estos departamentos de lujo tiene su alberca y desde ahí disfrutan la vista al mar, no se exponen.
“Aquí hay que trabajar todos los días siquiera para sacar para la comida”, dice un vendedor ambulante que vende en la playa destapadores de cerveza.
El vendedor y una mujer se regresan a la playa para ofrecer sus productos a los pocos turistas que descansan en la arena o debajo de una sombrilla.
Un trabajador recuerda que el pasado 11 de noviembre se recrudeció la violencia con el asesinato de un salvavidas.
“Lo confundieron y lo mataron a puñaladas y lo degollaron”, narra.
Se trata de Ángel González Rizo, quien desde hace más de 30 años se la vivía en la playa de Icacos brindando auxilio a los turistas de manera solidaria.
El viernes 11 de noviembre, González, de 45 años, estaba en la playa cuando varios individuos armados llegaron y lo persiguieron. El salvavidas se fue a refugiar en el interior de una palapa, en donde fue alcanzado por los sujetos armados.
Un trabajador de la playa relató que González Rizo fue confundido con un miembro de la banda rival.
“Él era una persona muy apreciada por todos los compañeros, era deportista, le gustaba el futbol y hace años estuvo casi de manera profesional jugando en un equipo en Acapulco”, dijo.
El asesinato del salvavidas provocó que unos 100 prestadores de servicios de varias playas de esta zona del puerto ya no acudan a trabajar por temor a las balaceras.
“Muchos compañeros retiraron sus sombrillas, sus motos acuáticas o lanchas, porque trabajar aquí es un muy peligroso”, dijo otro prestador de servicios.
¿COLUSIÓN ENTRE POLICÍAS Y CRIMINALES?
La madrugada del 30 de abril pasado, una pareja de turistas del Estado de México se divertía en la plaza Costa Rica, ubicada a unos 50 metros de la playa Icacos, cuando un grupo de policías municipales irrumpieron en el lugar y les dijeron a los turistas que habían recibido un reporte de que en esta plaza se estaba escandalizando y les pidieron que se retiraran del lugar.
Los turistas permanecieron en el lugar y poco después llegaron tres individuos armados. Los sujetos los despojaron de 90 mil pesos en efectivo y a la pareja de la mujer, que al parecer se opuso a ser asaltado, fue asesinado a balazos.
Días después en su declaración ministerial, la mujer que resultó lesionada y que presentó la denuncia identificó con retratos hablados a tres policías municipales como los agresores.
Se trata de los policías municipales Rolando B, Juan S y Ángel S, quienes fueron detenidos por la fiscalía de Guerrero. El pasado 13 de noviembre un juez de control los vinculó a proceso por diversos delitos.
Fuentes oficiales aseguran que algunos policías municipales forman parte de uno de los grupos del crimen organizado que opera en Acapulco.
En septiembre del 2018, a unos días de que asumiera la alcaldía de este puerto la morenista Adela Román Ocampo, la Marina tomó el control de la seguridad y fueron detenidos dos elementos de esta corporación, Luis Fernando N y Brayan Antonio N, por el delito de homicidio calificado.
“En Acapulco todas las autoridades federales, estatales y del municipio saben cómo está el pleito entre los dos grupos, pero no hacen nada porque están coludidos”, señala una fuente.
LOS DESPLAZADOS
Desde 2018, Icacos, donde están las instalaciones de la Marina, se ha convertido en una zona muy violenta. El Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón acompaña a 46 familias que se tuvieron que salir de la colonia Icacos -ubicada en la zona de la playa que lleva el mismo nombre- porque sus casas fueron ocupadas por miembros de un grupo del crimen organizado.
“Este grupo que expulsó a estas 46 familias de sus casas es el mismo que se está peleando con otra organización el control de las playas de esta zona de Acapulco”, denunció un integrante del organismo defensor de derechos humanos.
Las 46 familias de Icacos desplazadas serán reubicadas. El gobierno estatal les ofreció construir sus viviendas en una franja de terreno fuera del municipio de Acapulco para evitar ser molestados nuevamente por criminales.
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