METROBÚS

El futuro del Metrobús

Desde su inauguración en 2005, el Metrobús de la Ciudad de México ha experimentado un crecimiento significativo, aunque enfrenta retos en calidad del servicio y planes de expansión futuros. | Roberto Remes

Escrito en OPINIÓN el

El Metrobús cumplió 19 años de operación. En junio de 2005 arrancó el servicio en Insurgentes, primero de Doctor Gálvez a Indios Verdes. En la administración de Marcelo Ebrard, la Línea 1 creció hasta Caminero, y se abrieron las líneas 2, 3 y 4. En la administración de Miguel Ángel Mancera se abrieron las líneas 5, 6 y 7, y se inició la ampliación de la línea 5 hacia el sur.

En la administración de Claudia Sheinbaum el Metrobús se vino abajo en calidad del servicio: los autos invaden el carril segregado y no hay sanciones, al menos no de forma generalizada; los conductores de los autobuses se pasan los altos y ha subido la siniestralidad; no hubo líneas nuevas, se amplió 5 estaciones la línea 3; la línea 4 inició servicios metropolitanos sin paradas intermedias y la conclusión de la línea 5 hasta Xochimilco fue la obra más meritoria.

Ahora hay planes de expansión tanto a Periférico como a Circuito Interior. En el primer caso sí se trata de un corredor de altísima demanda que, además, por la configuración de esta vía, los usuarios hacen viajes largos. Del Circuito Interior vi un estudio de demanda que me dice que claramente sería un error incorporar un Metrobús.

Jalisco invirtió en el Macro Periférico. Una de las obras más importantes de la administración de Enrique Alfaro. Se trata de un servicio en carril exclusivo al centro de la vialidad. Hay unos autobuses que siempre operan en las estaciones centrales y otros que salen del corredor y vuelven a incorporarse. El resultado es un servicio con una velocidad promedio muy similar a la del metro de la Ciudad de México: casi 35 kilómetros por hora.

Si en el Periférico de la Ciudad de México pudiéramos hacer algo similar al Macro Periférico, sería extraordinario. La verdad es que ello representaría una obra de entre 15 y 20 mil millones de pesos. Dudo que la administración entrante esté dispuesta a invertir esos montos. Creo que se optará sólo por reforzar los carriles por donde pasarán los buses, poner algo de señalización y techar estaciones donde haya espacio para ello.

Mi planteamiento para el Periférico sería distinto: construir un tramo elevado entre Canal de Chalco y Ermita Iztapalapa, para allí operar con estaciones y rebases, eventualmente también tramos elevados para conectar con los metros de Pantitlán, Constitución de 1917, Periférico Oriente, Barranca del Muerto, Tacubaya y Cuatro Caminos. Asignar carriles exclusivos en los tramos más congestionados, pero no necesariamente en los 50 kilómetros que tiene el Periférico en Ciudad de México, y el esfuerzo más grande lo centraría en la operación: servicios exprés y estaciones para transferir del servicio parador al exprés. En todo caso, escoger vehículos eléctricos y evaluar las alternativas de vehículos altos, mucho más flexibles en su espacio interior; o vehículos bajos, que requieren menos adaptaciones para dar accesibilidad. Si la ciudad lo diseña con mucho cuidado, con el consejo de diversos especialistas a nivel internacional en esta materia, tendremos velocidades promedio similares o superiores a las del metro.

La reflexión sobre los vehículos merece también un gran esfuerzo de planeación. La línea 1 del Metrobús está muy saturada. Hay obras que se pueden realizar para elevar su capacidad, pero que no dejarían de ser polémicas. Habría alternativas interesantes que la ciudad debe evaluar: el tranvía tradicional y el tranvía neumático, que es un bus largo pero con las comodidades de un tren. También hay que considerar la electrificación de todas las líneas (el gobierno saliente mintió al señalar que la línea 3 es 100% eléctrica cuando aún conserva decenas de autobuses a diésel).

La mayor oportunidad de crecimiento de la red de Metrobús, sin embargo, la veo bajo otra perspectiva: hay que seguir expandiendo los corredores pero en avenidas que no estén congestionadas de extremo a extremo: por ejemplo, el Eje 1 Oriente Andrés Molina Enríquez. Esto puede ofrecer espacios de transporte en paralelo a líneas del metro saturadas, como la 2 en su tramo de Tlalpan. Es el mismo caso del Eje 2 Norte, que no está saturado en todos sus tramos.

También, y por último, me parece deseable y bastante lógica la integración de los servicios de trolebús en carril exclusivo, con el Metrobús. El trolebús elevado, que para el Servicio de Transportes Eléctricos es su Línea 10, en realidad debería contar con una numeración de Metrobús, porque es mucho más parecido a éste que a los trolebuses ordinarios. Esto sería también la oportunidad de evolucionar la Línea 1 del trolebús que va por el Eje Central, en un servicio de mayor capacidad, con estaciones cerradas, torniquetes y vehículos más largos, lo que favorecerá a los usuarios al incorporarlos en una red más robusta de servicios de superficie.

Ojalá que Clara Brugada escuche otras voces y no sólo las del gobierno saliente, no lo digo por mí, lo digo porque no soy el único que busca generar conversación fuera de la burbuja de pseudo expertos gubernamentales.

 

Roberto Remes

@ReyPeatonMX