En tu casa, ¿quién prepara la comida, quién hace la limpieza, quién lava la ropa, quién cuida de niños o quién cuida de tus familiares con enfermedades, discapacidades o adultos mayores? Probablemente es una mujer: tu madre, esposa, abuela, tías, hermanas o una trabajadora que pudiste contratar, así lo cuestiona el Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
¿Sabías que la sobrecarga de tareas del hogar y cuidados limita la movilidad social de millones?
- El trabajo doméstico no remunerado equivale al 27.6 % del PIB nacional
- Las mujeres sostienen el 75 % del cuidado no remunerado en México
- Las mujeres dedican 43 horas semanales, en promedio, a tareas del hogar y cuidado no remunerado, esto es 2.3 veces más que los hombres (México cómo vamos 2021).
- Muchas mujeres no tienen la oportunidad de elegir entre quedarse en el hogar o salir a trabajar. Aunque quisieran encontrar un empleo para mejorar sus ingresos, se tienen que dedicar a cuidar a sus familiares, pues no tienen acceso a servicios de cuidados por falta de recursos y de programas públicos accesibles y oportunos que les permitan mejorar sus condiciones de vida.
Es por ello que el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) advierte la urgencia de que en México se establezca un Sistema Nacional de Cuidados (SNC) que beneficie a todos.
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¿Qué es el Sistema Nacional de Cuidados?
Es un conjunto de políticas, programas y acciones articulados para garantizar los derechos de todas y todos aquellos que necesitan y brindan cuidados. En México, este sistema está siendo impulsado por varios colectivos y organizaciones de la sociedad civil, además, existen iniciativas para crear la Ley General del Sistema Nacional de Cuidados y reformar los artículos constitucionales 4 y 73.2
La movilidad social es el cambio en las condiciones socioeconómicas de las personas, es decir, las mejoras o retrocesos en educación, salud, ingresos, ocupación, etc. Este cambio depende en mayor medida de factores fuera del control de las personas, como el lugar en donde nacieron, su tono de piel o la educación que alcanzaron sus padres, entre otros.
Dentro de estos factores el CEEY calcula que la protección social, los cuidados infantiles y otros servicios de cuidados determinan el 11 % de la desigualdad de oportunidades a nivel nacional, mientras que para las personas que se encuentran en los niveles socioeconómicos más bajos determina el 38 %.3
El problema de esto es que en México la seguridad social está determinada por las condiciones de trabajo, pues únicamente los empleos formales gozan de este derecho, dejando a más de la mitad de la población (56 % de la población de 15 años o más) en situación de vulnerabilidad, especialmente a las mujeres.4
Componentes del SNC
i) aprobar la reforma constitucional y propuestas de leyes, impulsadas por el movimiento feminista, para garantizar el derecho al cuidado y al tiempo propio
ii) proveer de más y mejores servicios de cuidados, accesibles dentro y fuera del hogar
iii) mejorar las condiciones de trabajo de todas las personas cuidadoras, que reciben pago y las que no
iv) distribuir mejor las labores de cuidado entre la sociedad, el mercado laboral y las instituciones de gobierno
v) reconocer la importancia del sector de cuidados como uno de los motores de la movilidad social, así como impulsar su crecimiento a través del gasto público (Economía del cuidado).
¿Cuánto le costaría al estado?
Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reconoció que el Sistema Nacional de Cuidados, uno de los grandes pendientes que se tienen con la población, principalmente, femenina, tendría un costo al erario público de hasta 1.4% del Producto Interno Bruto (PIB).
Aseguró que el tema del sistema de cuidados no ha quedado atrás, y la SHCP continúa evaluando el impacto presupuestal que éste puede tener.
En este sentido, el subsecretario de Hacienda dijo que en el último año se ha evaluado el cómo se puede financiar el sistema nacional de cuidados.