Un nuevo tipo de fraude digital está cobrando fuerza recientemente, donde los delincuentes están utilizando métodos de phishing para transferir tarjetas bancarias a billeteras digitales de las víctimas, registrándolas en sus propios dispositivos móviles. Esta estafa les permite realizar compras sin restricciones, lo que hace más difícil que las autoridades detecten las actividades fraudulentas.
Los fraudes digitales son estafas en línea en las que los delincuentes utilizan medios electrónicos para engañar a las personas y obtener información personal, financiera o acceso a sus cuentas.
Estos fraudes pueden presentarse en diversas formas, como phishing, en el que se envían correos electrónicos o mensajes falsos para robar datos; suplantación de identidad, donde los estafadores se hacen pasar por empresas o instituciones confiables; y fraudes en compras en línea, en los que se ofrecen productos inexistentes o de mala calidad para engañar a los compradores.
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Además, existen métodos como los virus y malware, que infectan dispositivos para robar información, y las llamadas de soporte técnico falsas, donde los estafadores fingen ser representantes de empresas tecnológicas para obtener acceso remoto a computadoras, si quieres conocer mas detalles de este modus operandi y así ser víctima de este fraude, quédate con nosotros.
Contexto: ¿Cómo es el fraude llamado Pishing?
El fraude phishing es un tipo de estafa cibernética en la que los delincuentes intentan engañar a las personas para que revelen información confidencial, como contraseñas, datos bancarios o números de tarjetas de crédito.
Generalmente, lo hacen a través de correos electrónicos, mensajes de texto o sitios web falsos que imitan la apariencia de instituciones legítimas, como bancos o empresas reconocidas. Estos mensajes suelen incluir enlaces maliciosos o archivos adjuntos que, al ser abiertos, pueden instalar software dañino o redirigir a páginas fraudulentas donde los usuarios ingresan sus datos sin darse cuenta del peligro.
Este tipo de fraude representa una gran amenaza porque puede llevar al robo de identidad, pérdidas económicas o incluso el acceso no autorizado a cuentas personales de crédito y débito.
Para evitar caer en phishing, es importante no hacer clic en enlaces sospechosos, verificar siempre la autenticidad del remitente y nunca proporcionar información confidencial en sitios web de dudosa procedencia. Además, el uso de medidas de seguridad como la autenticación en dos pasos y la instalación de software de protección ayuda a prevenir este tipo de ataques.
¿Cómo es el modus operandi de este fraude bancario?
Una vez que estafador ha conseguido los datos, el siguiente paso es solicitar al banco un código de autenticación de un solo uso (OTP) para registrar la tarjeta bancaria en la billetera digital de la víctima. El código OTP es una contraseña de un solo uso, diseñada para autenticar transacciones electrónicas y evitar fraudes. Sin embargo, al introducir este código en un sitio web fraudulento, la víctima cree que está completando un proceso legítimo, pero en realidad está autorizando el acceso a los estafadores.
Este tipo de fraude se extiende a billeteras digitales como Apple Pay, Google Wallet o Samsung Pay, permitiendo a los delincuentes realizar compras online o en tiendas físicas. Además, los estafadores pueden revender teléfonos con tarjetas robadas, creando un mercado negro donde las cuentas comprometidas son reutilizadas para más fraudes.
¿Cuáles son las recomendaciones para evitar ser víctima de este fraude?
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Las recomendaciones para evitar ser víctima de este fraude son:
- No compartir nunca códigos OTP ni cualquier código recibido bajo ninguna circunstancia, ni siquiera con supuestos empleados bancarios.
- Desconfiar de ofertas que parecen demasiado buenas para ser ciertas.
- Configurar alertas en la aplicación del banco para recibir notificaciones inmediatas sobre cualquier movimiento en la cuenta y denunciar actividades sospechosas.
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Para protegerse de estos fraudes, es fundamental verificar la autenticidad de los sitios web, evitar compartir información confidencial en enlaces sospechosos, activar medidas de seguridad como la autenticación en dos pasos y mantener los dispositivos actualizados con antivirus confiables.