A un año de gestión, el gobierno que encabeza la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, ha demostrado que la transformación en la Ciudad de México avanza con rumbo, justicia social y resultados tangibles. Su primer informe refleja el compromiso de una administración que gobierna desde el territorio, que escucha, media y actúa con sensibilidad ante los desafíos de una de las ciudades más diversas del mundo.
La capital del país vive hoy un momento de estabilidad política, seguridad y gobernabilidad democrática. La estrategia de paz ha mostrado eficacia con la reducción sostenida de delitos de alto impacto y el fortalecimiento de la confianza ciudadana. Pero más allá de las cifras, lo que distingue a este gobierno es su enfoque humano: la seguridad no se impone, se construye con la gente, a partir del diálogo, la prevención y la participación comunitaria.
Programas como “Sí al Desarme, Sí a la Paz” y “La Noche es de Todos” han fortalecido la convivencia social y la recuperación del espacio público. Son políticas que apuestan por una paz duradera, basada en la reconstrucción del tejido social y la corresponsabilidad.
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En materia de justicia, la Ciudad de México avanza en la protección de derechos y en la atención directa a las víctimas. El Gabinete de Prevención y Atención contra Despojos ha frenado abusos inmobiliarios y protegido el patrimonio de cientos de familias; el Gabinete de Diversidad Sexual impulsa una agenda de inclusión real para todas las identidades; y el Gabinete de Búsqueda de Personas articula esfuerzos institucionales para atender, con empatía y eficacia, a las familias que enfrentan la desaparición de un ser querido.
El acompañamiento a las víctimas del accidente en el Puente de la Concordia reafirma la vocación solidaria del gobierno capitalino. Desde el primer momento se ha brindado apoyo económico, jurídico y psicológico, con la firme convicción de que la reparación integral del daño es una responsabilidad del Estado. Así actúa un gobierno que no se aleja del dolor de su gente, sino que se hace presente para ofrecer soluciones y justicia.
La atención a las personas en movilidad humana es otro de los logros que consolidan a la Ciudad de México como una capital de derechos. Se ha triplicado la capacidad de los albergues y se ha fortalecido la política de acogida con un enfoque de hospitalidad, respeto y solidaridad. En esta ciudad, quienes buscan refugio encuentran apoyo y dignidad.
La conducción firme y cercana de la Jefa de Gobierno ha permitido que la capital se mantenga como referente nacional de estabilidad, inclusión y justicia social. Su liderazgo feminista y de territorio ha colocado nuevamente a la Ciudad de México como el corazón de la transformación del país: una ciudad que protege, que cuida, que dialoga y que avanza con la fuerza de su gente.
Un año de resultados confirma que el proyecto de Clara Brugada no solo gobierna, transforma. Lo hace con trabajo diario, con sensibilidad social y con una visión profundamente humana que pone en el centro a las personas. La Ciudad de México camina con rumbo, con esperanza y con una Jefa de Gobierno comprometida con el bienestar de todas y todos.