COMERCIO EXTERIOR

Comercio exterior; querer ser arbitro y no protector

México al igual que Norteamérica necesita producir más de lo que consume, en vez de importaciones. | Jorge Faljo

Escrito en OPINIÓN el

Calzado. En 2023 México importó 120 millones de pares de calzado, la mitad de ellos, 60 millones llegaron de China. Estas importaciones han estado creciendo a un ritmo muy superior al de la demanda nacional de calzado; es decir que la producción interna se ve crecientemente substituida por estas importaciones. Alrededor de 30 compañías dedicadas a la producción de zapatos en México cerraron en 2023 y otras hicieron cierres parciales, de líneas de producción o alguna de sus plantas. De este modo se perdieron alrededor de 12 mil empleos. Representantes del Consejo Coordinador de León y de la Cámara de Calzado de Guanajuato declararon que no quieren proteccionismo, pero si “condiciones de igualdad para competir”.

Por su parte la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, señaló que ha detectado un aumento significativo en las importaciones de calzado chino a precios considerablemente menores que los de la industria nacional por lo que procedía a iniciar una investigación antidumping y dio plazo a los industriales mexicanos para presentar pruebas. Es posible acceder al decreto del inicio de la investigación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) del 26 de abril de 2024.

Vestido. La Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CANAIVE) en Guanajuato reportó la pérdida de 4 mil empleos en lo que va de 2024. Esto se debe a la subvaluación de los productos importados de China y a la baja del precio del dólar, que llevaron a las tiendas departamentales a favorecer estas compras. Un problema particular del sector son las aplicaciones en internet que ofrecer ropa a precios muy bajos y los paquetes con mercancías a menos de 50 dólares no pagan impuestos.

Abraham Daniel Zaga, vicepresidente de la CANAIVE, señaló que con la globalización los retos han aumentado y “aunque el gobierno está tomando medidas no se ha resuelto nada”.

Cerdo. En 2023 México desplazó a Japón como el segundo importador mundial de carne de cerdo, solo superado por China. El 51 por ciento del consumo interno es importado y tanto en 2023 como la proyección para 2024 anuncian máximos históricos en las compras externas. Estados Unidos es el principal proveedor de México con otros países apuntándose a incrementar su participación en el mercado mexicano. 

Un buen ejemplo es Brasil que se benefició de la disminución de aranceles decretada con el Paquete contra la Inflación y la Carestía (PACIC) de 2022 para estabilizar, mediante importaciones, los precios de 21 productos básicos y 5 insumos y animales vivos. Ahora Brasil pide la continuidad del PACIC.

Hule. La Secretaría de Economía indicó que el hule SBS de China, para fabricar llantas y suelas de calzado, es alrededor de 40 por ciento más barato que el de México y hasta 55.3 por ciento que el de otros mercados y el año pasado las importaciones crecieron un 253 por ciento aumentando su participación en el consumo nacional del 3 al 11 por ciento.

El 7 de agosto se publicó en el DOF una resolución por la que se acepta la solicitud de parte de Dynasol, la empresa interesada y se declara el inicio de una investigación antidumping sobre las importaciones del hule SBS originarias de China.

Comercio con China

China nos vende y no nos compra y es no es comercio reciproco” declaró el secretario de hacienda, Rogelio Ramirez de la O, el 20 de julio de 2024. México al igual que Norteamérica necesita producir más de lo que consume. Precisó que México compra a China productos por 119 mil millones de dólares y le vende 11 mil millones. Estamos dependiendo demasiado de China para el consumo de productos básicos. “Esta es una situación que ha conducido a un sentimiento de proteger más a nuestras industrias y este sentimiento ha crecido tanto en Estados Unidos como en México”, enfatizó el secretario de hacienda.

Ante esta situación Ramirez anunció un plan cuyas principales medidas son: Crear conciencia sobre los déficits comerciales muy altos; producir más y con más empleo de lo que se importa de China; ahorro en costos de fletes y relación de socio comercial confiable con Estados Unidos; involucramiento de gobiernos y empresarios en la promoción de la relocalización. Según dice, no es necesario el proteccionismo.

Estrategia obsoleta

Las cifras de desequilibrio comercial y la falta de protección oportuna apuntan a que la estrategia es equivocada por parte de Economía y Hacienda. Las importaciones de China y otros países están erosionando la producción interna, y de empresas mexicanas, en múltiples sectores. Esto debería bastar para tomar medidas inmediatas en aras de la producción y el empleo nacionales.

No basta esperar a que la parte afectada presente estudios minuciosos, exhaustivos, caros, que la mayoría de los productores no puede realizar, para iniciar investigaciones lentas sobre posibles prácticas desleales chinas. De este modo el gobierno se coloca como árbitro de una disputa entre dos partes en conflicto, una nacional y otra externa. Incluso convoca a otros afectados a presentar pruebas y declaraciones. Esto es actuar a destiempo y con lentitud de reacción.

Lo que cabría esperar es que el gobierno reaccione a las primeras señales de este tipo de problema (las que ocurren desde hace años) y tome la iniciativa de acompañar y proteger a los productores nacionales. Ante este problema no ayuda mucho la creación de conciencia y el horror al proteccionismo; se requieren medidas efectivas, inmediatas, ante el desbalance comercial, la dependencia en el consumo básico, y el daño a la producción y el empleo nacionales que explícita o implícitamente aceptan las cabezas de Hacienda y Economía

Sin embargo, tal vez el problema de fondo se encuentra en otro lado. El abaratamiento del dólar y las reducciones arancelarias son parte de una burbuja de bienestar social propiciada por importaciones abaratadas. Cambiar de estrategia en favor de la producción y el empleo tendrá un costo en inflación y bienestar social que no se desea asumir. Solo lo podría hacer adecuadamente un gobierno fuerte que mitigue el costo económico y social del cambio. De otro modo seguiremos sacrificando el futuro por un bienestar inmediato no sustentable.

 

Jorge Faljo

@JorgeFaljo