ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR

El legado de López Obrador

Este gobierno se caracterizó por hablar mucho y hacer poco, y lo que hizo (que no fue 100% inútil) fue en detrimento de los mexicanos y nuestra libertad democrática. | Julio Castillo López

Escrito en OPINIÓN el

Se termina el sexenio, esta será la última columna que publique durante el gobierno de López Obrador y con honor a la verdad estos seis años han sido un retroceso en todos los rubros. Desde las cosas que parece que mejoraron (como el aumento en las remesas que el lunes pasado presumía la cuenta de X del Gobierno. lo cual es un claro fracaso) como la tragedia del sistema educativo, la salud y la violencia, que son rubros fallidos. Este gobierno se caracterizó por hablar mucho y hacer poco, y lo que hizo (que no fue 100% inútil) fue en detrimento de los mexicanos y de la libertad democrática que habíamos construido durante al menos tres décadas. Algunos comentarios al respecto: 

- La reforma al Poder Judicial impulsada por el presidente representa una política pública regresiva, inviable y antidemocrática. Termina con la división de poderes y la independencia judicial, además de que claramente está sustentada en la venganza y muy lejos de querer mejorar el funcionamiento del poder o la misma impartición de justicia. 

- El gobierno de López Obrador promovió la compra de empresas privadas con fines populistas demostrando que su nostalgia por los gobiernos que eran empresa era mayor que su intención de mejorar al país. Las plantas eléctricas de Iberdrola, la nacionalización de empresas de litio y farmacéuticas, entre otras, son ejemplo de adquisiciones que han sido poco productivas y no han generado beneficios. Un gobierno grande, con mucha burocracia y que compita con los privados es exactamente lo opuesto al rumbo que llevan los países civilizados. Hoy la generación eléctrica está peor que nunca (al grado de no poder abrir nuevas empresas por falta de suministro). El litio sigue siendo una idea difusa para el futuro y los medicamentos están en su peor momento de escasez en décadas. Esto sólo demuestra que el mundo no se divide en izquierda y derecha sino en quienes quieren un gobierno grande en donde el estado sea todopoderoso y quienes preferimos un gobierno que reivindique a la persona frente al estado. El de López Obrador está en la trinchera de los fascistas y comunistas.  

- A lo anterior se suma el compromiso de soberanía energética que tanto impulsó el presidente saliente… totalmente en sintonía con el populismo autoritario latinoamericano. Esto devino en la construcción de la refinería Dos Bocas, la compra de la refinería Deer Park y una inyección masiva de recursos a PEMEX. Sin embargo, en el primer semestre de 2024, PEMEX recibió 77.2 millones de pesos en apoyos, mientras sus utilidades cayeron un 91.7% en comparación con el mismo periodo en 2023. Actualmente, México importa el 72% de los combustibles que consume, equivalentes a más de 450 mil barriles diarios de gasolina. 

- Por otro lado, incluso lo que se presume como positivo es bastante cuestionable en términos de libertad y resultados. Los programas de desarrollo social han sido utilizados como herramientas electorales desde el gobierno federal. Los beneficiarios de estos programas se convirtieron en un sector clave en las recientes elecciones. Incluso el Presidente pidió su apoyo bajo el lema “amor con amor se paga”, evidenciando el uso electoral de estos recursos.

- Además, y como puntada de despedida, está poner a su hijo (el orgullo de su nepotismo) en la dirigencia de Morena y el hijo, ante las críticas, subió a X: “Morena y el estado ahora son uno, el pueblo es uno, el interés superior de todos es la singularidad. La disidencia en la nación y en el partido es traición a la patria…” siguiendo el canon de las dictaduras de la historia en donde los partidos, como los comunistas en Rusia (a través del Partido Comunista de la Unión Soviética, PCUS) y en Cuba (mediante el Partido Comunista de Cuba, PCC) eran los pilares sobre los que controlaban directamente el aparato del Estado y no había espacio para una oposición política significativa. Triste legado para un hombre que intentó durante más de 20 años ser presidente y que cuando llegó lo hizo sólo para volcar su rencor y su frustración en un país que se había construido durante más de dos décadas en valores como la democracia, la división de poderes y la libertad

Julio Castillo López

@JulioCastilloL