PEMEX

AMLO deja a Pemex con quiebra técnica: expertos

Economistas advierten que, mantener con vida a Pemex ya es insostenible, y la deuda pública llegó a su máximo nivel desde que se tiene registro. Disminuyen 7.9% los ingresos petroleros del sector público en México durante los primeros siete meses del año.

Al segundo trimestre de 2024, la reducción de impuestos a Pemex tiró los ingresos petroleros del Gobierno federal a su peor nivel desde 1990, e impulsó su endeudamiento al mayor nivel
Al segundo trimestre de 2024, la reducción de impuestos a Pemex tiró los ingresos petroleros del Gobierno federal a su peor nivel desde 1990, e impulsó su endeudamiento al mayor nivelCréditos: LSR
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La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador heredó Pemex como una empresa pública muy endeudada con producción de petróleo en caída, con indicadores claros de mal desempeño, problemas que no han sido solucionados, a pesar del gran apoyo financiero y reducción de impuestos, por lo que Claudia Sheinbaum heredará una empresa en decadencia, coinciden economistas.

Jorge Cano, investigador de México Evalúa dijo a La Silla Rota que, en 2018 la deuda de Pemex era de 4,5 billones de pesos y para 2023 fue de 3.9 billones de pesos. “Sí ha habido disminución de la deuda, pero también de los activos totales de la empresa debido a que la inversión no ha sido la más idónea”.

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Indicadores de mal desempeño:

Producción de petróleo: En 2018 solamente la producción de crudo rondaba 1.8 millones de barriles diarios, pero para 2024, la producción está en 1.5 millones de barriles, “no hubo aumento de la producción”

“En lo que va del sexenio actual se han hecho aportaciones de 2.1 billones de pesos y no se refleja en mejora de su patrimonio, solo 300,000 millones de pesos. Qué se hizo con el 1.7 billones de pesos restante”, dijo Jorge Cano.

Refinación: Siempre ha sido problemático, históricamente Pemex ha perdido dinero a la hora de refinar porque es deficiente y vende gasolinas por debajo del costo de producción para evitar descontento social.

Además, el gobierno decidió apostar por crear una nueva refinería- Dos Bocas- sin planeación adecuada y con doble de sobrecosto, pasó de un costo estimado de 8,000 millones de dólares a 20,000 millones.

Inversión promedio en Pemex: Entre 2019 y 2023, la inversión en Pemex fue de 289 ,000 millones de pesos en promedio al año, cantidad inferior a los 406,000 millones de pesos que se invirtieron en la administración de Enrique Peña Nieto y también un monto menor con AMLO a los 320,000 millones en el sexenio e Felipe Calderón.

De acuerdo con el IMCO, como parte de la estrategia de rescate del sector energético, a inicios de 2019 el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció una serie de medidas orientadas a recuperar la capacidad productiva y revertir el deterioro financiero de Petróleos Mexicanos. Sin embargo, pese a los apoyos fiscales y económicos, no se ha logrado revertir la situación de la petrolera- una de las más endeudadas en el mundo- y le está dando al gobierno federal menos ingresos que nunca, así lo advierten economistas.

La reducción del Derecho por la Utilidad Compartida provocó que Pemex aportara a la Federación sólo 91,700 millones de pesos, el peor registro en décadas. 

Desde 2019, y hasta el 31 de marzo de 2022, el Gobierno Federal había apoyado a Pemex –según sus estados financieros que retoma el IMCO– con 769,800 millones de pesos a través de aportaciones de capital, créditos fiscales y otro tipo de apoyos destinados al cumplimiento de sus requerimientos de inversión física (por ejemplo, la construcción de la refinería de Dos Bocas y la adquisición de la refinería de Deer Park), así como al pago de sus obligaciones financieras.

Adicional a ello, es necesario sumar los 84,400 millones de pesos que la propia Pemex estimó en su Plan de Negocios 2021-2025 que dejaría de pagar al Estado mexicano en 2020 y 2021 como resultado de la reducción progresiva de la tasa del derecho por la utilidad compartida (DUC) –del 65% en 2019 al 54% en 2021–, mismos que no se contabilizan en sus informes financieros. De esta forma, el monto total de ayudas recibidas fue de 854,200 millones de pesos.

A pesar de que el Gobierno Federal ha apoyado a la petrolera con un monto que equivale a 1.7 veces los recursos ejercidos por la Secretaría de Salud entre el 1 de enero de 2019 y el 31 de marzo de 2022 (498,500 millones de pesos), este ha sido insuficiente para mejorar sus principales indicadores financieros. Prueba de ello es que al cierre de 2021, los auditores independientes de la empresa reiteraron sus dudas sobre la capacidad de Pemex para continuar con sus operaciones y cumplir con sus obligaciones de pago durante un periodo razonable.

"La efectividad limitada de la estrategia de rescate de Pemex se atribuye a la naturaleza misma de las ayudas otorgadas, que se han limitado a transferencias monetarias sin el compromiso de implementar cambios de fondo en la gestión de la empresa", según el IMCO.

Lo que se traduce en que, mientras que el Gobierno Federal ha desembolsado recursos multimillonarios con cargo a la Hacienda pública, Pemex ha optado por ser un receptor pasivo de estos recursos y no implementar ajustes –algunos de ellos sin ningún impacto presupuestario– que atiendan las múltiples deficiencias estructurales que la aquejan, mismas que no se resuelven a partir de transferencias monetarias.

Lo que tendría que hacer Pemex y no ha hecho, según el IMCO:

  • No se ha reformado el gobierno corporativo de la petrolera con el objetivo de aumentar la participación de consejeros independientes y así aumentar su autonomía frente al Ejecutivo
  • No se ha implementado un programa agresivo de austeridad. Además, una proporción importante de los apoyos recibidos se ha invertido en el negocio de refinación, una de las áreas que más pérdidas le ha significado a Pemex en los últimos años.

"En la medida en que no se implementen ajustes de esta naturaleza, cualquier apoyo monetario a Pemex de parte del Gobierno mexicano, independientemente de su magnitud, será insuficiente para revertir de forma permanente la trayectoria de deterioro financiero y operativo que ha experimentado hasta ahora. Sin cambios de fondo, la petrolera continuará presionando al gobierno y a los contribuyentes para aportar recursos a un barril sin fondo"

Menores resultados

Para el IMCO, el nivel de deuda de Pemex es un factor de preocupación en sí mismo por el riesgo que representa para las finanzas públicas, además hay que considerar la estructura de la deuda, particularmente la estructura de sus vencimientos, el costo financiero asociado y la volatilidad cambiaria que deriva de que la mayor parte del saldo está en distintas monedas extranjeras, como el dólar estadounidense.

Al cierre de 2018, Pemex reportó una deuda financiera total de 2,082,286 millones de pesos, equivalentes a 105,792 millones de dólares u 8.6% del PIB de ese año. Estas cifras se explican por un tipo de cambio de 19.7 pesos por dólar. Al cierre de 2023 el saldo de la deuda financiera total pasó a 1,794,62 millones de pesos, equivalente a 106,056 millones de dólares o 5.6% del PIB de 2023. "En este caso, el tipo de cambio asociado es de 16.9 pesos por dólar. Aunque pareciera que el monto se redujo, esto se debe a la apreciación reciente de la moneda frente al dólar.

Así la deuda en moneda extranjera- a finales de 2018- era 91,951 millones de dólares, el 87% del total del saldo estaba en denominaciones distintas al peso, y por tanto, expuesto a la volatilidad de la moneda. Para el cierre de 2023, Pemex reportó un saldo en deuda extranjera de 85,394 millones de dólares, el 81% del saldo total. Esta reducción en la exposición al riesgo cambiario es una buena noticia para la empresa, pero es resultado del apoyo que ha brindado el gobierno federal para hacerse cargo de los vencimientos de deuda denominados en dólares de Pemex.

En el tema de vencimientos, específicamente de la deuda de corto plazo de Pemex, el principal reto en este caso está relacionado con el nivel de tasas de interés, ya que para los bonos con vencimientos menores a un año el proceso de renegociación de la deuda es más frecuente e implica renovarlos con tasas relativamente altas.

Menores ingresos

Durante la primera mitad del 2024, los ingresos petroleros (la renta petrolera) ascendieron a 547,199 millones de pesos, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

De esa cantidad, Pemex se quedó con el 83%, es decir, con 455,479 millones de pesos, mientras que el 17% restante o 91,719 millones de pesos se le entregó al gobierno federal como pago de derechos, principalmente. Es la proporción más baja para la Federación al menos desde 1990.

A finales del gobierno de Enrique Peña Nieto, en el 2018, Pemex se quedó con el 44% de la renta petrolera y el 54% restante se le entregó a la Federación para financiar obras y proyectos que abonar.

DISMINUYEN LOS INGRESOS PETROLEROS: HACIENDA

Los ingresos petroleros del sector público en México, que incluyen a Petróleos Mexicanos (Pemex) y al Gobierno federal, registraron una disminución del 7.9% en términos reales durante los primeros siete meses del año. Esta caída se refleja en los 604 mil 892.2 millones de pesos obtenidos, de acuerdo con el Informe de Finanzas Públicas a julio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Esta cifra se quedó por debajo de lo presupuestado en 68 mil 255.2 millones de pesos.

La SHCP atribuyó esta disminución a una menor producción de crudo y a un descenso en los precios del gas natural. No obstante, estos factores negativos fueron parcialmente compensados por un aumento en los precios internacionales del petróleo. A pesar de esto, los ingresos petroleros fueron menores tanto en comparación con el mismo periodo del año anterior como respecto a lo planeado para 2024.

Desglosando los ingresos, el apartado correspondiente al Gobierno federal mostró una caída significativa del 60.4% en términos reales, sumando solo 97 mil 82 millones de pesos en el periodo mencionado. Este desplome contrasta con los 233 mil 742.7 millones de pesos recaudados en el mismo lapso de 2023, y con los 169 mil 62.7 millones que se habían proyectado para el periodo actual.

Los ingresos petroleros del Gobierno provienen de la actividad de explotación, procesamiento y comercialización de hidrocarburos, así como del cobro de impuestos, derechos y otros instrumentos fiscales. La caída en estos ingresos pone de relieve la vulnerabilidad de la economía nacional frente a las fluctuaciones en la producción y precios del crudo y gas natural.

Esta reducción en los ingresos petroleros podría tener repercusiones en las finanzas públicas del país, dado que la renta petrolera ha sido históricamente una fuente significativa de recursos para el Gobierno federal. La disminución en los ingresos podría obligar al Gobierno a revisar sus estrategias fiscales y de recaudación para cubrir el déficit y financiar sus compromisos presupuestales.

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