Desde hace ya un tiempo, La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), pugna una nueva negociación del contrato colectivo de trabajo con Grupo Aeroméxico, en el que busca que a los operadores de las aeronaves se les repongan los salarios que tenían antes de la pandemia de Covid-19. Ahora ASPA anunció la revisión del contrato colectivo de trabajo de los pilotos de Aeroméxico, por lo que presentó un emplazamiento a huelga para el primer minuto del 1 de octubre.
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Este trámite inició en julio, a efecto de cumplir con los procesos y tiempos que marca la reforma a la Ley Laboral, vigente desde 2019. “El emplazamiento está previsto para el primer minuto del 1 de octubre, pues es la fecha que marca nuestro contrato colectivo.
A través de un comunicado, ASPA dijo que se encuentran en la etapa de negociación con la representación de la empresa con el objetivo de alcanzar beneficios mutuos.
Los pilotos reiteraron su disposición al diálogo para llegar a acuerdos justos y concretar la revisión en tiempo y forma. El 1 de octubre se vence el convenio que permitió reducir costos durante la pandemia, pero que, dicen, representó el recorte de sueldos y pérdida de algunas prestaciones para pilotos y sobrecargos.
Apenas en agosto pasado, Jesús Ortíz Álvarez quién ocupará el cargo de secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores para el periodo 2024-2027 dijo que el gobierno federal debe extender su colaboración con el sector laboral de la aviación.
“Apelamos a la sensibilidad y visión de la próxima presidenta Claudia Sheinbaum, para que a través de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, demos el impulso y destaquemos la importancia de la aviación para nuestro país, trabajando en conjunto con los que conformamos la industria aérea, en beneficio de inversionistas, usuarios y trabajadores del sector".
Turbulencia en el sector
En los últimos años, el sector de la aviación ha enfrentado diversas dificultades, desde la pandemia de COVID-19, que aceleró el cese de operaciones de Interjet en diciembre de 2020, el suspensión definitiva de vuelos de Aeromar en febrero de 2023 y más problemas en financieros en otras empresas nacionales.
Además de la degradación de la categoría de seguridad aérea que otorgan las autoridades estadounidenses, y que impactó el crecimiento, en pleno momento de reactivación y recuperación de la pandemia, de las empresas nacionales.