Con la llegada de julio, las aulas se vacían, las oficinas disminuyen su ritmo y las familias mexicanas comienzan a planear uno de los periodos más esperados del año: las vacaciones de verano. Este receso, que tradicionalmente inicia al concluir el ciclo escolar de educación básica y se extiende durante varias semanas, no solo representa una pausa en las actividades académicas y laborales, sino que cumple una función esencial en la salud física, emocional y social de millones de personas.
En ese sentido, las vacaciones de verano son una etapa contemplada en el calendario oficial de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y aplican tanto para estudiantes como para personal docente. Aunque muchas veces son vistas como simples días libres, especialistas en salud y educación coinciden en que se trata de un periodo clave para la recuperación del organismo, la regulación del estrés y el desarrollo personal.
Para niñas, niños y adolescentes, el verano ofrece un espacio para desconectarse del ritmo escolar y dedicar tiempo a actividades recreativas, deporte, creatividad, socialización y tiempo en familia. Está comprobado que estos factores son determinantes para el desarrollo emocional y la consolidación de habilidades que no siempre se fortalecen dentro del aula. A su vez, los adultos pueden aprovechar este tiempo para viajar, descansar, compartir más con sus seres queridos o simplemente romper con la rutina, lo cual favorece la productividad y el bienestar a largo plazo.
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Además, este receso tiene un impacto económico y social considerable. El turismo nacional aumenta durante estas fechas, activando sectores como la hotelería, el transporte, la gastronomía y el comercio local. Miles de familias optan por visitar pueblos mágicos, playas, zonas arqueológicas o parques recreativos, generando una importante derrama económica en distintas regiones del país.
El descanso en verano también exige precaución por parte de los vacacionistas
Contexto: Con la llegada de las vacaciones de verano, miles de familias mexicanas se preparan para salir de viaje y disfrutar del receso escolar. Ya sea que se trate de una visita a la playa, a un pueblo mágico, a un parque natural o simplemente un trayecto por carretera, las autoridades hacen un llamado a los vacacionistas para que no bajen la guardia y tomen medidas de prevención antes y durante su salida.
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Durante el periodo vacacional de verano, aumentan de forma considerable los desplazamientos en carretera, la ocupación hotelera, la afluencia en sitios turísticos y la exposición a condiciones climáticas extremas. Esto eleva el riesgo de accidentes viales, golpes de calor, enfermedades gastrointestinales, extravíos, robos a casa habitación, fraudes o estafas, entre otros.
Ante este escenario, las recomendaciones de Protección Civil, la Guardia Nacional, la Secretaría de Salud y otras instancias son claras: planificar con anticipación todo lo que tenga que ver con el viaje que se está preparando, incluida la prevención de posibles fraudes o estafas.
En ese sentido, vale la pena destacar que las vacaciones de verano son una excelente oportunidad para crear recuerdos, fortalecer vínculos familiares y desconectarse del estrés cotidiano, pero también requieren atención y prevención. Disfrutar con responsabilidad es clave para que el regreso a casa sea tan grato como la experiencia misma del viaje.
Profeco alerta por las vacaciones de verano
En plena temporada vacacional de verano, autoridades y organismos de defensa del consumidor han encendido las alertas ante un incremento en las prácticas fraudulentas dirigidas especialmente a quienes planean viajes o realizan compras en línea. Desde agencias de viajes fantasma hasta cargos bancarios no reconocidos, los delitos digitales y las estafas en servicios turísticos se han vuelto una amenaza constante para los vacacionistas en México.
Durante las vacaciones de verano, millones de personas realizan transacciones en línea para reservar vuelos, hoteles, paquetes turísticos o incluso adquirir artículos para el viaje. Este aumento en la actividad digital es aprovechado por ciberdelincuentes para lanzar fraudes diseñados específicamente para este periodo.
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Uno de los fraudes más comunes es la oferta de paquetes vacacionales a precios atractivos por parte de agencias que no existen o que suplantan la identidad de empresas reales. Estas agencias fantasmas operan a través de redes sociales, sitios web apócrifos o servicios de mensajería, y desaparecen una vez que el usuario ha realizado el pago. Las víctimas descubren el engaño cuando intentan hacer válidas sus reservaciones o cuando llegan a un hotel que no los tiene registrados.
También se han detectado casos de suplantación de identidad vacacional, en los que delincuentes se hacen pasar por empresas reconocidas para obtener datos personales y bancarios de los usuarios. Estos datos son utilizados posteriormente para realizar compras o movimientos financieros sin autorización, lo que deriva en cargos no reconocidos que pueden comprometer las finanzas de los afectados.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) y la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) han emitido recomendaciones específicas para esta temporada, entre ellas: verificar que las agencias estén registradas legalmente, evitar realizar transferencias a cuentas personales, desconfiar de promociones con precios excesivamente bajos, y revisar que las páginas web cuenten con certificados de seguridad.
Además, se sugiere monitorear constantemente los estados de cuenta bancarios, utilizar métodos de pago seguros y denunciar cualquier movimiento sospechoso o servicio incumplido. En caso de ser víctima de fraude, es fundamental acudir a las autoridades correspondientes para iniciar una denuncia y, en su caso, solicitar reembolsos o bloqueos de cuentas.}
AJA