#LACÁBALA

El caladero de bestias bípedas

El Legislativo de San Luis Potosí ha respondido mansamente a la rienda gobernador. | Adriana Ochoa

Créditos: #OpiniónLSR
Escrito en OPINIÓN el

En respuesta a una retahíla de insultos y acusaciones del gobernador contra “esos grupos políticos que se autodenominan civilistas”, cinco organizaciones civiles enderezaron su protesta mediante un desplegado. Exigieron a Ricardo Gallardo Cardona respeto al Estado de Derecho. Se dirigieron también a los diputados del congreso local, sin excepción de partido, que “dejen de actuar como empleados del gobernador”.

El mandatario otra vez se encorajinó, ahora porque le contrariaron con un amparo el proceso de municipalización exprés de la delegación capitalina de Villa de Pozos. La separación de esa parte del municipio de San Luis Potosí se ha hecho a toda velocidad, con el apoyo dócil del Congreso del Estado, para que se juegue la elección del primer alcalde el año próximo.

Un cansino Consejo Estatal Electoral accedió a hacer un remedo de plebiscito el 24 de septiembre para sostener el tránsito a municipalización. Lo hizo incluso a mitad de precio, pues el costo se los fijó el gobernador y no les dio un centavo más. Patético. Y ahí fueron a las urnas el 6.8% de más de 669 mil ciudadanos convocados, 36 mil votantes optaron por el sí y 8 mil 839 por el no.

El amparo a petición de una ciudadana en contra de la municipalización sacó de sus casillas a Gallardo en una rueda de prensa banquetera. “Por eso San Luis siempre estuvo jodido por esos grupos políticos que se autodenominan (sic) civilistas y no son más que la misma porquería, siempre con las ganas de estar chingando a San Luis”.

En burla a los alcances del amparo, remató: “Son hasta muy tontos para hacer los amparos, la verdad, son de gente muy pendeja”, despotricó.

A la vuelta, cinco organizaciones civilistas hicieron circular su respuesta. El Frente Cívico Potosino fundado por Salvador Nava Martínez, Ciudadanos Observando, el Frente Ciudadano Anticorrupción, el Consejo Empresarial Potosino y la organización Ciudadanos Hasta la Madre, llamaron a las instancias estatales y federales de protección a los derechos humanos, “a estar atentos a los actos que se pudieran derivar de las reacciones de un gobernante como Gallardo Cardona, cuyos atentados en contra de los derechos de la población escalan en nivel de agresividad”.

Pidieron al gobernador que evite faltar al respeto y agredir desde su cargo a quienes cuestionan la legalidad de sus actos y respete el Estado de Derecho. Exigieron también que el Poder Legislativo, y organismos autónomos como el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, “se asuman como el contrapeso democrático que deben ser, dejen de actuar como empleados y meros instrumentos de un gobernador de talante antidemocrático en grados humillantes, y encaminen sus actos a una auténtica representación de los intereses de la ciudadanía”.

Gobierna el Congreso, en términos reales, el jefe de la bancada del Partido Verde, el ex alcalde de Soledad Luis Fernández. El personaje salió del negocio del entretenimiento nocturno a la política con Ricardo Gallardo Cardona. Baja directa la línea sin tapujos: “El gobernador lo quiere así o asá…”, plantea, y el aludido que pretende salirse del esquema, no muchos realmente, a aguantar llamadas y presiones.

Algunos diputados vienen de ser alcaldes o funcionarios en anteriores administraciones. Para ellos, está el arma de amago de la Auditoría Superior del Estado, ahora en tránsito cosmético a Instituto de Fiscalización. O todavía peor, la amenaza de “carpetas de investigación”, reales o ficticias, por angas o por mangas, de la también alineada Fiscalía del Estado.

El caso más llamativo es el del único diputado pluri del PRI, Alejandro Leal Tovías. Durante un sexenio completo fue el segundo de a bordo en el gobierno del priista Juan Manuel Carreras. Ni pío en defensa de la administración en la que participó, mejor ni hablar con tres exsecretarios en enredados procesos penales, uno de ellos preso en su residencia por edad y otro en el penal de La Pila. Como algunas especies, si Leal tiene que tomar el color del muro donde está trepado, lo toma.

No ha estado mejor su compañera, Yolanda Josefina Cepeda Echavarría, desde el inicio de la legislatura, una presidenta de Mesa Directiva siempre encantada de estar a un paso de la línea entre el PRI y el Verde.

Diputados de Morena votaron para encaminar una inhabilitación de 18 años al exalcalde y excandidato morenista por la reelección en la alcaldía capitalina Xavier Nava Palacios. Orden del gobernador. No es de extrañar, la fracción Morenista local no es otra cosa que una colección de mediocridades. El cadenero gallardista del Congreso presionó y hasta llevó a los reticentes de distintos partidos ante el gobernador. Se votó como un gran logro unánime.

Si los priistas que gobernaron antes que Gallardo están asustados por sus pasados, los del PAN son un enredo de intereses personales, miedos, traiciones por sus futuros. Bancada dividida, es literalmente un “sálvese quien pueda” entre la disidencia, la condescendencia y la línea convencida de la dirigencia estatal, más preocupada ésta por un buen lugar en los espectáculos que dispensa el gobierno gallardista que en ser oposición, ya no se diga defender a sus alcaldes,

Los diputados independientes y “unifracción” mucho margen no tienen. Su tema también en salir adelante armando alianzas, negociando, conteniendo con otros.

Charro evidente, experto en la cala de caballos, el gobernador Gallardo ha medido y ha tomado a la Legislatura por cuadra a disposición. La cala es una suerte en la que el valor principal es la rienda, el gobierno absoluto de la montura. Sacar el cuaco a golpe y frenarlo al centro, dejarlo quieto, arrancar y hacerlo rayar la tierra con las patas traseras sin que se salga de un cuadrado. Y luego, el acto colorido de poner al cuadrúpedo a girar a la izquierda sobre su propio eje a una orden del jinete, y luego hacerlo a la derecha, cuando le indiquen. Al final, el charro hace que el animalito camine hacia atrás en línea recta, que recule mansa y coordinadamente.

La cuadra de Vallejo 200, sede del Legislativo, ha respondido mansamente a la rienda gobernador. Ya no sólo es su bancada, del Verde, con un par de ejemplares risiblemente genuflexos, zalameros de opereta, conscientes de que le deben absolutamente todo cuanto son a Gallardo.

Los civilistas que tanto le enojan al gobernador, organizaciones de ciudadanos más bien precarias en recursos y seguidores, tienen razón en reclamar una actitud vigilante y más digna al Congreso, convertido tristemente en un caladero político de bestias bípedas.

Ni se ofendan. Peor será si al jefe político le da por la suerte charra de pachonear y tirar animalitos a galope, jalándolos de la cola.

 

Adriana Ochoa

@ArterialPresion