La calificadora Fitch Ratings estimó que el Gobierno mexicano podría apoyar con 15 mil millones de dólares anuales a Pemex; sin embargo, advirtió que la necesidad de más recursos es un riesgo que podría convertir a la empresa estatal en un pasivo para la Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Pemex podría convertirse en un pasivo neto para el Gobierno, si el apoyo del Gobierno a Pemex supera los ingresos relacionados con el petróleo, en ausencia de una mejora de la posición financiera de Pemex, con una disciplina financiera más estricta en medio de precios más bajos del petróleo”, de acuerdo con un reporte.
En el documento “Cómo impacta Pemex la calificación soberana de México”, Fitch Ratings sostuvo un escenario base de apoyo gubernamental por 15 mil millones de dólares al año, ayudaría a la petrolera, a cubrir como mínimo amortizaciones de deuda de bonos internacionales.
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La calificadora advirtió que condiciones financieras globales más estrictas, el acceso restringido a financiamiento y precios más bajos del petróleo, podrían generar mayores desafíos de financiamiento para Pemex en el futuro y con ello, aumentar la necesidad de apoyo gubernamental.
Efecto dominó
El peso mexicano se deprecia después de que Fitch Ratings dijera que el apoyo del gobierno a Pemex podría tener un efecto negativo sobre el soberano, de acuerdo con Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Base.
"El problema de Pemex seguirá presionando las finanzas públicas, siendo uno de los principales riesgos de recorte en el largo plazo para la calificación crediticia de la deuda soberana de México", dijo.
Pemex es una de las petroleras más endeudadas a nivel global. Tiene una deuda de aproximadamente 110 mil millones de dólares.
La deuda de Pemex es 4 veces su EBITDA, razón que está muy por encima del promedio del sector.
Gabriela Siller, de Grupo Base dijo que si Pemex fuera una empresa privada habría vendido parte de sus activos para pagar la deuda y bajar el nivel de endeudamiento. "También haría más esbelta su estructura para bajar costos".
"Los apoyos del gobierno están funcionando como incentivos perversos, pues la petrolera no tiene la necesidad de arreglar su situación financiera", dijo.