Durante el sexenio del presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha existido un crecimiento importante en el gasto social y éste se ha incrementado más que los ingresos, lo que hace que el margen fiscal con el cual contaban las finanzas públicas -para incrementar lo que ingresa- se ha agotado y es momento de pensar en una reforma fiscal progresiva, consideraron analistas económicos y legisladores.
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Jesús López, subdirector de Análisis Económico de Grupo Base, dijo a La Silla Rota que durante este sexenio ha habido crecimiento importante en el gasto social: pensiones no contributivas donde la tajada más grande es para los adultos mayores; la universalización del beneficio; incremento de recursos y programas sociales por medio de transferencias, "esos apoyos han crecido y para 2024 ya rebasan el 20% del gasto presupuestado para el año".
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"Se va limitando el gasto para otras cosas, se ha destinado a proyectos prioritarios y reduce espacio fiscal, aunado a los apoyos a Pemex y eso ha implicado crecimiento en el déficit fiscal, el crecimiento del gasto ha sido más acelerado que los ingresos necesarios y eso se traduce en déficit", dijo.
Recién, Gerardo Esquivel, catedrático de la UNAM y ex subgobernador del Banco de México (Banxico), reconoció que sí se puede sobrevivir sin implementar una reforma fiscal, pero esto significaría precarizar algunos servicios básicos para la población mexicana como salud, educación, seguridad, entre otros.
El ex subgobernador de Banxico y quien hoy es parte del equipo de la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum (Morena-PT-PVEM), mencionó que se podría pensar en qué modificaciones hacer para fortalecer los ingresos públicos, en donde se deberá repensar el esquema actual y hacer uso de algunos impuestos que no son del gusto para la población.
Al respecto, Jesús López, de Grupo Base destacó que las candidatas y el candidato a la presidencia de México no abordan ese tema porque no resulta atractivo para fines electorales. La realidad, consideró, es que: "se necesita reducir el déficit fiscal y para eso hay que bajar el gasto o subir los impuestos y eso suena a reforma fiscal y es un planteamiento políticamente costoso, pero qué incentivos vas a dar para que los negocios se adhieran a la formalidad o la gente pague más impuestos".
En enero de 2024 el déficit presupuestario se ubicó en 152,766.1 mdp, 10.2 veces mayor al observado en el mismo mes de 2023; en el primer mes del año, la recaudación presupuestaria fue 4.3% menor a lo aprobado en la ley de ingresos 2024; los ingresos tributarios (-0.7%) y petroleros (-38.1%), fueron menores en 3,180 y 39,440 millones de pesos, respectivamente.
"El déficit creciente no es sostenible a largo lazo, desde que se anunció el Presupuesto de Egresos 2024 había déficit presupuestario 4%, después con los Precriterios se elevó 5%, y hacia 2025 las autoridades prevén una caída de déficit casi a la mitad, la pregunta es cómo se va a lograr o qué gastos se van a sacrificar. Si bien van a desaparecer gastos de proyectos prioritarios para esta administración como el Tren Maya, o el Corredor Transístmico, no van a dar las cuentas y se van a tener que replantear gastos o inversiones", añadió.
Reforma impostergable
El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), la Fundación Friedrich Ebert, Fundar, Centro de Análisis e Investigación, el Instituto de Estudios Sobre la Desigualdad (Indesig), México Evalúa, Oxfam México y el Programa Universitario de Estudios de Desarrollo (PUED) UNAM advierten que, con la ausencia de una reforma fiscal, se corre el riesgo de no contar con el presupuesto suficiente para mantener y ampliar las políticas sociales; la reforma tiene que ser progresiva para reducir las desigualdades de contribución.
Alejandra Macías, directora ejecutiva del CIEP agregó que una reforma fiscal no solo debe considerar el fortalecimiento de los ingresos federales, sino también de los gobiernos subnacionales.
“La tenencia a nivel estatal y el predial a nivel municipal tienen un alto potencial para fortalecer la recaudación local”, consideró.
Recaudación fiscal
Desde la pasada administración hubo esfuerzos de ser más exigente en procesos de recaudación, pero hay que tomar en cuenta que una gran parte de la población económicamente activa queda fuera del pago de impuestos porque trabajan en la informalidad. Aunado a ello, hay importantes desafíos como la falta de derecho e inseguridad.
Los economistas advierten que si no ocurre un ajuste y el endeudamiento sigue a ritmo como hasta ahora, las calificadoras comenzarán a recortar la perspectiva para deuda soberana, y luego recortes crediticios.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) se ha enfocado a fiscalizar más a los contribuyentes, sobre todo, a los que son considerados grandes contribuyentes, con lo que consiguió que se pagaran adeudos millonarios de años pasados, durante la presente administración.
El ex subgobernador de Banxico planteó que se podría pensar en qué modificaciones hacer para fortalecer los ingresos públicos, en donde se deberá repensar el esquema actual y hacer uso de algunos impuestos que no son del gusto para la población. Por ejemplo, el caso del impuesto a las herencias, si bien podría no dejar una gran recaudación tributaria, sí ayudaría a que el esquema recaudatorio fuera menos desigual.
Lo que se viene
Se advierte que el gobierno de México analiza opciones para absorber 40,000 millones de dólares de deuda de Pemex, lo cual resulta preocupante, de acuerdo con Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Base.
"40,000 millones de pesos al tipo de cambio de hoy son 675.2 mil millones de pesos, 39.75% del déficit presupuestario del 2024. Aunque se distribuya en el siguiente periodo presidencial, es mucho.
"Este año el déficit presupuestario ya es bastante alto (5% del PIB, algo no visto desde 1988) y en los Pre Criterios 2025 se asume que el déficit se recortará a la mitad. Esto se supone que será posible por el menor gasto público en inversión física, pues ya no estarán las grandes obras de infraestructura de esta administración. Sin embargo, esto solo ayudará a que el déficit baje a 4.3% del PIB, por lo que será necesario recortar el gasto en otros rubros. Absorber la deuda de Pemex implicaría mayor deuda y por lo tanto mayor gasto en intereses", dijo.
Esto implica una mayor carga sobre las finanzas públicas, sin tener una contrapartida de mayor ingreso que lo sustente. Con esto, la probabilidad de recorte en la calificación crediticia de la deuda soberana de México sube, al mismo tiempo que al gobierno le podría costar más financiarse ante el mayor riesgo.
Sí a una reforma
Legisladoras consultadas por La Silla Rota coincidieron en la necesidad de una reforma fiscal, pero sin embargo, no dieron por hecho que existan las condiciones para sacar adelante una legislatura en consenso.
La diputada del PAN, Patricia Terrazas, presidenta de la Comisión de Hacienda de San Lázaro, afirmó que es necesaria una reforma “pensando en el México de hoy” y tomando en cuenta “el elefante en el cuarto”, en referencia a que 56% de la economía del país es informal.
“Yo creo que en este momento, aunque ya es muy difícil y ni siquiera hay una iniciativa. Pero de que es indispensable es indispensable”, dijo la diputada, no sin antes recordar que se necesita revisar cuáles son los ingresos reales del país en la actualidad y el futuro, pues lo recabado por impuestos petroleros cambiará con la entrada de las energías renovables.
Por su parte, la senadora priista Claudia Anaya, integrante de la Comisión de Hacienda del Senado, culpó a Morena de no impulsar la reforma incluso cuando es necesaria dada la coyuntura económica del país.
“Sí dejaron crecer el déficit Público al 5.9% del PIB, el mayor en los últimos 25 años como (Hacienda) dice, quiere decir que la reforma fiscal era necesaria desde hace varios años, pero por cuestiones meramente populistas no quisieron (el Gobierno actual) asumir la responsabilidad y el costo político que eso implica”, explicó.
“Los últimos cinco años ellos han fabricado requerimientos financieros del sector Público de manera artificial, no es que los años anteriores nuestro déficit haya sido del 3%, sino que ellos lo estuvieron encubriendo tomando el dinero de los fondos y fideicomisos públicos, también vaciaron los fondos de estabilización. Luego entonces, debimos haber traído un déficit real de 4% desde el inicio de este sexenio”, agregó.
La legisladora además coincidió con Gerardo Esquivel en el sentido de que ya no hay de dónde aumentar la base gravable.
“Tendrá que haber nuevos impuestos o aumento de los existentes. Aún así no tienen pudor y siguen prometiendo que en el próximo sexenio gastarán más, para sostener el gasto actual ya es necesario la reforma fiscal si quieren gastar más tendrá que ser reforma fiscal doble”, señaló.
La senadora recordó: “Hacienda había reconocido para este año un déficit público de 5.4%, y él ya está hablando de 5.9%. O sea, que van a gastar más de lo autorizado. Año electoral al fin de cuentas”.
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