ELECCIONES 2024

Lo que no esperamos de las campañas electorales

Lo que no esperamos son las campañas negras que ya hemos presenciado en otros procesos electorales. | Fernando Díaz Naranjo

Escrito en OPINIÓN el

Los procesos electorales se componen de diversas etapas y, quizá, una de las más representativas son las campañas electorales en donde los partidos políticos, coaliciones, candidatas y candidatos buscan por los diversos medios que la ley les permite, la simpatía de las y los ciudadanos con la finalidad de influir en su percepción y, eventualmente, el día de la jornada electoral, si participan, pueda votar por ellos.

De acuerdo con la legislación electoral federal, las campañas electorales son el momento cúspide para que las distintas fuerzas políticas a través de sus candidatas y candidatos se acerquen a la ciudadanía a exponer sus ideas, propuestas y proyectos que, en términos generales, beneficiarían a la población.

Para ello, las y los candidatos deben tener claro cuáles son las principales problemáticas que enfrenta nuestro país, un estado o una determinada región electoral, de acuerdo con el cargo de representación popular al que se aspira. Asimismo, las propuestas presentadas deben ser acordes a las atribuciones que correspondan y serias, es decir, no propuestas irrealizables.

En estos 90 días de campaña que empezaron el pasado primero de marzo y culminarán el 29 de mayo, y justo como lo exige nuestra normativa electoral fundado en una democracia, la expectativa es ver la generación de alternativas a las grandes problemáticas del país: la inseguridad, la corrupción, migración, educación, atención a la salud, los problemas económicos, entre otros.

Lo que no esperamos en el desarrollo de estas campañas es que se siga incrementando la polarización inyectada a la ciudadanía para colocarla en un: o estás conmigo o estás contra mí. 

Lo que no esperamos y es necesario que pare, son las amenazas y hasta asesinatos de personas candidatas que solo enturbian el proceso electoral, generan miedo a la ciudadanía e irrumpen la estabilidad de nuestro sistema democrático. y cuyo resultado puede reflejarse en que las y los electores no acudan a las urnas a emitir su derecho al voto.

Lo que no esperamos son las campañas negras que ya hemos presenciado en otros procesos electorales que se fundan en el ataque contra contrincantes por debajo de la mesa.

Lo que no esperamos es que las redes sociales se inunden de bots, esos programas automatizados que simulan una determinada “interacción humana” en las distintas redes sociales y que son utilizadas para generar algún tipo de descrédito, desinformación o confusión al electorado.

Lo que no esperamos es que algunos medios de comunicación o periodistas se conviertan en paleros de posiciones políticas.

Lo que no esperamos son las acusaciones que en ocasiones se realizan sin fundamento, en buscar como hacer diversas actividades para lograr la simpatía del electorado engañándola y hasta buscando como darle la vuelta a la ley.

Lo que no esperamos y no queremos es seguir viendo ataques a las autoridades electorales que, con pulso y esfuerzo han ganado la simpatía del principal indicador de la democracia: la ciudadanía, incluso muy por arriba de partidos políticos que son el artífice principal de las campañas electorales y que, más bien, éstos se encuentran en el sótano de la simpatía de las personas.

Lo que no esperamos es que servidores públicos de manera ilícita se involucren en el desarrollo de las campañas buscando apoyar a alguna candidatura.

Lo que no esperamos es la injerencia ilegal en las campañas que solo la enturbian y pueden provocar la nulidad de determinadas contiendas electorales.

Lo que no esperamos es que existan evidencias de la posible filtración del crimen organizado en las campañas, en el apoyo a candidaturas y, eventualmente, a determinados representantes populares que puedan resultar electos.

Pero ya veremos como se desarrollan las campañas cuyo único objetivo debe ser la renovación del poder público de manera segura, pacífica y, en caso de controversias, que se sigan los canales legales e institucionales establecidos, lo que fortalecería a nuestra democracia.  Veremos.

 

Fernando Díaz Naranjo

@fdodiaznaranjo