Revendedores de postres de Costco aseguran que no son unos "huevones" como acusan sus detractores en redes sociales y afirman que su trabajo les ayuda a pagar sus estudios y mantener a sus familias. Asimismo, señalan que la venta de pasteles y galletas no es su único ingreso, ya que tienen otros trabajos y negocios.
Tal es el caso de León Hernández, un joven de 27 años que gana, al menos, 10 mil pesos mensuales revendiendo productos de Costco en un mercado de la colonia Gabriel Hernández de la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México.
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"Yo tengo tres trabajos. Este negocio (venta de postres) y en las tardes tengo otro trabajo, también en las noches chambeo de velador. Sí está pesado, pero la verdad no se puede vivir de una sola cosa. Así lo veo yo", dice León en entrevista para La Silla Rota.
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"A un pastel grande le vienes ganando como 300 pesos y al chico le ganas 250. Al mes te llevas unos 10 mil pesos libres", añade en las inmediaciones del Costco sucursal Lindavista.
En dicha sucursal acuden decenas de emprendedores, quienes desde las primeras horas de la mañana hacen fila para poder ingresar a la tienda (que abre sus puertas a las 10:00 horas) para alcanzar los cotizados postres. Muchos de ellos son estudiantes preparatorianos y universitarios que revenden los productos dentro de sus escuelas.
Uno de ellos es Kevin, estudiante de 21 años que vende pasteles, galletas y pan dentro de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
"Gano entre mil y dos mil pesos a la semana, pero sólo vendo dos días por mis materias, porque no quiero perder mi curso escolar, quiero ir al ritmo", dice Kevin, quien acudió a Costco a comprar sus productos acompañado de su mamá, quien dice estar "muy orgullosa" de su hijo.
Kevin utiliza sus ganancias para pagar sus estudios pues no recibe ninguna beca.
Al igual que Kevin, estudiantes del CCH Vallejo y la Preparatoria número 9 de la UNAM acuden a Costco Lindavista a comprar pasteles y pizza que revenden dentro de sus escuelas. Ellos, a pesar de ser menores de edad, también ganan entre 8 mil y 10 mil pesos mensuales y forman parte de los 1.8 millones de adolescentes de entre 15 y 17 años que trabajan en México, de acuerdo a la última encuesta sobre trabajo infantil del Inegi.
"Es un trabajo de tiempo completo"
Para otras personas, la reventa de productos de Costco es un trabajo de tiempo completo. Así lo ve la señora Silvia, quien vende en la colonia La Presa en el municipio de Tlalnepantla.
Para ella, su trabajo comienza a las 08:30 horas, cuando toma el transporte público para llegar antes de las 10:00 horas a la tienda de venta al mayoreo. Sin embargo, los fines de semana tiene que llegar a las 04:00 horas para encontrar todos los productos que necesita.
"Para encontrar toda la mercancía hay que estar aquí temprano", afirma.
Silvia vende la rebanada de pastel en 40 pesos o 50 pesos, dependiendo del sabor, por lo que le gana a cada pastel entre 100 y 200 pesos.
"Yo al día saco como 500 pesos. Me dedico a esto desde hace dos años, pero es más pesado que un trabajo normal. No cualquier persona se levanta a las 2 de la mañana para venirse a formar y llegar aquí a las 3 o 4 de la mañana. Hay que llegar, poner el puesto, yo estoy ahí hasta las 9 o 10 de la noche", cuenta a La Silla Rota.
No obstante, dice que a pesar de no tener un trabajo "formal", sí recibe un "aguinaldo" pues año con año recibe una bonificación por los puntos acumulados en su membresía por realizar sus compras en Costco.
"El primer año me dieron casi 5 mil pesos, el segundo año hice casi 8 mil pesos, entonces sí me beneficia porque puedo surtir pasteles o comprar otra cosa", señala motivada.