MELBOURNE.- Rafael Nadal, eliminado este miércoles en segunda ronda del Abierto de Australia por el estadounidense Mackenzie McDonald, número 65 de la ATP, dijo que no podía negar que estaba "destruido mentalmente" por sufrir una nueva lesión, ahora en la cadera.
"No quería retirarme, aunque llegué a considerarlo. Lo que intentaba era jugar sin agravar la lesión. No podía golpear el revés ni correr. Intenté acabar el partido por todos los medios", explicó en conferencia de prensa.
"Es frustrante y difícil de aceptar", señaló Nadal, que defendía el título ganado en 2022 y que descenderá del número 2 al 6 de la clasificación mundial.
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"A veces uno se cansa de tantas lesiones. Es un momento difícil y toca aceptarlo. Espero que no sea nada grave ni que me saque de las pistas mucho tiempo, porque sería complicado pasar otra vez por el trabajo y el tiempo necesarios para la recuperación. No puedo decir que no esté destruido mentalmente. Ya he pasado por eso muchas veces y no es fácil", subrayó, cabizbajo.
El primer cabeza de serie del torneo perdió por 6-4, 6-4 y 7-5 tras dos horas y media de juego.
HABLA DE “UNOS PROBLEMILLAS EN LA CADERA”
Aludió después a "unos problemillas en la cadera" que padece "desde hace años". En los últimos días había sentido molestias.
"No es un problema por el que no haya podido jugar en el pasado. No sé si es articular o muscular. Toca hacerse una resonancia y ver qué ha pasado", indicó.
Nadal comentó respecto a su estado que "el vaso se va llenando y llega un momento en el que el agua puede salirse".
"Me dolió más cuando me retiré en semifinales de Wimbledon, porque podía ganarlo. Aquí solo estaba en segunda ronda", dijo el jugador, que insistió en que lo había "intentado hasta el final" porque no sabía si podría "ganar el partido y tener opciones".
Al final del primer set encontró "mejores sensaciones", pero su rival jugó "de forma brillante", afirmó.
Nadal recordó que en los tres últimos Grand Slams le ha sucedido alguna circunstancia adversa.
"No podemos engañarnos con un discurso optimista. Yo quiero seguir jugando al tenis, pero mis sensaciones son malas. Es muy difícil coger la forma si se tienen continuamente parones. Necesito evitar que el tiempo fuera de la pista sea largo. He pasado siete meses casi sin jugar y no puedo estar otra vez mucho tiempo fuera. Sería difícil encontrar el ritmo y volver a ser competitivo", reconoció el ganador de 22 grandes.
"NO RENUNCIO A NADA"
En declaraciones a Eurosport, Nadal añadió que "toca aceptar la situación, al mal tiempo buena cara", aunque está "cansado de todo lo que ha ocurrido en estos últimos siete u ocho meses".
"Es un momento complicado que hay que aceptar: estar tranquilo, recuperarme. Lo primero físicamente, pero también mentalmente porque al final son golpes y llevo ya muchos. Hay que mirar adelante siempre. Al final la vida me trata demasiado bien como para quejarme y no tengo derecho a ello", indicó el jugador, de 36 años.
"Son muchas cosas que van sucediendo y que me quitan de la opción de luchar por mis objetivos y esto es una realidad. Voy a seguir luchando y no renuncio a nada. Es el comienzo del año", recordó.
"Al final es como un combate de boxeo en el que a uno le van pegando golpes y termina uno noqueado. Ahora mismo lo estoy, pero normalmente tengo la calma, la tranquilidad para ver las cosas con perspectiva y espero que esta vez no sea una excepción, aunque ahora mismo sea un momento complicadillo", dijo Nadal.