LENE MARIE FOSSEN Y LA ANOREXIA

Lene Marie Fossen y la anorexia

El proceso de una anorexia de la fotógrafa noruega Lene Marie Fossen comenzó a los diez años, murió a los 33 años y pesaba 25 kilos, sus autorretratos registran el proceso de su deterioro físico. | María Teresa Priego

Escrito en OPINIÓN el

“Hago retratos: me inspira lo humano. La historia, las arrugas, es fascinante cómo puedes fijar un momento con la cámara. Aun si visitara de nuevo la misma locación y a la misma anciana, nunca obtendría ese mismo momento. Esa es la magia de la cámara”. Las extraordinarias imágenes de la fotógrafa noruega Lene Marie Fossen. Sus autorretratos. El proceso de una anorexia que comenzó a los diez años. Su batalla contra el hambre. Contra los kilos imaginarios. Contra los alimentos que percibía como invasores en su cuerpo. El miedo a un cuerpo que crece y pasa de niña a mujer. En entrevistas dice que no quería cambiar, dejar de ser niña. Su cuerpo nunca alcanzó la pubertad. 

En esa nostalgia ante los meses y los años que se nos escurren entre las manos, descubrió –a los 15 años– que la fotografía era una manera de fijar el tiempo. El –para ella– aterrador paso de los días. La cámara se la regalaron sus padres. Y se aferró a sus poderes mágicos. Sus autorretratos registran el proceso de su deterioro físico. Soledad, tristeza inmensa. Casas viejas, derruidas, habitaciones abandonadas y allí dentro: ella y su inimaginable delgadez. Murió a los 33 años. Pesaba 25 kilos. “Todas las personas tenemos una historia y encontramos de pronto una foto con nuestra propia historia, no tienes que estar enferma para aprender de mis autorretratos, no es una foto sobre la anorexia, sino sobre el sufrimiento humano y todos sabemos lo que es el sufrimiento humano”. 

Sus retratos en blanco y negro. Niñas/os conmovedores, pero sobre todo personas muy mayores. La isla griega de Quíos. Los refugiados sirios con quienes pasó varios veranos. Conversaba con ellos, le ofrecieron su confianza a esa muchacha fragilísima y con una sensibilidad tan poderosa. “Se sienten a salvo conmigo”.  La cámara de Lene se acerca mucho a los rostros: los surcos en la piel. Las marcas de la edad. El sufrimiento de una vida ruda. Sabía captar el sufrimiento y soportarlo. En 2017 en el “Nordic Light Festival of Photography” se exhibieron 50 de sus autorretratos. Murió dos años después, en octubre de 2019. 

“El humor es lo que me ha permitido sobrevivir todos estos años con tanto dolor”, dice en el Ted Talk “Nostalgia” en entrevista con el profesor y fotógrafo noruego Morten Krogvold. En Quíos hay un hospital para leprosos, cuenta que salieron a pasear y una mujer al verla gritó asustada. Lene sonríe. Su cuerpo es extremadamente delgado, el color de su piel ha cambiado. La enfermedad ha dañado sus dientes y sus cabellos. Comparto algunos momentos de su entrevista con Krogvold:. 

“¿Por qué traes una cámara siempre contigo?” - “Es mi pasión en la vida, lo que me da alegría… Es obvio que no estoy bien, he estado enferma por muchos años, pero no es la manera en la que quiero ser identificada, quiero ser reconocida como una artista, pero también quiero usar mi historia para ayudar a otras personas”. Krogvold pregunta: “Otras jóvenes esconderían su anorexia, pero tú te expones”. - “Siempre he hecho retratos, pero de otras personas. Después comencé a usarme a mí misma. No sé por qué. No es algo que hice porque tuviera un plan. Visito casas viejas, casas abandonadas, cuando estaba allí pensé que necesitaban una persona dentro y comencé a usarme a mí misma”. 

“¿Es tu objetivo encontrar a través de tu fotografía algo que te permita sanar?” “Si me dieran a elegir entre ser la mejor fotógrafa del mundo, aunque no sé si pueda lograrlo, y seguir enferma, elegiría ser la mejor fotógrafa del mundo”. “¿Crees que estarás de regreso a tu condición normal de aquí a diez años?” “Sí, porque soy muy terca”. Ese imparable proceso de autodestrucción tanto más fuerte que ella misma. No le gustaba estar cerca de los médicos, pero aceptaba las hospitalizaciones de emergencia. Cuando viajaba la acompañaba su madre. Su familia un día lo supo: no podían sino acompañarla.

En la cadena francesa ARTE (YouTube) podemos encontrar el programa “Lene Marie Fossen: la cara de la anorexia” y ver el documental “Lene Marie Fossen: el verdadero rostro de la anorexia” (“Lene Marie Fossen ou le vrai visage de l’anorexie”), dirigido por Katja Høgset, Margreth Olin y Espen Wallin que salió un año después de la muerte de Lene. Se retrata a sí misma con medio torso desnudo bajo una luz que le da una apariencia fantasmal. Después, la luz maravillosa del verano en Grecia. Sus retratos. “Nuestro rostro cuenta nuestra historia, está escrita en las arrugas, en una mecha de cabello, en una cicatriz, la expresión de la mirada, la sombra alrededor de los ojos”. 

El documental la muestra a ella y a su obra tan sobrecogedora y tan única; les comparto un momento de reflexiones de Lene frente al mar: “cuando dejas de comer asfixias tus emociones, te dejas aflorar. He estado a punto de morir varias veces. De hecho, es un suicidio a fuego lento. Me decía: si me muero, me muero. Pero el año pasado tuve un sobresalto y comencé a tener miedo. Si me muero hoy, ¿qué va a pasar? Tengo tantas fotos que tomar, tengo que apresurarme. Tengo 28 años y nunca llegué a la pubertad, nunca he tenido ni una sospecha de pechos o menstruación. O algo que haga de mí una mujer. Quiero seguir siendo una niña, si no como, detengo el proceso”. 

María Teresa Priego

@Marteresapriego