Hasta el año pasado, en México había cerca de 73.4 millones de cuentas administradas por las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore); sin embargo, había al menos 18 millones de cuentas individuales “abandonadas” por un monto de 200,000 millones de pesos, y que nadie las ha reclamado. De acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema del Ahorro para el Retiro (Consar) al cierre de septiembre el número de cuentas asignadas no reconocidas por sus dueños es de 18.3 millones con lo cual hilaron cuatro años en ese nivel para el periodo referido. Sin embargo, hay una iniciativa que buscaría tomar los recursos de los trabajadores que no han reclamado su cuenta Afore.
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Como parte de las propuestas de reforma que envió al Congreso el año pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador, se planteó el fondo semilla por 64,619 millones de pesos para dar solvencia a la reforma en materia de pensiones, y dicho fondo se integrará, entre otros rubros, de los recursos registrados en las cuentas Afore inactivas.
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Según el dictamen, el llamado Fondo de Pensiones del Bienestar obtendrá los recursos por la aplicación de los artículos 302 de la Ley del Seguro Social (LSS), así como del 37 de la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores.
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Sin embargo, el documento asegura que se garantiza, en todo momento, la imprescriptibilidad de los recursos propiedad de los trabajadores. Es decir, el trabajador o el beneficiario podrá reclamarlos en cualquier momento, por lo cual el IMSS debe crear una reserva suficiente para atender las devoluciones que se soliciten.
Nueva iniciativa
De acuerdo con la periodista Alicia Salgado, se presentó una iniciativa la semana pasada "(en plena Pascua y todavía con la mitad del país de vacaciones)" por los diputados Ignacio Mier y Angélica Cisneros que "pretende expropiar los llamados saldos inactivos de las cuentas de ahorro para el retiro de las Afores, la cuota de cesantía del IMSS correspondiente y el patrimonio de vivienda acumulado, imponiendo arbitrariamente el límite de 70 años para que reclame sus recursos".
"Ante la evidente falta de consenso y capacidad para mostrar de dónde provendría el financiamiento de la reforma en materia de pensiones, pareciera que el presidente Andrés Manuel López Obrador está dispuesto a usar el voto disciplinado de su mayoría simple para apoyar la primera iniciativa que pretende ser el “plan B” con el que buscan resolver el boquete de 88 mil millones de pesos que en materia de pensiones del Estado tiene el gobierno mexicano", dijo.
Esto a pesar de que, la Suprema Corte ha determinado en varias ocasiones que los saldos de los fondos no reclamados por los trabajadores son “imprescriptibles”, y que estos deben estar disponibles y entregados cuando los trabajadores o sus deudos los reclamen en caso de fallecimiento.
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Esta iniciativa- de la que debería pronunciarse Secretaría de Hacienda- plantea que los recursos que permanezcan en las cuentas de las Afores serían transferidos al Fondo de Pensiones para el Bienestar, en el momento en que los trabajadores del IMSS cumplan 70 años y los del ISSSTE alcancen los 75 años, sin importar si están activos o no, y sin necesidad de resolución judicial.
En cuanto a la transferencia de los recursos acumulados en el Infonavit, se propone que se transfieran- al Fondo de Pensiones para el Bienestar- al momento en que el trabajador cumpla 70 años. "Y aunque establece la obligación a las administradoras de seguir enviando un estado de cuenta, no dispone de reglas claras ni de rentabilidad ni de administración".
"Se establece que los trabajadores y, en su caso, sus beneficiarios, podrán acudir ante el Instituto Nacional para Devolverle al Pueblo lo robado para solicitar sus recursos, como si fuera una gran ventanilla de las Afores. Al no tener la obligación legal de administrar los recursos, será el viacrucis para los trabajadores y los deudos de los mismos", cita la periodista.