El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este lunes que planea imponer aranceles de 25%- a partir de próximo 1 de febrero- sobre todos los productos importados desde México y Canadá que ingresen a Estados Unidos, además de un arancel adicional del 10 % a aquellos provenientes de China.
Donald Trump ha asegurado que estas medidas buscan proteger la economía estadounidense y nivelar los acuerdos comerciales, los cuales- según dice- son desfavorables para su nación.
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Economistas consultados por La Silla Rota advierten que es muy poco probable que el presidente Donald Trump imponga un arancel general de 25% para todos los productos de México. “Al menos no para un periodo largo de tiempo”.
Gabriela Siller, directora de Asuntos Económicos de Grupo Base dijo que un arancel de 25% sería equivalente a salir del TMEC. “Esto implicaría un cambio estructural para la economía mexicana que resultaría en una severa recesión, pérdidas de empleo, incremento de la informalidad a tasas superiores de 60% y de la inseguridad pública, así como aumentos en el tipo de cambio hacia máximos históricos”.
Efecto dominó
Para Estados Unidos implicaría disrupciones en cadenas de suministro, alza fuerte en la inflación, mayor tasa de interés y menor crecimiento económico.
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Por su parte, Jorge Cano, investigador de México Evalúa dijo que es poco factible que se haga la imposición de aranceles a México por parte de Estados Unidos porque tendría un impacto negativo en ambas naciones.
“Parece que la lógica geopolítica es una competencia contra China y Estados Unidos quiere un bloque sólido en Norteamérica, se pueden utilizar como arma de precios para encontrar mejores condiciones de competencia en el preámbulo de la revisión del T-MEC, pero sin lugar a dudas el impacto negativo sería muy importante”.
Cynthia Pérez, investigadora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) advirtió que las medidas arancelarias que Estados Unidos podría imponer a México también tendrían efectos negativos para su propia economía, particularmente con presiones al alza en los precios de alimentos y productos electrónicos. "En este escenario se podrían revertir algunos de los avances que mostró la inflación, ya que presentó señales de moderación con la disminución de los costos de energía y alimentos en los últimos meses, a pesar que la inflación de servicios no se modera. Por otro lado, los precios de diferentes productos en Estados Unidos podrían enfrentar mayores alzas si China y la Unión Europa deciden responder con medidas de represalias en sectores como el de la agricultura y manufactura".
Lila Sánchez Carbajal, de la Facultad de Economía de la UNAM destacó las consecuencias desfavorables para México: “Estados Unidos compra el 80 % de las exportaciones de México, es su principal socio comercial, por lo que un incremento en los aranceles implicaría diversas consecuencias, por ejemplo, un aumento de los costos de las empresas, mayor desempleo por disminución de la producción, reducción de nuevas inversiones, etcétera”.
La propia presidenta Claudia Sheinbaum ha dicho que estas medidas no solo impactarían negativamente a los mercados, sino que también amenazarían empleos y elevarían la inflación en ambos países.
Apenas este martes Alfredo Coutiño, director de Análisis Económico de Moody’s Analytics para América Latina dijo que México sería la principal economía latinoamericana afectada por la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, limitando su crecimiento a un escaso 0.6 % en 2025.