La Selección Mexicana no gusta ni gana en su preparación rumbo al Mundial 2026. Al menos, eso lo dice su media docena de partidos con que cierra sin triunfo el 2025, cuatro empates y dos derrotas. Los aplausos se cambiaron por abucheos.
En el ensayo contra Uruguay en Torreón, el 15 de noviembre, el punto de quiebre no fue el empate sin goles, sino cómo el cuerpo de ‘inteligencia’ de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) manejó la imagen de Carlos Acevedo desde el aparato mediático.
El portero titular del equipo de la región, Santos, era el atractivo principal, pero no jugó, la decepción se transformó en rechazo escandaloso. Los fans que pagaron su boleto se sintieron defraudados.
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Entonces, se desencadenó el desorden. Raúl Jiménez, delantero del Fulham, en lugar de reconocer la legítima crítica de quienes financian el espectáculo, decidió confrontar y afirmar en entrevista televisiva que por los abucheos el equipo mexicano prefiere jugar en Estados Unidos.
Luego, tras el tropiezo de 2-1 ante Paraguay en el Astrodome de Houston, ¡también resultaron abucheados! #Tons?
Autogoles verbales
Esta columna número 18 de Fan Pro en La Silla Rota se cierra el jueves 20 de noviembre de 2025, dos días después del último partido preparatorio del año para una de las selecciones anfitrionas de la Copa del Mundo Norteamérica 2026.
Las repercusiones sobre las quejas de los abucheos son tinta fresca en las redes sociales. Una sola palabra puede desmantelar años de construcción de marca personal, expone Abraham Jiménez Chávez, catedrático de Semiótica en la Universidad Marista Ciudad de México.
“El análisis semiótico permite comprender que el significado no reside sólo en lo que se dice, sino en cómo se dice y bajo qué contexto”, expone al respecto el docente de la Escuela de Comunicación, “no se trata de lo que el jugador, en este caso, Acevedo o Jiménez, presentan, sino de lo que representan en esta escena”.
Cuando el delantero acusó a la afición, ejecutó un acto comunicativo que la psicología del consumidor deportivo tipifica como contraproducente.
Según investigaciones sobre este comportamiento, la Teoría de la Acción Razonada establece que hay motivaciones dirigidas por metas anticipadas.
El fan no compra un boleto para el estadio; invierte en una experiencia emocional proyectada. Cuando esa proyección se incumple, la reacción es inmediata, lo cual se explica en un artículo de la colección científica Scielo.
Los precedentes internacionales ilustran cómo estos errores de juicio se perpetúan. En enero de 1995, el ofensor francés Éric Cantona, entonces jugador del Manchester United cedió a la provocación de un seguidor del Crystal Palace.
Su patada voladora no fue condenada únicamente por la acción en sí, sino porque destruyó la narrativa de autoridad moral que debe mantener un deportista. Treinta años después, Cantona sigue siendo más recordado por aquel acto que por sus títulos.
Los nueve meses de suspensión fueron lo de menos; el daño reputacional fue el verdadero costo. Aunque recientemente dijo que de lo único que se arrepiente es de no haberle pegado más fuerte.
El cliente y el fan
Existe una diferencia fundamental entre cliente y fan que explica por qué los abucheos en Torreón representan una distinción importante y malinterpretada por muchos.
Un cliente realiza una transacción puntual y regresa a comprar cuando se siente satisfecho. Un fan es un consumidor permanente que invierte emocionalmente en la marca más allá de una compra aislada. Es por eso que las mejores marcas buscan generar fans, mejor que clientes y enfocan los mejores esfuerzos para lograrlos.
Los fans mexicanos que compraron entradas no buscaban mercancía; buscaban celebrar su sentido de pertenencia a una identidad y a una estrella local.
La identificación emocional del consumidor deportivo genera una lealtad que trasciende vaivenes comerciales. Los fans perdonan derrotas, no traiciones.
Acevedo quedó fuera del escenario no por bajo rendimiento, sino por gestión administrativa. La afición lo percibió como deuda incumplida con lo local y por eso manifestó su desprecio.
El “Fuera Vasco” aceptado por ‘El Vasco’
Mientras que el mediocampista mexicano Edson Álvarez se sumó a Raúl Jiménez con un irónico “¿Qué lindo es estar en casa!...”, la respuesta de Raúl ‘Tala Rangel’, guardameta que sí jugó ante los charrúas, tuvo, en cambio, un acto de inteligencia comunicativa.
“Representar a México es lo más grande que hay. Ante Uruguay dimos todo, aprendimos y seguimos creciendo como equipo. Gracias afición”, expresó aunque se llevó el tristemente célebre grito de “Eeeeeh pu…” en cada uno de sus despejes.
El jugador de Chivas ‘convirtió’ el rechazo en combustible para el crecimiento personal.
Al ser cuestionado el ‘Vasco’ Aguirre sobre las molestias de sus jugadores por ser abucheados, expresó su postura como jefe del grupo.
“El que no sepa estar sentado aquí o salir al campo con 80, 90 o con cuatro (aficionados) y que no acepte la crítica, que no esté preparado para ser sometido a juicio público, no sirve para esto, yo así lo veo”, mencionó el timonel que cumple su tercer camino rumbo a un Mundial, tal como sucedió en Corea-Japón 2002 y Sudáfrica 2010.
El horno no está para berrinches
Portugal llegará el próximo año a México para enfrentar al Tri en la reinauguración del Estadio Azteca que para el Mundial 2026 se llamará simplemente Estadio Ciudad de México el 28 de marzo.
Sobra decir que el máximo atractivo será ver en acción al crack Cristiano Ronaldo, que cumplirá el hito de jugar su Sexta Copa del Mundo.
Imagina un escenario: 90 mil personas que paguen sumas importantes para verlo. Si CR7 no juega, la decepción será masiva.
Las maldiciones repetidas en Houston –donde tampoco jugó Acevedo porque el titular fue Ángel Malagón– evidenció que los abucheos se contagian con facilidad. Lo peor es confrontarlos con berrinches. ¿Alguien recuerda cómo se fermentó y asentó en un ‘cochambre’ difícil de limpiar el grito denominado ‘homofóbico’?
Soluciones internacionales desde la gestión
Raúl Jiménez y Edson Álvarez cometieron sendos errores y para evitar situaciones similares en el futuro, la gente responsable de la dirección de Comunicación de la Selección Mexicana debe capacitarlos.
Argentina ha desarrollado protocolos de inteligencia emocional para sus jugadores de selección. Antes de participar en eventos públicos o ruedas de prensa, los deportistas reciben preparación sobre gestión de conflictos con medios y aficionados.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) invierte recursos en ello porque comprende que una declaración impulsiva puede costarle millones en patrocinios y audiencias.
Portugal, bajo la dirección técnica de Roberto Martínez, implementa sesiones de preparación psicológica enfocadas en resiliencia mental bajo presión.
Los fans, especialmente los presentes en estadios adversos, generan estrés. Aceptar esa realidad y construir defensas emocionales es parte de la profesionalización de la marca personal del deportista, expone el español Ferran Lanau, psicólogo del deporte.
La Selección Mexicana evidencia que no tiene un protocolo equivalente. Raúl Jiménez reaccionó desde la emoción, no desde la estrategia. Una capacitación adecuada de media training puede ayudar a prevenir desde la mejoría del criterio y la cultura personal.
Ojo; Habrá que ver cómo maneja Roberto Martínez el tema de probablemente incluir al actual tricampeón de goleo de la Liga BBVA MX, Paulinho, cuando la gente desea ver a Cristiano, sí o sí, para que sus palabras de elogio al jugador del Toluca no se queden en otro truquillo demagógico.
Soluciones estructurales
Para restaurar la confianza de los fans, la FMF y sus expertos en marketing deportivo seguramente implementarán cuatro cambios inmediatos:
Primero, establecer un código de comunicación que prohíba explícitamente a los jugadores culpabilizar a los fans para excusar su rendimiento deportivo. Cuando un deportista sugiere que su traslado al extranjero es culpa de la afición, destruye el contrato emocional implícito que fundamenta la industria del deporte.
Segundo, crear espacios de formación en psicología deportiva dentro de la concentración de la Selección. Brasil y Uruguay lo hacen desde décadas atrás.
Tercero, restaurar la experiencia de calidad del fan en los estadios. Desde el mecanismo de compra de boletos, hasta estacionarse en el inmueble y la calidad de los baños, todo es importante dentro de este ‘paquete’.
Cuarto, defender públicamente a los fans como activos estratégicos de la marca nacional, no como adversarios. Cuando un jugador critica a la afición, la FMF debe intervenir no como enemiga, sino como educadora. La declaración de Raúl Jiménez fue permitida por una ausencia de liderazgo comunicativo en la Federación.
Gestionar significa llevar adelante un proyecto desde su planificación a la ejecución y posterior evaluación. Es una labor cotidiana de profesionales expertos.
El fan no pide perfección, pide respeto
Los abucheos en Torreón no fueron expresiones de odio, sino gritos de decepción. Un fan que compra boleto en su ciudad, esperando ver al portero local, y descubre que no jugará, experimenta una forma de fraude emocional. Siempre que no incurra en la violencia, la opinión del público debe respetarse.
La afición mexicana ha sido fan permanente de su Selección incluso en tiempos de crisis económica, incluso cuando el Tri no gana títulos. Siempre lo compra muy bien a pesar de su historial de fracasos. Lo menos que deben hacer todos estos personajes es agradecerles su mal gusto.
En el recuento de lo deplorable, fue patético ver el desfile de puntos de vista, nunca análisis, de informadores profesionales –reciben pago para ello– recriminando a los fans que para qué pagan tanto para ir a abuchear un partido de futbol. Cualquier cliente tiene el derecho de expresar su insatisfacción.
Lamentablemente, no se puede devolver de algún modo un ‘espectáculo’ que resultó un engaño o un hecho infumable. El encanto del deporte y, en este caso, el futbol, es la incertidumbre del resultado.
Eso sí, una manera de exigir es no acudir a un acto que se prevé puede no resultar de mucha calidad o que no garantice tu integridad. Porque, entonces sí, es bajo el propio riesgo de encontrarse con un bodrio o una situación insegura. Sin embargo, el caso de Acevedo en Torreón sí tuvo tintes de promesa incumplida.
Nada tiene que ver la decisión deportiva de Javier Aguirre, pero tampoco se vale la pésima práctica de generar expectativas ilusorias.
El Mundial 2026 será en México. El Estadio Ciudad de México se reinaugurará con Portugal y Cristiano Ronaldo. Ojalá que si vas no encuentres ‘gatos’ cuando esperabas liebres.
La narrativa será perfecta si la Selección Mexicana aprende que los fans deben ser tratados como socios emocionales de larga duración. Cada palabra que un jugador pronuncia define si esa asociación se fortalece o se rompe. #Anótalo
