El presupuesto está conformado por ingresos y por egresos. A partir de 2007 hay déficit - la diferencia que existe el egreso y el ingreso- esto es, la diferencia del dinero (que no se sabe de dónde va a provenir) para completar el gasto. De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, el déficit ha aumentado año con año desde 2018, esto es, no se sabe de dónde proviene ese dinero y la deuda del país ha aumentado, a partir del crecimiento del déficit.
De acuerdo al proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2024, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el presupuesto es de 9.02 billones de pesos, de los cuales 7.32 billones se aportarán vía impuestos, regalías petroleras entre otros aprovechamientos, por lo que queda un déficit presupuestal de 1.69 billones de pesos, mismos que serán financiados con un mayor techo de deuda solicitado por Hacienda de 1.9 billones, entre los que destaca pasivos en dólares por 18 mil millones. El resto será deuda pública.
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Ramsés Pech, analista del sector energético advirtió:
"La deuda pública se está incrementando y no se está viendo cómo se va a pagar, sólo se renegocia la deuda, pero se pide más dinero año con año para completar el gasto. Se requiere una reforma fiscal para tener más recaudación".
De 2007 a la fecha el déficit se ha incrementado. A partir del 2017 ha crecido la cantidad de dinero y diferencial que se tiene; antes del 2022, el déficit era de 951 mil millones; 2023, casi 1.2 billones y en 2024 se espera que sea de 1.6 billones; esto es, de 2023 a 2024 hay un incremento de 460 mil millones de pesos, un presupuesto similar al que se le asigna a Pemex, un incremento de 37%.
El problema es que los ingresos del 2023 al 2024 hay una contracción de 135 mil millones de pesos y origina inconvenientes porque es dinero que no entra a las arcas de la nación.
"Tener una mayor incertidumbre para poder cubrir el gasto. Entre más grande sea el déficit, incrementa la probabilidad de no cubrir el gasto programado, pudiendo no completar el dinero programado en la parte del desarrollo social o económico", dijo Ramsés Pech.
¿Cómo se ha incrementado el déficit?
El problema del déficit es que hay incertidumbre para cumplir ingresos necesarios, la única posibilidad de gobierno para cerrar ese diferencial es más recaudación.
De acuerdo con Grupo Base, un déficit resulta de gasto mayor a los ingresos, que implica que habrá necesidad de endeudamiento. La mayor deuda puede emitirse de manera interna y/o de manera externa. La deuda emitida de manera interna puede ser adquirida por los nacionales o por los extranjeros.
Para los nacionales implicaría un mayor ahorro y por lo tanto un menor consumo y para esto se necesitaría una mayor tasa de interés. Para que los extranjeros cambien su tendencia de dejar los instrumentos gubernamentales de México, se tendría que ofrecer también una mayor tasa de interés. Este mayor déficit puede implicar que el Banco de México mantenga por un periodo más prolongado su tasa de interés alta e inclusive podría propiciar nuevas alzas en la tasa de interés de referencia.
En México del 2018 a junio del 2023, la deuda del sector público federal ha pasado de 10.5 billones de pesos a 14.2 billones, un incremento del 35%. Esto tiene correlación directa con el incremento del déficit presupuestal.
"Con un déficit presupuestario cercano al 5% del PIB, que no se veía desde 1988, las agencias calificadoras podrían estar más vigilantes sobre las finanzas públicas, con la posibilidad de recortes en la calificación crediticia de la deuda soberana de México. Este déficit representa una política fiscal expansiva, priorizando el gasto en proyectos insignia de esta administración, que son diferentes a los que el gobierno debería enfocarse, educación e infraestructura", dijo Grupo Base.
Por otro lado, un alto déficit, como cualquier deuda, deberá ser pagado en el futuro. Con esto, la siguiente administración deberá elevar la recaudación y/o bajar el gasto público, llevando a cabo una política fiscal restrictiva que frenaría el crecimiento económico en el futuro. Esto es, la siguiente administración deberá plantearse desde el inicio del sexenio una reforma fiscal, con el
fin de evitar una crisis.
Solo el pago de los intereses de la deuda pública en 2024 será de 1.263 billones de pesos, una cifra que representará 14% del gasto del sector público, estimado en los 9.022 billones. Este costo representa el 3.7% de la economía, el porcentaje más alto registrado en los últimos 32 años, pues en 1991 este llegó a 3.9% del PIB, de acuerdo con cifras de la SHCP.