Cuando alguien muere, las emociones juegan un papel importante en la herencia, pudiendo incluir amor, dolor, culpa o resentimiento. La manera de repartir los bienes puede influir en las relaciones familiares, y sea de forma material o psicológica. Por ende, es crucial manejar estas emociones para prevenir conflictos y fomentar la reconciliación y todo debe ser a través de un testamento o incluso un testamento digital.
Con el avance de la tecnología y los miles de millones de personas que utilizan las redes sociales en todo el mundo, lo que ocurre con la presencia en internet de un usuario después de su muerte se ha convertido en un asunto de gran importancia.
Las cuentas en redes sociales siguen vivas y activas a menos que un familiar informe a la plataforma respectiva que la persona ha fallecido.
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El contador Jesús Guillermo Mendieta González, integrante de la Comisión Técnica de Auditoría Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México dijo a La Silla Rota que el testamento digital se trata de un documento más específico, con una documentación mucho más amplia que abarca desde contraseñas, perfiles en redes sociales, información recopilada en buscadores de Internet, cuentas en bancos online, cuentas con criptomonedas, suscripciones de todo tipo, reputación en la web.
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En el caso de algunas redes sociales como Facebook e Instagram, existen opciones para mantener activo el perfil de la persona fallecida, porque puede seguir monetizando.
En el caso de las monedas digitales, sí, es posible heredar criptomonedas. Las criptomonedas son un bien patrimonial que se puede heredar junto con otros bienes, como casas, acciones, fondos de inversión y planes de pensiones.
Pasos para hacer tu testamento digital
- Lo primero que se debe hacer es recopilar todas las posesiones digitales y las contraseñas de cada canal o plataforma donde estén recogidas.
- Decidir qué hacer con dicho contenido, si se quiere que se elimine todo o si, por el contrario, que quede activo, o conservar dicha información pero sin que se actualice.
- Elegir a la persona que creemos que hará caso a nuestra voluntad. Es decir, al albacea testamentario o la persona o institución a la que el fallecido hubiese designado expresamente para ello.
- Se deberá dejar por escrito tanto la persona elegida como la voluntad de la persona fallecida de la herencia digital.
- Conseguir legalizar el testamento digital mediante su autorización ante notario. Deberá asignarse un fiduciario, es decir, la persona encargada de entregar este testamento a la persona en la que el fallecido haya depositado su confianza para cumplir sus deseos, en función de qué hacer con su legado digital.