La actual crisis institucional y deportiva que vive la máquina cementera del Cruz Azul, es solo una más que ha vivido en los últimos años. A ella se le suma una crisis en la portería del cuadro de La Noria, con un Sebastián Jurado y Andrés Gudiño que parece no dan el ancho al prestigio de un cuadro grande e histórico, con un palmarés en el arco que cuenta con leyendas de la talla de Miguel Marín, El “Oso” Ferrero, Pablo Larios, Norberto Scoponi, Óscar Pérez y José de Jesús Corona.
La primera crisis en la portería de Cruz Azul fue en la transición del prematuro retiro de la máxima estrella de la afición celeste: Miguel Marín. El argentino quien saliera de Vélez Sarsfield se retiró por un problema de salud del corazón en 1981, mismo problema que le quitó la vida en julio de 1991. A su salida empezó la gran sequía de títulos de Cruz Azul.
En 1981 llegó Ricardo, “El Oso” Ferrero para hacer la transición de Miguel Marín. El argentino tenía la misión de estar a la altura del “Superman”, y en gran medida sí lo estuvo, pero duró poco. Con “El Oso”, la máquina del Cruz Azul llegó a aquella gran final contra los Pumas de la UNAM que consagró a Hugo Sánchez para marcharse al Atlético de Madrid y después el Real Madrid, pero esa es otra historia.
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Ferrero estuvo hasta 1983, cuando partió de la Maquina hacia el Barcelona, por lo que generó una vez más un hueco. Tuvo que llegar en 1984 Pablo Larios, proveniente de Zacatepec para convertirse en un referente del marco de Cruz Azul y de la Selección Mexicana de Futbol. “El Arquero de la Selva” estuvo con la máquina en los subcampeonatos de 1987 y de 1989 contra Chivas y América, respectivamente.
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Su partida provocó una profunda crisis en la portería de Cruz Azul. Se quiso llenar con Celestino Morales, Eduardo Fernández y Alberto Aguilar. Olaf Heredia fue quizá de lo rescatable en aquellos inicios de la década de los 90.
También estuvo Alberto Guadarrama, que fue el portero de la selección olímpica en Barcelona 92, no llegó a cuajar en el marco cementero. La directiva de Cruz Azul probó con Robert Dante Siboldi, quien destacó en el marco y logró darle estabilidad a la defensa celeste.
Cabe recordar que una lesión de Alberto Guadarrama provocó el debut prematuro de Oscar “El Conejo” Pérez. Eso provocó una nueva crisis en la portería de Cruz Azul, al tener dos jóvenes porteros. La solución fue traer a Norberto Scoponi desde Newell’s Old Boys. Con Scoponi la máquina volvió a llegar a una final, que nuevamente perdió, ahora ante Necaxa. El argentino llegó en 1995 y se marchó al concluir el torneo largo 96-97.
Ya con “El Conejo” como mandamás de la portería del Cruz Azul, la máquina se consagró campeón del Invierno 97 con el mítico gol de oro de penal de Carlos Hermosillo a David Comizzo en el Camp Nou de León. “El Conejo” se volvió inamovible aun cuando le trajeron a Jorge Campos y a Nicolás Navarro.
Luego llegaron competencias como Yosgart Gutiérrez, Adrián Zermeño, Emmanuel González, Julio Valdivia y Alfonso Blanco.
La era de José de Jesús Corona
Tuvo que llegar en 2009 José de Jesús Corona desde los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) para volverse un cacique de la portería de Cruz Azul, aunque en ocasiones alternara Guillermo Allison. Su salida en 2022 y la confianza e la directiva a Sebastián Jurado y Andrés Gudiño no ha sido bien visto por la afición celeste que ve que todavía no maduran los porteros para ser garantía que Cruz Azul necesita.