ELECCIONES 2024

Tríptico de las elecciones

En un análisis de los recientes comicios presidenciales, se exploran las dinámicas y percepciones en torno a tres figuras clave: Jorge Álvarez Máynez, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum. | Enrique García Perales*

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Máynez: la otra victoria

La campaña presidencial de Jorge Álvarez Máynez demostró que la propaganda política puede ser más popular que el propio candidato. Más personas se aprendieron su canción emblema que las que se enteraron de sus propuestas, la gente le pedía selfies antes que soluciones a los problemas del país y muchos votaron por él como si de un concursante de La Voz México se tratara. Sus giras por los estados parecían las de una estrella de rock y no las de un candidato a la presidencia. A pesar de todo, era un hombre que merecía la seriedad con que nunca fue tratado. Sus intervenciones en el último debate revelaron lo mucho que maduró desde el primero. En sus visitas a las universidades dejó en claro que sabía escuchar las críticas lo mismo que responderlas. Además, la polémica que sostuvo con Alejandro “Alito” Moreno evidenció dos cosas: primero, que el prianismo está lo suficientemente desesperado como para buscar una alianza con MC; y segundo, que MC ya es lo bastante poderoso como para ir por su cuenta. Quizás Máynez fue un personaje secundario en las elecciones; sin embargo, sus méritos le auguran un lugar protagónico en la política mexicana. Eso, naturalmente, si lo permiten las ambiciones y envidias de su propio partido…

Xóchitl: ¿tocando fondo se puede aún llegar más bajo?

Xóchitl Gálvez fue desde el primer día una mujer vencida que se negó a creer en su derrota. El sueño de encabezar las encuestas fue rápidamente frustrado por la posibilidad latente del tercer lugar; el objetivo pasó de acercarse a Sheinbaum a alejarse de Máynez. La candidata de Fuerza y Corazón por México, asimismo, demostró lo pobre que es una campaña sin otro apoyo que el dinero. Intentó compensar su falta de carisma con un exceso de spots publicitarios. El pesimismo de las encuestas lo contrarrestaba con la blanca sonrisa de sus numerosos espectaculares. Y el respaldo de los “intelectuales” responde a un elemental vacío de ideas propias (dicho sea de paso, el hecho de considerar a personas como Macario Schettino, Aguilar Camín o Federico Reyes Heroles como intelectuales habla muy bien del trabajo que la ignorancia ha realizado en nuestro país para devaluar el término). Además, pareciera ser que la figura de Xóchitl Gálvez fue construida por el Cartel Inmobiliario, pues jamás tuvo bases firmes. La historia de la niña indígena vendedora de gelatinas que “echándole ganas” consiguió el éxito parece recogida de los proyectos rechazados por Televisa. La decadencia del prianismo se refleja en haber escogido a Xóchitl Gálvez como candidata.

Sheinbaum: el peso de la corona

Marcelo Ebrard presentó más batalla a Claudia Sheinbaum en la pugna por la candidatura de Morena que cualquiera de sus rivales por la presidencia. Bien vistos, estos comicios fueron menos la elección de un presidente que una lucha de la derecha por el segundo lugar. Además, la abanderada de la 4T no sólo heredó el proyecto del presidente, sino también su popularidad. De hecho, muchos mexicanos votaron por la sucesora de López Obrador antes que por Claudia Sheinbaum. La ex-jefa de gobierno se impuso la tarea de continuar un movimiento que hasta ahora ha girado en torno a un sólo hombre. Morena es sinónimo de López Obrador y de nadie más. Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña, el consabido Ebrard o la propia Sheinbaum son quienes más se acercan a su estatura política, pero sin lograr nunca alcanzarlo. ¿Cómo se verá el segundo piso de la 4T sin el arquitecto que la ideó? La heredera del lopezobradorismo debe caber sí o sí en unos zapatos que hasta ahora nadie ha podido llenar.

Enrique Sebastián García Perales*

Estudia la Licenciatura en Historia del Instituto Mora. Recibió el Premio al Estudiante Universitario Luis Arturo Ramos 2024 por El primer odio y ganó el VI Concurso Nacional de Relato Breve “Lydia Santiago” por Sombras de mala muerte. Ha colaborado con El Universal, La Palabra y el Hombre, Senderos Filológicos y el Observatorio de la Relación Binacional México-Estados Unidos.

 

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