Por segunda ocasión, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo dos décimas su previsión de crecimiento económico de México este año, hasta 2.2%, desde 2.4%, mientras que elevó las del 2025 hasta 1.6%, dos décimas más que lo anticipado en abril. Las previsiones del organismo internacional contrastan con las del gobierno mexicano que en marzo pasado- a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público- anticipó que la economía mexicana crecerá en rangos de 2.5% a 3.5% en 2024 y de 2 a 3% en 2025.
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En abril pasado el FMI reconoció que una desaceleración- que inició en el último trimestre de 2023- y el impacto que tendrá la consolidación fiscal esperada para el primer año del nuevo gobierno fueron elementos que incidieron en la rebaja de pronostico.
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En la segunda revisión de la expectativa para México, expertos del organismo anticiparon en ese entonces que la economía mexicana conseguirá un crecimiento de 2.4% en el Producto Interno Bruto (PIB) de 2024, que es inferior al 2.7% previsto en enero.
En enero, en su actualización de inicio de año, los expertos del organismo subieron el pronóstico de 2.1% que tenía en septiembre a 2.7%, reflejando la consideración de una demanda interna más fuerte y el mayor crecimiento de sus socios comerciales.
Sin embargo, ahora redujo dos décimas su previsión de crecimiento económico de México este año, hasta 2.2%, desde 2.4%.
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Gobierno de AMLO alcanza el mayor déficit público desde 2008
En los primeros cinco meses de mayo de 2024, el déficit público de México ascendió a 645,700 millones de pesos el mayor desde 2008. Se trata de un crecimiento de 152.7% (390,000 millones de pesos) frente al año anterior, siendo el segundo mayor incremento en términos reales de todo el sexenio, de acuerdo con la organización México Evalúa con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Jorge Cano, investigador de México Evalúa dijo a La Silla Rota que la medición de los los Requerimientos Financieros del Sector Público comenzó a partir del 2008 y desde entonces ahora se tiene el endeudamiento pues hay que ver la gran diferencia entre los ingresos y los gastos. Hay un déficit de 525,500 millones de pesos, el mayor desde 1990, un endeudamiento histórico no visto desde épocas de crisis financieras como el Fobaproa.
"Se ha impulsado el gasto de forma artificial, por un tema electoral, porque no hay incremento en gasto en educación, salud o seguridad sino hubo gasto en los programas del gobierno y la implicaciones a futuro dejará un gran costo financiero de la deuda al tener que endeudarse con altas tasas de interés".
Al respecto, destacó que que el impulso de la deuda fue para gasto corriente- para transferencias a programas que no generan desarrollo social permanente porque no aumentan capacidades productivas de la gente y para compensarlo después se harán recortes al gasto de inversión a lo que si podría cambiar la situación de las personas, como la salud o la educación.