Considerados durante años los métodos más seguros para proteger datos de todo tipo, los números PIN y las contraseñas están viviendo un gran declive ya que su relevancia va a quedar relegada a segundos usos gracias a otros factores de autenticación.
Se ha experimentado la tendencia de la seguridad biométrica en los smartphones, hasta llegar a la banca por la facilidad de acceso de los clientes y ahora también en los cajeros automáticos.
De acuerdo con la periodista, Jeanette Leyva, "En todo el proceso de modernización que han tenido los cajeros automáticos, desde hace unos años se ha trabajado en que sean vía datos biométricos, ya sea huella dactilar o reconocimiento facial, el medio por el cual tener acceso al servicio del cajero y no con una tarjeta en sí, o bien en lugar de la contraseña usar los datos biométricos también justo para identificar mejor al cliente, pero caminar al mismo tiempo en medidas adicionales de seguridad".
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En su columna Moneda en el Aire, de El Financiero, da cuenta que BBVA, ha hecho pilotos e incluso ya se hizo un primer despliegue de pruebas en cajeros recién adquiridos con huella digital; aunque "es algo que no se está usando"- no en México- y "por el momento no se tiene previsto usar de manera masiva". Mientras que Santander y Banorte coinciden en que la nueva era de cajeros automáticos tendrían la característica de leer las huellas dactilares o bien reconocer facialmente al cliente para tener acceso y con ello evitar, en el segundo caso el contacto físico.
Huella dactilar
Así es, en cajeros automáticos también se aplica ya esta tecnología. En algunos casos el cliente inserta su tarjeta de débito/crédito, y en vez de tener que introducir un PIN, basta con que coloque la huella registrada anteriormente sobre un lector, y listo, ya podrá operar de manera segura.
Además de ofrecer mayor seguridad gracias al requerimiento de nuestra presencia física para desbloquear, el desbloqueo por huella dactilar ha aportado la solución más conveniente y cómoda para introducir datos que requieren de gran seguridad.
Red de venas de la mano
Gracias a un sensor de luz infrarroja, el sistema es capaz de analizar el patrón, la forma y la estructura de las venas de tu mano para identificarte. Ya se aplica en muchos cajeros y su seguridad radica en la densidad y resolución de la información existente, incluso frente a la huella. El proceso de mapeado de la red de venas también es muy cómodo, pues basta con dejar la mano sobre el lector para el registro, frente a la necesidad de levantar el dedo varias veces y durante más tiempo en el reconocimiento de huellas.
Rostro o iris
El rostro también puede mejorar la seguridad de los cajeros automáticos. Los sistemas antiguos hacían una foto de baja resolución a la cara y engañarlo podía ser fácil, hasta el punto de que la identificación fallaba dependiendo de si en la toma original el sujeto tenía barba o gafas y luego no. En los sistemas actuales, se captura un mapa 3D de la cara con un nivel precisión mucho mayor, sin guardar la imagen, y el software la procesa mediante un algoritmo.